El lugar donde veranearon los Mayas: Cuando la publicidad pide ayuda a la Historia

Hoy nos alejaremos muchos del rumbo de los rumbos del Camino Real de Tierra adentro y nos meteremos por los sacbé, los caminos blancos de la península de Yucatán, para dar un vistazo a los inicios de lo que es en la actualidad el centro turístico más importante de México. Me parece de lo más interesante que, en tan solo 40 años de la existencia de Cancún haya pasado de ser una asentamiento de 120 personas a una ciudad con 750 mil habitantes; número no exacto, por cierto pero que imagino, considerando que según el censo del 2010, el estado de Quintana Roo contaba con 1 millón 400 mil habitantes. En la foto vemos uno de los pósters con los que se promocionaba Cancún en el mercado de habla hispana y se anotaba el más grande barbarismo que pudiéramos imaginar: "El lugar donde los Mayas veranearon hace 1,000 años..."

En esta fotografía de Fonatur vemos lo que era la Isla de Cancún al principio, por allá de 1974, cuando, según se dijo como idea de lo más avanzado que en el momento podíamos aplicar, algo tan común como lo es hoy día el uso de la computadora; se decía que "Cancún había sido seleccionado por una computadora" luego de que los creativos de Fonatur introdujeron información de varios puntos de playa del país, el elegido, solo faltó decir que por los Dioses mayas, fue Cancún.

Usando esta fotografía del señor Jorge Lobo que aparece en el libro de Fantasía de Banqueros de Fernando Martí, nos damos una idea de lo que fue Cancún en sus inicios, esas casas que vemos en construcción fueron de los primeros hoteles de la Isla, quizá el más retirado del centro de la población en ese entonces; era cuando la cadena de hoteles Nacional Hotelera operaba El Presidente y La Pinta, los primeros en varios puntos del país, los segundos a lo largo de la península de Baja California. Quizá esta fotografía fue tomada en lo que se llamó Villas El Presidente, lugar en donde había, según lo vi por primera vez en 1982, cando llegué a vivir a ese lugar, una playa además de hermosa en extremo, de una dimensión descomunal. Al fondo la Punta Cancún, cuando aun no había nada. O era el Cancún Caribe?

Y el tiempo pasó, eran ya los últimos años de la década de los setenta del pasado siglo XX cuando Cancún se ostentaba como el lugar de veraneo no de los Mayas, sino de la élite que contaba con el dinero suficiente para costearse las vacaciones en el lugar más novedoso de México, el que "había sido elegido por computadora", el que por su diseño avanzado "no tendría la necesidad de usar semáforos" y, además, que "jamás será golpeado por un huracán". La realidad fue otra... En la foto vemos el que fuera uno de los pocos, por no decir que el único lugar de entretenimiento en esa década, el Mauna Loa, sucursal del que había en la ciudad de México y en donde se mostraban espectáculos polinesios... sí polinesios en el lugar donde veranearon los mayas.

Una de las playas que era una auténtica maravilla se llamaba Chac Mool, en ella había palapas y se contaba con un salvavidas; bueno, al menos había su torre de avistamiento. Recuerdo que en mis primeras incursiones a la palaya de Cancún, que fue al día siguiente de cuando llegué a vivir allí en junio de 1982 (hace ya 30 largos años), sentir el efecto de la frescura de la arena fue único, pero algo que me dejó marcado para toda la vida fue oler, oler no el mar, sino la playa, la cual me daba una sensación de miel. Sí, de miel, luego me dí cuenta de que el olor venía de una planta que crecía mucho en la playa, como la que vemos en la toma. Te darás cuenta de que el hotel Camino Real ya aparece al fondo.

En esa primera visita que hice a Cancún, un año antes de mudarme a vivir en ese lugar, al pasar por la Avenida Tulúm y ver sus espaciosas glorietas, los numerosos parques en mitad de cada "Supermanzana" el clima agradable, (era invierno), de inmediato me gustó el sitio y recuerdo muy bien que en 1981 estaba ya construido el monumento que se levantó para la Junta Norte Sur, luego me enteré que se le nombraba El Insectronic.

A los pocos días que llegué a Cancún, entré a trabajar al Hotel El Presidente. Mi primer empleo en la hotelería fue, como todo novato, en la recepción nocturna, elaborando la tediosa "sábana", la cual la tenía que "cuadrar" luego de ir a recoger "los muertos" de los pasillos del hotel y de hacer un "recorrido nocturno" por las "áreas".... todo un lenguaje nuevo para mi. Peor aun, adaptarme al turno de las 23:00 a las 7:00. Una vez me tocó "hacer un cuarto" a las 3 de la mañana, en otro, un excusado que... para que te cuento. Algo que me sorprendió en ese sitio, que fue de los primeros en operar en Cancún fue cuando el Ama de Llaves me contó de la necesidad que ella tenía al principio de usar un traductor maya-español para dar las instrucciones a las camaristas.

En este sitio también trabajé, era el Hotel Playa Blanca, allí llegué en 1983, cuando, de pronto Cancún se volvió el centro turístico más afamado, ya no del mercado europeo, como muchos pensaban, sino del norteamericano que comenzaba a tener el servicio de vuelos charter venidos, principalmente de Chicago. Operaban entonces los que fueron los pioneros del turismo masivo en Cancún: Thompson Vacations y Carefree Vacations, vendría luego Apple Tours y toda la historia cambiaria, ni que decir cuando se introdujeron los "Todo Incluido" algo impensable para cunado llegué a vivir a Cancún.

Aquí vemos el Aeropuerto cuando había dejado de ser aquella pista de aterrizaje con una palapa que había en lo que hoy es la avenida Kabah y se trasladó a donde hoy sigue, solo que, notarás el enorme crecimiento que ha tenido... recuerdo que uno llegaba tranquilamente y se estacionaba frente a la única terminal y al entrar a todos o casi a todos conocía, éramos pocos los que allí vivíamos, todo era tanquilidad, las casas bien podían quedarse abiertas, eso sí que era "pura vida", como dicen en Costa Rica.

Isla Mujeres era otro lugar de enorme impacto visual, cuando llegaba a la Playa Norte habitualmente no había humano alguno por allí. Detrás de esa especie de lagunita que se formaba frente al Zazil Ha, que era también un hotel de Nacional Hotelera, se formaba una especie de piscina, algo así como jacuzzi natural, era una cosa extraordinaria. Desconozco si existen aun esos sitios.

Y en el Sheraton también trabajé, fue una muy grata experiencia colaborar en ese proyecto, de ocupaciones altas, lleno prácticamente todos los días o, mejor dicho, sobrevendido todo el año de 1985 y parte del 86. Tengo entendido que 1987 fue el año de gloria de Cancún y en 1988 sería nuevamente el cambio de rumbo, luego de que el huracán Gilberto azotara y se dieran cuenta de que el hecho de haber sido "elegido por una computadora" y de que "allí nunca pegaría un huracán", hubo la necesidad, incluso, de instalar semáforos. La foto es del periódico UnomasUno, vemos el helicóptero donde el presidente de los Estados Unidos se movía para las juntas de la Junta Cumbre Norte Sur. Recuerdo que en el lobby del hotel se mantuvo un año el logotipo de la junta, hasta que, un buen día el Gerente del hotel (evito escribir su nombre) lo mandó retirar y fue tirado a la basura. Se que ahora sería un objeto importante del museo de historia de Cancún. Te contaré que de la basura saqué todos los sobres que me fueron posible rescatar con el sello postal de Primera Emisión del timbre conmemorativo de esa junta, sí, de la basura.

Pues bien, estos 30 años de historia de Cancún, este, digamos capítulo, que se abrió con el póster en que usan la idea de los Mayas, pensando en que ellos "veraneaban" por allí.... evito más comentarios de la frase y veo que en este 2012, Cancún nuevamente se ampara del legado histórico... me encantaría vivir el otoño en ese sitio, más aun en Yucatán, para ser testigo del cambio de era, considerando que el siguiente cambio será dentro de 5,200 años, en el 7,212...

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Nota: Las fotografías que no anotan procedencia y que les puse mi nombre, las tomé de unas hojas que sobrevivieron en una caja y la humedad de 20 años de estar guardadas, no tengo las referencias de cómo se llamó ese libro fotográfico, pero eran de esos que vendían en las tabaquerías de los hoteles como recuerdo de Cancún, perdí la portada y muchas hojas, de lo contrario daría el crédito correspondiente. La última la tomé de un anuncio que sobre Cancún se publica actualmente.

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Tengo varias fotografías, al menos dos rollos, del Cancún de 1983 y 1984, pero las tomé en diapositiva y no las he podido aun digitalizar, si lo llego a hacer, te mostraré aquello cuando eramos pocos los habitantes del lugar.