Salamanca, Gto. 1965. Este era el cine Auditorio, tenía un gran frente con pasto, era el único edificio en toda la cuadra. Su decorado era una especie de visión apocalíptica o, en todo caso, una escena de transmisión intensa de electricidad. Se acababa de implementar el sistema de cinemascope y sonido estereofónico que era lo más avanzado de la época. Tenía cortinas que, lentamente se levantaban, para luego dar paso a los noticieros y una de las dos películas que se proyectaban en función que rezaba: "no hay permanencia voluntaria".
Salamanca, Gto. 2012. Este espacio ahora encementado, donde cómodamente se levantaba al centro como único y sobresaliente edificio quedó apretujado pues a un lado construyeron la sede de la Sección 24 del STPRM (siglas del Sindicato Petrolero); el cine hace una buena cantidad de años que no proyecta nada en su pantalla, de su amplio y cómodo interior no sé que habrá sido, fue hace 35 años la última vez que entré allí. Pero siempre recordaré que fue en ese lugar en donde gocé de los espectáculos de la Olimpiada Cultural en 1968.
PARA CONOCIMIENTO DEL SR. ARREDONDO, EL MURAL ES CON RECONOCIMIENTO A LA EXPLOTACIÒN DEL PETRÒLEO. Y EN CUANTO A LAS FUNCIONES DEL CINE AUDITORIM, SI HABÌA PERMANENCIA VOLUNTARIA.
ResponderEliminar¿autor del mural?
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