jueves, 10 de septiembre de 2020

El reino de la espadaña: los templos católicos franciscanos yucatecos (Parte 2).

  Seguimos recorriendo el estado de Yucatán en búsqueda de sus características construcciones, de origen franciscano en su primera etapa de evangelización en el siglo XVI. Los datos que ahora comparto son los que ofrece una de las reseñas más confiables que hay, la del fraile Cogolludo que hace una narración de cómo estaban organizados al comenzar el siglo XVII. 

   “La administración de los santos Sacramentos y predicación evangélica para los indios de este obispado y gobierno de Yucatán, está repartida entre la clerecía en esta provincia de San José, sin que en tiempo alguno hayan tenido administración religiosos de otra religión y está la división en ésta forma:

  La clerecía tiene 22 doctrinas que son beneficios curatos, que se proveen según el orden del real patronato en concurso público. Los religiosos tenemos 35 conventos que tienen administración de indios, y en ellos hay guardianes electos en los capítulos provinciales, y los ministros doctrineros de ellos están asignados y presentado, según la forma que la voluntad real tiene expresada para la justa conservación de su real patronato siendo unas veces los guardianes juntamente ministros, y algunas otros distintos religiosos, conforme más o menos lengua saben. Hay también otras dos doctrinas, en cuyos conventos su superior no tiene título de guardián sino de vicario, aunque también electos en capítulo, y los padres dominicos administran una vicaría en Tabasco. Descendiendo a ellas y a sus pueblos anexos, o visitas, que tienen pila bautismal, a sus titulares y patrones son la siguiente:

  En la ciudad de Mérida hay un cura que reside en la catedral el cual administra los indios criados de españoles y es beneficiado propietario de  pueblos de indios extramuros de la ciudad, barrios de ella, cuyos titulares de iglesias son Santiago, Santa Catalina, San Sebastián y Santa Ana, y los pueblos se nombran, y diferencian con los nos nombres de estos santos.

                   
   El beneficio de Tixkikob tiene seis pueblos de administración con la cabecera, cuyo titular es nuestro padre San Bernardino de Siena, fue convento nuestro hasta el año de 1602 y su último guardián el venerable padre Fr. Alonso de Solana. Sus visitas son los pueblos de Tixpeual, titular de su iglesia San Martín Obispo, el de Euán titular San Luis Obispo de nuestra religión; Noló tiene a San Bartolomé, Ekmul la Asunción de Nuestra Señora  y Yaxkukul la pura Concepción.

                   
   El beneficio de Hocabá fue también convento nuestro hasta el año de 1602, su último guardián el padre Fr. Francisco Piña. La iglesia de Hocabá tiene por titular a nuestro padre San Francisco, las de sus pueblos Tzanlahcat la Asunción de Nuestra Señora, y en aquel asiento están otros dos pueblos, Huji y Tixcamahil, del de Zahcabá es titular San Juan Evangelista, del de Hiji, San Pedro Apóstol.

                 
  El beneficio de Hoctún que fue fundación nuestra, y pertenecía a la administración del convento de Hocabá, tiene por titular a San Miguel Arcángel; por visitas los pueblos de Xocochel, San Juan Bautista, de Tahmec a San Lorenzo y el de Zeyé a San Bartolomé Apóstol.

                 
  El beneficio de Sotuta fue convento nuestro hasta el año de 1581, su último guardián el padre Fr. Pedro Magaña; titular San Pedro y San Pablo. Sus visitas son los pueblos de Tibolón, que tiene por titular a San Juan Bautista, el de Tabí los Santos Reyes, Ceyeuzhí Santiago el Mayor, los de Yaxá y Cantamayec, que están en un asiento a San Andrés Apóstol.

               
   El beneficio de Yaxcabá que también era administración nuestra del dicho convento de Sotuta, tiene su cabeza por titular a nuestro padre San Francisco. Sus pueblos son Mopila, titular Sn Mateo Apóstol, Tixcacal San Juan Bautista y Tacchebilchen la Exaltación de la Santa Cruz.

               
  El beneficio de Peto tiene por titular su cabeza la Asunción de Nuestra Señora: los pueblos de visita, que son el de Tahdizu a nuestro padre San Francisco, el de Zsucacab a Santa María Magdalena y el de Calotmul (Chacsinkin) a San Pedro Apóstol.

               
Continuará...

             

             

             

             

             

             

             

             

             

             

             

             

             

             
Fuente:

Fray Pedro López Cogolludo. Los tres siglos de la dominación española en Yucatán. Tomo I. Impresor, José María Peralta. Campeche, 1842, pp. 297-298.

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