miércoles, 2 de mayo de 2012

El jardín de los encuentros. San José del Cabo, Baja California Sur.

 El día de hoy nos alejamos un poco del tema rector de este espacio que es la Historia, las costumbres, tradiciones y el entorno natural. Creo, en buena medida, que esto que hoy veremos dejará testimonio para la historia de la vida cotidiana en México cuando se esté estudiando por allá del 2050 o más adelante. No es nada que nos quite el aliento en estos días, pero sí es algo que me llamó la atención cuando me di cuenta de lo que en este sitio está sucediendo. Hace poco te contaba que, con motivo del Día de la Tierra, decidí limpiar toda la zona en rededor del jardín que vemos en la fotografía. Te contaba que es uno de los pocos, sino el único, espacio verde que hay en San José del Cabo, que está bien mantenido y se conserva verde todo el año a fuerza de regarlo diariamente en abundancia. El lugar es muy tranquilo, son pocos los paseantes que llegan y es habitual que merodeen por aquí parejas de inquietos jóvenes.

 Todo comenzó cuando, levantando la basura, encontré un empaque de condones. Más adelante encontré otro y otro más. En realidad ya los había notado desde antes pues, los envoltorios de papel metálico siempre brillan y me había percatado de su existencia, solo que no les había puesto atención como ahora lo estaba haciendo. Así que, apreció el tercero, el cuarto y así sucesivamente.

 Este jardín no es que esté precisamente escondido, mucho menos oscuro, por el contrario, tiene acceso por los cuatro costados. Si bien es poco transitado, no se vive una plena soledad ni mucho menos una intimidad tal como para desarrollar encuentros corporales... eso era lo que pensaba, pues, ahora, al notar la abundancia de preservativos mi "inocente" teoría se viene abajo.

 El cómo se da o cuándo se da, sinceramente no me interesa averiguarlo, simplemente me llama la atención la abundancia de vestigios, cosas que hace tiempo serían impensables, ahora son tan comunes y tan corrientes y tan normales que pasan, casi desapersividas.

 No me meto ni critico la vida de nadie, estoy más que convencido de que en este país gozamos de la libertad que nos deja ser y hacer lo que gustamos, simplemente me llama la atención el haber encontrado tal profusión de artículos propios de la incontrolable pasión juvenil. Y con esto comprobamos que, así como lo dijimos el día del libro: "dime que lees y te diré quién eres", ahora lo cambiamos a "dime que basura hay y te diré lo que allí pasa"....









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