Una de las tantas cosas que me llaman la atención en el Centro Histórico de la ciudad de México son estos decorados que se colocaron a lo largo de los siglos en las fachadas de casas, mansiones, palacios y templos. Son adornos que se van formando al usar piedras de distinto color, como es el caso de esta cruz que fue hecha en tezontle rojo y otra piedra volcánica de color negro. Las cruces, evidentemente se colocaban como protección, como bendición para los moradores de ese sitio.
Este podría ser otro claro ejemplo de lo grandioso que resulta ese entramado de estilos que van apareciendo al caminar por las calles del centro, como aquí, en 5 de Mayo, casi llegando a San Juan de Letrán, en donde están codo con codo un edificio colonial, junto a uno del porfiritato y allí vemos la cruz protectora.
Esta es en la calle de Belisario Domínguez, o tal vez sea otro el nombre, es por el rumbo de la plaza de Santo Domingo. Allí está esta cruz más elaborada, bastante bella, por cierto. Recuerdo que por otro rumbo del centro está la célebre casa de la Cruz Verde, de ella ya te conté su leyenda.
Otro edificio más recubierto en tezontle en el que se usan los dos colores para formar una cruz, se trata del edificio que ocupara la Santa Inquisición, es la calle de República de Brasil.
Esta casa no recuerdo en donde se ubica, aquí vemos las dos cosas, los dos símbolos religiosos que buscan la protección de los moradores del lugar, la cruz y el nicho u hornacina, en donde aparece el santo que eligieron para dedicarle la casa y mostrar abiertamente la devoción que hay en la misma. Este me da la impresión de ser un Niño de Praga.
Esta casa está un poco fuera del Centro Histórico, es por la colonia Guerrero, cercana al Panteón y Templo de San Fernando, allí está la hornacina, pero vacía.
Notamos claramente en esta esquina, el escudo de la Orden de los Predicadores, los Dominicos; arriba el nicho (me gusta más la palabra hornacina), está difícil reconocer a este santo, lleva un libro en la mano, una Biblia, en la otra el atributo está perdido.
En esta casa como a tres calles de Santo Domingo rumbo a Tepito, hay esta hornacina, alguien por allí dijo (y fue muy cuestionada) que sobreviven 130 de estos nichos y que hubo 300 de ellos en el siglo XVIII; bueno siempre resaltan las esquinas con nichos en el centro de la ciudad de México, en este parece ser un Señor San José el que está allí depositado.
Por los mismos rumbos vemos este nicho de gran tamaño, es de más de tres metros, lo podemos comparar con el balcón en cuanto a sus dimensiones, no me fijé a que santo tienen allí.
Este otro nicho, de tamaño regular, tiene, al parecer una virgen de Guadalupe, pero está mutilada, quizá no sea ella.
Una virgen del Pilar en esta esquina que está próxima al Zócalo, creo que es en la calle de Brasil, con Argentina... (no estoy seguro si hacen esquina, pero ese es el rumbo).
Finalmente un Sagrado Corazón de Jesús en este nicho que me da la impresión de que no es este un edificio colonial, quizá sea una reconstrucción que mantuvo los elementos como estuvieron dispuestos... hubiera sido interesante hacer una buena colección de tomas de cruces y nichos, pero andaba contra reloj, mi paso por la ciudad esta vez solo fue de unas cuantas horas... pero siempre diré lo mismo: la ciudad más sorprendente del país es la ciudad de México.
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Para ver la historia de la Casa de la Cruz Verde, entra aquí:
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Otra muy buena entrada. Y sí, como dices vale la pena venir a conocer el centro de la ciudad; así como también Coyoacán y Tlalpan.
ResponderEliminarMe encanta el centro histórico de la Cd. de México.
ResponderEliminarGracias!!