jueves, 3 de mayo de 2012

La construcción del Camino Real de Tierra Adentro

 Al pasar por el norte del Estado de Guanajuato y en buena parte de Zacatecas vamos encontrando vestigios de lo que fueron los portentos de siglos pasados, cuando el agua por estos rumbos abundaba y en consecuencia las cosechas era pródigas. Se requerían de graneros enormes para almacenar allí la producción y luego comenzar el complicado proceso de distribución. Muchos de estos vestigios los encontramos a la vera de lo que fue el Camino Real, en ocasiones encontrándonos con que la moderna carretera por la que vamos pasando formaba parte del trazo original. Imposible sería proteger tan abundante patrimonio, se requeriría del esfuerzo de muchos, se caería en pleitos de posesión y en el consecuente problema de mantenimiento. Apoyándonos en lo escrito por el padre Marmolejo en sus Efemérides, veamos algo de los inicios del Camino Real de Tierra Adentro.

 "En 1542 abre Sebastián de Aparicio el camino carretero de México, a los estados del interior de la República, pasando a inmediaciones de Guanajuato, cuyo lugar visita más tarde repetidas veces, con su tren de carros. Este venerable personaje nació en España a principios del siglo, y pasó a México en 1531. El único camino que entonces existía en el país, era el que servía para asegurar la base de las operaciones militares y para introducir de Veracruz a Méxco los diferentes objetos necesarios para el consumo y la defensa de la naciente colonia.

 "Aparicio comenzó a hacer viajes por él, de la ciudad a las costas, conduciendo sus cargamentos en grandes y pesadas carretas tiradas por bueyes, debiéndose a él la ventaja de haber introducido entre nosotros este género de medios de transporte. Permaneció de esta manera hasta la fecha puesta arriba de 1542, en que dispuso trasladar su tren de carros al interior: el camino no existía pero fue abierto por él mismo a fuerza de trabajos y venciendo las más graves dificultades, no siendo la menor, el que todo el territorio que atraviesa, se hallaba entonces asolado por tribus de indígenas bárbaros y feroces.

 "Sin embargo esta constancia tuvo su premio, y pronto penetró Aparicio con sus carros hasta las minas de Zacatecas, que eran el punto donde principalmente se dirigía, sin dejar por esto de visitar frecuentemente las poblaciones del tránsito y algunas otras. Continuó en este ejercicio durante muchos años; el de 1574 tomó el hábito de San Francisco y murió en 1600 en el convento de Puebla. Sus virtudes fueron en grado heroico; pero no cabe en nuestro plan referirnos detalladamente, bastando decir que fue colocado en el catálogo de los bienaventurados, que veneramos los Católicos en los altares..."

 Efectivamente, Sebastián de Aparicio fue beatificado, su festividad se celebra el 25 de febrero y es el patrono de los conductores de vehículos. Así pues, tenemos que un santo fue el que construyó el Camino Real de Tierra Adentro; mejor dicho un beato. Sus restos se encuentran en Puebla en una capilla anexa al conjunto franciscano.

 Y sucede que, cuando andamos por esos caminos, encontramos una constante en él, son los árboles que conocemos como Pirules, los cuales son originarios del Perú y fueron introducidos por un virrey, el cual dispuso que se fueran aventando las semillas a lo largo del camino para que, con el tiempo, éste tuviera una sombra constante. Veamos...

 "En 1570 el Excelentísimo Sr. Don Martín Enríquez de Almanza, cuarto virrey de la Nueva España, visita por este tiempo la minas de Guanajuato, que habían tomado notable incremento; pero que se encontraban a la vez frecuentemente amagadas por incursiones de los chichimecas y guachachiles, que más de una vez habían pretendido quemar la población. Se dice que ese Virrey, al verificar este viaje trajo consigo una gran cantidad de semillas del árbol del Perú, para propagarlo por el interior del país; y que el mismo, desde su carroza, arrojaba dichas semillas a ambos lados del camino".

 Un siglo y medio había transcurrido desde el inicio de la construcción del Camino Real, las minas había prosperado mucho en la zona norte del virreino, Guanajuato, Zacatecas, Durango, se encontraban ya conectadas por esta vía de comunicación la cual se extendía más al norte aun, llegando hasta Santa Fe de Nuevo México. Los Chichimecas habían sido sometidos desde hace tiempo, el tránsito por el Camino Real era, aparentemente, menos penoso, pero los bandidos y salteadores ya habían hecho aparición, se convertirían en un auténtico flagelo para las comunicaciones.
 "El 23 de mayo de 1705 manda el rey Felipe V que sean enérgicamente perseguidos los ladrones y salteadores que han vuelto a infestar los caminos de una manera tal, que hace preciso un ejemplar castigo. En esta fecha protesta su obediencia al mandato real el Alcalde Mayor de Guanajuato, aunque asegurando que ha tenido siempre gran empeño en cumplir su deber, persiguiendo a toda clase de criminales".

 El tema del Camino Real nos sigue dando mucho material, y seguramente habrá muchísimo más por aprender... mientras eso sucede, te dejo unas fotografías más, tomadas a la vera del Camino Real en su paso por el norte del estado de Guanajuato...





3 comentarios:

  1. Una entrada muy amena, es bueno volver al camino. Saludos.

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  2. Felicidades, he aprendido algo nuevo sobre los pirules y por que hay tantos en los caminos reales.

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