Siempre me ha llamado la atención al viajar de México a Guanajuato el punto en donde comienza a bajar notoriamente la altura de la autopista, esto inicia justo al pasar por Polotitlán, lugar que fue, en su momento una importante escala del Camino Real de Tierra Adentro ya que era allí donde el clima, el panorama y, sobre todo, los niveles de seguridad comenzaban a cambiar, poco más adelante se internarían los viajantes en el Bajío y luego en el Gran Tunar y estarían ya en la tierra más peligrosa que había, la que era zona chichimeca, razón por la cual adquirió el nada agradable título de El Bárbaro Norte.
En los tantos años de transitar por allí, de ver la caseta de peaje de la Autopista, esa moderna garita o aduana, como antes se les denominaba, nunca me había dado la oportunidad de desviarme apenas unos metros y entrar a ese pueblo en el que aun se respira el olor que emanaba de los viajeros, humanos o bestias y sus muy variadas mercaderías... y así lo marca esta placa en la que menciona ya, con términos porfirianos al Camino Nacional, el que antes fue el Camino Real de Tierra Adentro.
Polotitlán, como se le conoce desde hace siglo y medio llevaba el apelativo de El Rastro, esto seguramente por la abundancia de ganado que había (y sigue) en la región, pero llevó otros nombres, como el de San Antonio del Río, esto debido a que por allí, evidentemente, pasa(ba) un río... así como su casi vecino San Juan, al que también lleva por apellido (por así decirlo) de Del Río.
Este aparato aparece de pronto en una de las banquetas del Camino Nacional... ni idea de lo que habrá sido, tal vez una caldera... pero no lo sé a ciencia cierta.
Como suele suceder en estos sitios cargados de historia, hay varios edificios que han sido abandonados o que están durmiendo en la dulce espera de ser rescatados, como ese, que tal vez fue uno de los tantos mesones que en San Antonio se levantaron cuando era allí escala obligada luego de una jornada entre Soyaniquilpan o más aun, desde Tepeji hasta San Antonio del Río.
Una calle recta, bien trazada, un pueblo que mantiene esa "traza perfecta" que marcó a los primeros urbanistas que llegaron al Nuevo Mundo con la idea de construir ciudades modernas, limpias en donde el aire corriera libremente y el sol entrara a iluminar a todos los edificios. Eso es lo que apreciamos en Polotitlán, un diseño urbano muy bien concebido.
Aquí en pleno centro de la población, encontramos éste edificio anexo a la Presidencia Municipal el cual sin dudas albergó en su momento recuas cargadas de los preciados metales que de Zacatecas y Guanajuato enviaban a México para luego ser transferidos a Veracruz y de allí a España. Por la amplitud del edificio podemos pensar que allí descansaban comerciantes y arrieros junto con sus bestias de carga.
Magnífico edificio, presumo será del tercer cuarto del siglo XIX, el amplio corredor del portal albergaba todo tipo de comercio... algunas fondas por allí de seguro se instalaron...
Y este fue uno de los patios, el más importante de esa casona, ahora sirve, según lo vi, como bodega de la Presidencia Municipal.
Aquí el techo colapsó totalmente, nos damos cuenta de cuales eran las técnicas de construcción en las que se entretejía el adobe, la madera y los revestimientos de barro cocido y pisos.
Otra parte que también se vino abajo del mismo edificio... alguien una vez me dejó un comentario en alguno de los artículos de haciendas en donde me decía que por qué el gobierno no restauraba todos estos edificios... creo que, ni con el presupuesto de dos Torres de Luz se podrían reparar, dada la cantidad tan grande que hay de magníficas haciendas que, luego de la Revolución, fueron abandonadas.
Aquí alcanzamos a ver el fondo de esa propiedad, por la estructura me imagino que era allí el sitio en donde reposaban y se alimentaban las mulas, burros y caballos de los viajantes del Camino Real de Tierra Adentro.
Sobrevive por allí este letrero en cantera que dice Farmacia del Sagrado Corazón... debajo notarás el buzón, de cuando la gente tenía la sana costumbre de escribir cartas... sigamos viendo más detalles de este interesante pueblo que nos deja ver cómo eran las poblaciones que florecían a la vera del Camino Real.
Este lugar es muy bonito.
ResponderEliminar¡Feliz día de San Valentín!
Que Dios te de mucha dicha.
SL2!!
Cuanta historia en estos pueblos...es bonito visitarlos. Saludos
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