sábado, 3 de marzo de 2018

Ahora sí nos montamos en el tren de la nostalgia... el cabús

   En el episodio anterior mencionaba aquello del "tren de la nostalgia", esta vez, a través de las imágenes nos subiremos a ese tren. En lo personal tuve la oportunidad de hacer un "último" viaje en tren, fue en 1987 y lo hice de Veracruz a la Ciudad de México, fue extraordinario, especialmente la segunda etapa, ya que la primera va en plano, cruzando cañaverales, y una vez llegando a Orizaba, comienza el ascenso y aquello fue una verdadera explosión de colores, formas, olores y escenas. El trópico y su exuberancia que, llegando a la altura, una vez cruzada la Sierra Madre Oriental, los valles poblanos hicieron su aparición...

   ...el viaje, luego de 8 horas se tornó un poco aburrido, tedioso... lo peor fue cuando entramos en Apan, en los llanos, pues, de pronto se oyó un grito: cierren las ventanas! Eramos pocos los que estábamos en el vagón, y el boletero corrió a lo largo checando que estuvieran cerradas las ventanas ¿Qué pasa? me pregunté... al poco comenzaron a sonar ruidos extraños... eran piedras que caían directo a las ventanas... tradición era en ese tiempo que los niños, sin mucho oficio, arrojaran piedras contra el tren... a la ciudad llegamos a las ocho o nueve de la noche... fue un viaje pesado pero sumamente interesante, el último que hice a bordo de un tren mexicano.

   El tren me trae una docena (o varias) de recuerdos... aquella vez que la "burra", el tren que iba de Salamanca a Valle de Santiago masacró una recua de burros... cuando llegué al lugar de los hechos vi una enorme bolsa estomacal de uno de los asnos que aun se movía... fue cosa espeluznante. Recuerdo cuando me mandaban a dejar las cartas al buzón de la estación pues se pensaba que depositándolas allí llegarían más pronto... y cuando iba a poner moneditas, de los "veintes" de cobre que entonces había para que quedaran aplastados por el tren... tantas, tantas cosas recuerdo que hoy día me es inevitable ir cada domingo a caminar a lo largo de la vía... 

   Y como no hay plazo que no se cumpla en esta vida... es ahora, estando en San Luis Potosí, que logro conocer algo que siempre quise conocer: un cabús (caboose) por dentro.










   ... sí, en efecto, un balazo...





El balazo.

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