250 años han pasado de la dedicación del templo Jesuita en Guanajuato y 249 años se cumplirán dentro de poco (en 2017) de la expulsión de los Jesuitas de los territorios de la Corona española. El problema creado fue mayúsculo en todos los sentidos, el más fuerte fue con la feligresía que tenía mucho contacto con los sacerdotes de la Sociedad de Jesús, hubo alzamientos en diferentes lugares, al final tuvieron que salir con aquello que llevaban puesto. Uno de ellos logró llevar sus apuntes, y de allí fue que se basó para su Historia de Méjico, me refiero a Francisco Xavier Clavijero, otros ni siquiera llegarían al puerto de Veracruz para embarcarse rumbo a Italia. El problema fue mayúsculo en la educación ya que varios de los establecimientos que hoy día son Universidades estaban administrados por ellos; un problema aun más fuerte fue el generado por la gran cantidad de propiedades que los Jesuitas tenían en Nueva España, entre ellos varias de las más grandes haciendas productivas del reino, mismas que se irían a remate. Esto dio por origen la creación de una institución, la de Temporalidades. Por si te has preguntado que fue eso, aquí una interesante descripción:
"Bajo el nombre de temporalidades se designaban varios bienes consistentes en fincas y capitales que fueron nacionalizados antes de las leyes de Reforma y son los siguientes: los bienes de los Jesuitas ocupados y administrados por el Gobierno español desde la expulsión de aquellos y la historia de los cuales bienes puede verse en la Historia de la Real Hacienda, tomo 59, donde aparece que entre otros bienes poseía aquél instituto ranchos y terrenos, 130 fincas rusticas entre haciendas, sin contar las urbanas y los Colegios de San Pedro y San Pablo, San San Andrés, la Profesa, San Ildefonso y San Gregorio en México; del Espíritu-Santo, San Ildefonso y San Javier en Puebla; y además otros colegios en Tepozotlán, Celaya, San Luis de la Paz, Villa de León, Guanajuato, Valladolid (hoy Morelia), Guadalajara, Zacatecas, Chihuahua, Parras, Parral, Veracruz, Páztcuaro, Oaxaca, Durango, San Luis Potosí y las misiones de California y Filipinas. Estos bienes fueron enajenados por el Gobierno mexicano á vil precio por operaciones de agiotaje en 1842 á 1843 y entre ellos figuraban los pertenecientes á la fundación que para misiones de California hicieron el Marqués de Villa Fuerte y Da. Francisca Paula Arguelles, y consistían en fincas rústicas y urbanas (una de ellas, donde hoy está el teatro nacional) y la hacienda de la Compañía que agregó Carlos III y la de Arroyozarco hoy de propiedad privada. La misma suerte corrieron los bienes de la Inquisición y los destinados á misiones de Filipinas y los de parcialidades. La presente reseña histórica de los bienes del clero debe completarse con la que hacemos de la legislación en materia de Libertad Religiosa en el párrafo respectivo, con las leyes que se insertan en el capítulo de nacionalización y muy principalmente con el estudio de Personas Morales con que cerramos esta introducción, en el cual estudio analizamos filosófica y jurídicamente los derechos de las personas morales ante la ciencia de la justicia y ante la ciencia de la economía política."
Fuente:
Pallares, Jacinto. Derecho Civil Mexicano. Tipografía Artística. México, 1897. pp. XLV-LI
No hay comentarios:
Publicar un comentario