viernes, 11 de septiembre de 2015

El origen de las cruces atriales en México y su relación con el altépetl azteca

  Fue hace un par de años que, luego de leer y releer, de ver y volver a ver cruces atriales, las cuales pensaba, con cierta inocencia, había solo media docena de ejemplos en México, y al rebasar la media docena y luego la docena y luego darme cuenta de que era imperativo tener una cruz atrial que no propiamente se colocaba en el centro del atrio, sino que delimitaba, de algún modo, el área que el templo tenía y se colocaba en la esquina de ese atrio-cementerio que mi idea de las cruces atriales cambió. Más aun cuando supe sobre los Humilladeros.

 Vimos que la tradición comienza en Grecia y que eran los marcajes del camino, se les llamaba herma, se ubicaban "en los límites de fincas y estados y en las puertas de las ciudades así como en sus calles y plazas. También se usaban pequeñas hermas como pilastras y como soportes en muebles y utensilios.  pasarían luego a la tradición romana. (...)  Las hermas de todos los tipos eran muy solicitadas por los romanos ricos para decorar sus casas y villas. También se afirmaba que las usaban como postes para enrejados ornamentales de los jardines, en cuyo caso solían estar adornadas con los bustos de filósofos y eminencias, algunos de los cuales pueden verse en los Museos Vaticanos y otros, con agujeros cuadrados en los hombros en los que se insertaban las barandillas. Sin embargo, estos agujeros cuadrados también están presentes en antiguas hermas griegas, en cuyo caso probablemente fueran los huecos para las proyecciones antes mencionadas, de las que se colgaban guirnaldas".

  De griegos pasaron a romanos y fueron ellos quienes llevaron la tradición a la Hispania, en la que, al paso del tiempo adquieren tintes católicos creándose así el Crucero. "El crucero es un monumento religioso constituido por una cruz generalmente de piedra (en menor medida, los hay construidos en madera) sobre un pilar, situado en un lugar público, principalmente encrucijadas (cruces de caminos), atrios de iglesias o lugares elevados. Puede formar parte de un Vía Crucis. Se trata de uno de los monumentos más característicos de Portugal y Galicia (donde se denominan cruzeiros y cruceiros, respectivamente), aunque también se puede encontrar en otros puntos de la Cornisa Cantábrica o en Castilla y León (por ejemplo, en Sepúlveda). También existen en otras partes de España, con diversas características y nombres, por ejemplo, cruz de término, cruz cubierta, y otros. Por herencia cultural ibérica, también son abundantes en la arquitectura colonial de Brasil. En Irlanda, Bretaña e Inglaterra, también es posible encontrar cruceros, sobre todo frente a lugares religiosos." (Wikipedia.)

  Es así como la idea, ya florecida en España que aun no era España sino los reinos de Castilla, León, Aragón y demás, al poco después es traída a México y fue en Nueva España que toma carta de naturalización con una serie de ornamentos, todos pasionales, y colocada, en la mayoría de los casos, al centro del atrio, como reminiscencia de la tradición nahua, de su cosmovisión del número 5, el ombligo en el cruce de caminos. Pero creo que esa es una idea sumamente romántica según lo acabo de comprobar en reciente visita a Cuernavaca en donde, al ver la sala Novohispana encuentro esto que verás en la siguiente imagen.

  Para interpretar cabalmente la representación debemos, primeramente saber que la cruz, en donde ocurrió la crucifixión fue en el monte Calvario, que quiere decir "el cerro de la calavera" por la creencia de que allí fue sepultado Adán.  Y sucede, casualidades de la vida, que era precisamente con un cerro o tépetl que se representaba a un pueblo en los códices mexicas, esta representación se conocía como Altépetl (del náhuatl āltepētl, de āl- '[relativo al] agua' y tepē(tl) 'cerro, montaña'). Creo estamos ante una importante mimetización o, en todo caso, sincretismo de ideas.

  El Altépetl sigue vigente aun en nuestros días pues en el Estado de México, para identificar a un municipio se usa esta iconografía. Así pues, para interpretar debidamente el significado que fueron adquiriendo las cruces, que llamamos atriales en México debemos primero conocer lo que era el altépet y cómo fue otro elemento que, sin pensarlo, ayudó a hacer más "suave" la otra conquista, esa que Ricard llama "La conquista espiritual de México".

  Una verdadera cruz atrial, está al centro de atrio, en esta imagen vemos la cruz atrial de la Catedral de Cuernavaca.

  Una cruz "atrial" que está sí en un atrio, no al centro, y es arriba de un cerro, en Amecameca, Estado de México, por cierto, ya desaparecida.

 Una cruz ni atrial ni de crucero, en las colinas de Galicia, España.

  Una cruz de crucero, en uno de los muchos templos que hay en el Camino de Santiago, por el norte de España.

  Una cruz atrial, en la parroquia del Carmen en Tlalpujahua, Michoacán.

  Una cruz de crucero, en algún camino al norte de España.

 Una cruz atrial, en una capilla de un cementerio, por el rumbo de Mchoacán.

  Una cruz "atrial" que está colocada en lo alto de una torre, en Salamanca, Guanajuato.

  Una cruz atrial en el templo del Señor de Mapethé en el Cardonal, Hidalgo. Y toda esta teoría la reforzaré dentro de poco cuando te comparta algo que descubrí caminando por las calles de Cuernavaca, Morelos.

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