Es, lo decíamos ayer, el templo de Santa Rosa de Viterbo, el recinto más bello que hay en Querétaro. Al entrar allí lo que experimenté fueron una serie de emociones encontradas que, desde el punto artístico genera una excitación al ver la belleza de formas, la riqueza manifiesta y palpable en los retablos que, dicen, están recubiertos con el oro del más alto kilataje y, en donde las emociones chocan es al ingresar en un recinto de bandera franciscana en donde, su fundador lo que pregonó durante su paso material por este mundo fue la pobreza y humildad, cosa que no se ve por ningún lugar.
Pero aquí lo que nos interesa es ver la riqueza artística, la parte filosófica y el discurso cuerdo a las ideas de los religiosos, (usaré el término foxiano de los religiosos y las religiosas) que al parecer en este templo no aplican. Leo unos datos que van más allá de los que encontramos en todas las guías turísticas que se limitan a decirnos que el órgano lo construyó Ignacio Mariano de las Casas, que Francisco Martínez Gudiño fue el maestro entallador que realizo la magnífica obra y que fue José Velázquez de Loea quién "apoginó", diría mi abuela, el dinero para la construcción. La ortografía es la original, curiosa la sintaxis que se usa, la adecuada para la época.
"El real Colegio de Santa Rosa de Viterbo de Hermanas Terceras enclasutradas de N.S.P.S. Francisco, que se fundó en esta ciudad en sitio y posesión que por los años de mil seiscientos setenta era un pobre, pero honrado y virtuoso vecino suyo, nombrado Juan Alonso, el qual dexó tres hijas, que después de su muerte fabricaron en él unas celditas de adove para vivir en éllas, baxo la direcció del Ven. P. Fr. Francisco Frutos, Misionero Apostólico del Colegio de la Santa Cruz de esta Ciudad, una vida recogida y virtuosa: y desde entónces vistieron el hábito descubierto de la Tercera Orden de San Francisco.
"Después de la muerte de éste Ven. Padre se fueron agregando á aquellas tres retiradas doncellas algunas otras niñas de horadéz y buenas inclinaciones, por consejo del Ven. P. Fr. Antonio Margil de Jesús, Misionero Apostólico del sobre dicho Colegio de la Santa Cruz, y baxo el amparo y protección de aquel grande y verdadero padre de la patria y de los pobres, el Br. D. Juan Caballero y Ocio, quien les fabricó hácia los años de mil seiscientos noventa y nueve, en la huerta de la casa en la que vivían, un Oratorio pequeño para que hicieran sus exercicios de penitencia y rezaran sus devociones.
"Fue la primera Rectora de este Colegio la mayor de las tres hijas de Juan Alonso, que era Francisca de los Ángeles, doncella de gran virtud y espíritu. Con gran destrabajos y fatigas estuvieron viviendo en este recogimiento y arreglo hasta que el Excmo. Sr. D. Baltasar de Zúñiga, Duque de Arion y Marqués de Valero, Virrey de México, les impetró del Rey nuestro Señor, quando pasó de Presidente al Supremo Consejo de las Indias, una Real Cédula con fecha de veinte y nueve de Julio de mil setecientos veinte y siete, para que asegurasen su estabilidad y permanencia, erigiéndose en Colegio Real con el título de Santa Rosa de Viterbo. Posteriormente les expidió N. SS. P. el Señor Clemente XII una bula dada en Roma el día once de Julio de mil setecientos treinta y dos, en que manda eestén sujetas siempre al Ordinario, y en que las hermanas con la Religión Seráfica, concediéndoles todas las Gracias, Indulgencias y Privilegios que se gozarían si estuviesen sujetas a dicha Sagrada Religión.
"Quando recibieron estos admirables privilegios vivían con gran trabajo en un pequeño Colegio, que tenía una Iglesia muy reducida, en el que estuvieron hasta que el Teniente Coronel D. Joseph Velázquez de Loera, segundo Juez de la Real Acordada, les fabricó un famoso Colegio con claustro ó corredores altos y baxos, y con el suntuoso Templo y hermosa Sacristía que ahora tiene; todo ello de tan fina y arreglada arquitectura, que es una de las mejores obras que ilustran y ennoblecen esta Ciudad.
"Se dedicó la Iglesia en los días veinte y dos, veinte y tres y veinte y quatro de Enero de mil setecientos cincuenta y dos, con tres magníficas funciones, la que es ciertamente muy hermosa y está vistosamente adornada de bellísimos Colaterales: su Sacristía se halla proveida de paramentos sagrados, y todo con tanto esmero y limpieza, que siempre se celebran allí los divinos Oficios con la mayor decencia y devoción. En el día está habitado este Colegio de muchas Hermanas de hábito y un gran número de niñas, que están allí recogidas, guardando clausura voluntaria. Se observan en él sus Reglas y Constituciones particulares con tal exactitud y vigilancia que pueden juzgarse sus individuos como unas Religiosas las más austeras y observantes.
"Venérase en el Coro baxo de este Colegio, en un nicho de cristales, una hermosísima efigie de cuerpo entero de bulto, de cosa de una vara, de su gloriosa Patrona y Titular Santa Rosa de Viterbo, de hechura napolitana , tan perfectamente acabada que es el encanto de quantos tienen la dicha de verla y venerarla. En este virtuoso Colegio han florecido muchas individuas suyas, insignes en virtud y santidad; pero éntre ellas se ha distinguido ciertamente sus dos VV Fundadoras..." (1)
Te recomiendo ir con ojos curiosos a este templo y con el tiempo suficiente para admirarlo en lo mucho que allí hay que ver, procura informarte a que hora hay oficio para que no lo interrumpas, y ve preparado para ver las cosas más maravillosas que la creatividad humana desarrolló a finales del siglo XVIII en la muy noble y leal ciudad de Querétaro.
Los retablos que verás son los del Perdón, el de San Francisco de Paula o Abacial, el de Guadalupe y el de San José. Te comparto más fotografías con detalles que allí encontré.
Fuente:
1.- Glorias de Querétaro en la fundación y admirables progresos de la muy I. y Ven. Congregación Eclesiástica de Presbíteros Seculares de María Santísima de Guadalupe de México. José María de Zelaa, Carlos de Sigüenza y Góngora. 1803.
Es fascinante, sí... Te felito por las perspectivas tan especiales, lo que captas, encuadras y deseas transmitir. Te quedan muy bien las fotografías que denotan lo que vería uno mismo con la cabeza totalmente hacia arriba.
ResponderEliminar