Hoy es el día de San Juan Bautista, 24 de Junio, día asociado con el agua, con la llegada del verano y con el reverdecimiento. En términos religiosos es él el que anuncia la llegada del Mesías, al decir aquello de que ni siquiera él es digno de abrochar sus sandalias, se dice que la madre del uno y la del otro, (Isabel y María) que eran primas, cuando se encontraron, ambas estaban embarazadas y sus niños brincaban al estar tan cerca. Pero aquí no es cosa de evangelizar, ni dogmatizar, sino de tratar de entender las razones por las cuales nuestro Calendario se va colmando de festividades en fechas tan precisas como lo son los Solsticios, pues acabamos de tener el de Verano y justo 3 días después aparece el nacimiento de Juan el Bautista, que equilibra la perfección del circulo al tener justo en el otro punto (a 180°) el 25 de diciembre, 3 días luego del solsticio de Invierno, el nacimiento de Jesús.
Hay una festividad, que no conozco, o en todo caso es un concepto que se llama "los Juanes", se refiere al periodo que va de del verano al invierno, queda entre los solsticios y lleva ese nombre porque se asocia a San Juan Bautista (24 de junio) con San Juan Evangelista (27 de diciembre), pero también está asociado a lo que cada uno representa: el Bautista, la llegada del Mesías, el Evangelista la muerte del Mesías, es decir, el Alfa y Omega, principio y fin.
Y algo más encierra esta festividad, la cual cae justo a la mitad de una más de las varias cuarentenas que a lo largo del año tenemos que son conocidas como la Cuaresma, que son los 40 días previos a la Semana Santa, o los 40 días que van de la Navidad a la Candelaria y que es la cuarentena de la purificación (como antes se usaba, por ejemplo, cuando una mujer paría, tenía que entrar en cuarentena). Otra cuarentena es la que va de la Resurrección a la Ascensión, esta en la que ahora estamos que va del Corpus Christi al Carmen, y otra más que conocemos como Canícula, que es una cuarentena en donde el calor se incrementa (en Europa) marcada por la Virgen del Carmen y concluida con el Apóstol Bartolomé.
Quienes sean curiosos, como yo, en cuestiones numéricas y calendáricas, entenderán el valor del 40, y que al multiplicar el 40 por 9, otro número usado en las simbologías católicas, tenemos el 360, que es la duración del año. Me dirás que faltan 5 días, para ello los antiguos mexicanos tenían la fórmula perfecta pues le agregaban 5 días "inexistentes" al calendario solar de 365. En fin, hoy es día de San Juan, estoy de vuelta de la fiesta en el barrio que lleva su nombre, cerraré mi sesión y me iré a un rancho llamado de San Juan, allá habrá otra fiesta, pues sí, hoy es día de fiesta, es el día de las fogatas, es el triunfo de la luz, es la noche más corta del año.
Nota: Aquí en Salamanca, el barrio de San Juan es de los más antiguos, se localiza justo a un lado del río Lerma, la tradición hace tiempo era ir allí a bañarse justo el día de San Juan, tiempos en que las aguas de los ríos en México corrían limpias. Razón por la cual, la ofrenda que recibes hoy es un jabón, jabón que, dicen, curará alguno de tus males. Tradiciones que, por fortuna, sobreviven para nuestro Patrimonio Inmaterial.
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