Fue el 23 de junio de 1526, apenas cinco años luego de la caída de la Gran Tenochtitlán, que desembarcan los primeros frailes dominicos, tardarían poco más de un mes en llegar a la ciudad de México, lugar en donde estaban ya asentados los franciscanos; los "doce" que apenas dos años antes habían llegado con la consigna de evangelizar el territorio recién conquistado del cual no tenían la menor idea de sus dimensiones. Lo que vemos en la fotografía es el altar mayor del Templo de Santo Domingo en la ciudad de México.
Para 1530 inician la construcción del que sería el primero de los tres templos dedicados al creador de la Orden de los Predicadores (OP) que es otro de los nombres con el que se conoce a los Dominicos, les fue asignado un terreno al norte de la ciudad de México, apenas tres calles arriba del sitio dedicado para levantar la Catedral. Los dominicos estaban situados hacia el poniente, en lo que fue, durante el siglo XVI, el límite de la ciudad. Al año siguiente se independizan de los dominicos establecidos en la Isla Hispaniola al fundar la Provincia de Santiago, teniendo como sede precisamente ese templo primitivo. En la fotografía vemos un acercamiento a la parte superior del altar mayor, obra de Manuel Tolsá.
Concluida, por así decirlo, la primera etapa de la evangelización, con más españoles asentados en México y la nueva generación de criollos que requería de templos más espaciosos, deciden construir un nuevo templo, más amplio, justo en la esquina de lo que hoy conocemos como República de Brasil y República de Venezuela, la obra la inician en 1556. Ya para ese entonces el Camino Real de Tierra Adentro se había medianamente construido pues las minas de Zacatecas ya estaban en operación, las de Guanajuato estaban iniciando. Y el punto de partida no era la Catedral, mucho menos lo que ahora conocemos como zócalo ya que la Catedral Metropolitana fue colocada, su primera piedra, en 1571, año en que, coincidentemente, es fundado el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición comandado, precisamente, por los Dominicos.
El segundo templo fue seriamente dañado luego de una de las constantes inundaciones que había en la ciudad de México, hubo la necesidad de construir un nuevo templo que es el que conocemos actualmente, en el terreno donde se encontraba el edificio inundado se construyó la sede del Tribunal del Santo Oficio. Era el año de 1717, veinte años tardaron en costruirlo. Fue el maestro Pedro de Arrieta quién se encargó de la obra. Arrieta fue también el encargado de construir otros templos emblemáticos de la ciudad, uno de ellos la antigua Basílica de Guadalupe, la que fuera Colegiata; así como el templo jesuita de La Profesa.
En 1754, cuando se termina la torre, ésta se vuelve la construcción más alta de Nueva España. Vemos ahora uno de los once altares laterales o capillas, esta es la del Señor del Rebozo, imagen traída de España en el siglo XVII. Los otros son los de San Pedro mártir, la Virgen Dolorosa, la Divina Providencia, la Virgen del Rosario, Santa Catalina de Siena, el Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora de la Luz, San José, Nuestra Señora de Guadalupe y San Martín de Porres.
En una de estas capillas encuentro un santo, de los no muy conocidos, que vistió el hábito de los Predicadores, el italiano San Jacobo de Mevania. En el Calendario de Galván aparece como Jacobo de Bevaña, con festividad el 23 de agosto. Una de las cosas que me llama la atención es que ocho de los once altares estuvieron dedicados originalmente a otros santos. Esto me confirma, en buena medida, eso de que hay santos que se ponen de moda...
Por ejemplo, el actual retablo o capilla, o lateral, dedicado a la Dolorosa, antes lo fue de San Crispín; quizá esto debido a que, siendo el santo patrono de los zapateros, su gremio, fuerte en la época colonial patrocinó ese altar. En el caso del dedicado a la Divina Providencia, lo fue a San Raimundo de Peñafort, santo dominico de origen catalán. Tenemos también que antes San Vicente Ferrer, santo valenciano, tuvo su capilla, la cual es ocupado ahora por San Martín de Porres.
El caso de la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe tiene una hermosa pintura de alto valor artístico ya que fue elaborada por Juan Correa. Correa, Villalpando y Cabrera, son los tres pintores más importantes que hay en el arte novohispano, y en la sacristía de este templo hay una impresionante pintura de Villalpando, la Lactación de Santo Domingo, tema que me causa una bestial confusión de ideas.
Quizá estoy confundiendo un poco (un mucho) los términos; marco como laterales o retablos, pero en realidad son capillas, ya que hay dos retablos laterales que están dedicados, uno a la Virgen de Covadonga (a la izquierda), y el otro la la Virgen del Camino (a la derecha). Veamos algunas tomas más que hice en el interior del templo.
Si eres buen, buen observador, seguramente habrás visto ya una de las primeras fotografías que se tomaron en México, de Desieré Charnay en 1860, allí aparece el templo, aun con la capilla del Rosario completa y el atrio con su barda perimetral. Se ve del lado izquierdo el portal de los "evangelistas" y al centro de la plaza una fuente que está coronada por un águila. Esa fuente fue movida, no sé cuándo, y la pasaron a lo que era parte del convento. En su lugar se colocó una estatua de Josefa Ortíz de Domínguez. Yo me atrevo a pensar que, con lo de las Leyes de Reforma, y la desamortización de la Iglesia, en ese lugar estaría el humilladero o la cruz atrial, por lo tanto, ese sería el punto de partida del Camino Real de Tierra Adentro. (Para ver la foto aquí):
http://cabezasdeaguila.blogspot.mx/2011/07/16-de-septiembre-de-1823-traslado-de.html
Así que, comienzo mi cuestionamiento y, si tú que me lees tienes la respuesta, te agradeceré me aclares la duda. La duda es una: Cuál era el derrotero que el Camino Real de Tierra Adentro tomaba para salir de la ciudad de México? Quizá doblaba en la primera calle, luego del portal y que ahora se llama Belisario Domínguez.
Por cierto, dato curioso, allí se ubica la Hostería de Santo Domingo (en el número 72), sitio que es el restaurante más antiguo de la ciudad y seguramente del país; abrió sus puertas el 4 de agosto de 1860, es decir, ya cumplió su sesquicentenario.
O será que la calle que tomaba era esa que ahora conocemos como República de Cuba?
O doblaba en lo que hoy conocemos como calle de Donceles?
O doblaba por Tacuba y continuaba por lo que hoy es Calle Hidalgo y pasaba frente al templo de San Hipólito?
Y seguía luego por Puente de Alvarado y pasaba frente al templo de San Fernando? La duda surge debido a que la aduana estaba justo a un lado del Tribunal de la Santa Inquisición, frente al portal de los Evangelistas. Pero hubo otra aduana, en Peralvillo, por lo tanto no sé si el Camino Real seguía rumbo a Peralvillo o se iba por la Calzada México - Tacuba para de allí seguir a Atzcapotzalco, luego a Naucalpan, Cuahutitlán, Tepotzotlán y de allí a Huehuetoca y Tepexi y así hasta ir a parar, luego de un mes o más, hasta Santa Fe de Nuevo México, agotadores 2,900 kilómetros...
Un interesante relato encuentro en un sitio electrónico español en donde hablan, no del punto inicial del Camino Real de Tierra Adentro, sino del final. Te lo recomiendo:
http://www.xn--momentosespaoles-iub.es/contenido.php?recordID=167
bello artículo. se puede apreciar la belleza y la historia del lugar antes que el gobierno lo destruya para hacer multifamiliares y el centro histórico deje de serlo.
ResponderEliminarla iglesia de santo domingo es la que esta junto al hotel gillow en centro historico verdad? XD
ResponderEliminarNo, la que está a un lado del Gillow es La Profesa, que fuera fundada por los Jesuitas. Santo Domingo está frente a la Plaza del mismo nombre, donde está el monumento a Josefa Ortiz de Domínguez.
EliminarExcelente tu artículo, ando en busca de un dato, sabes en que parte se localizaba la puerta falsa? Como era esta y por que se le llamaba así?
ResponderEliminarFui directo a Santo Domingo y no supieron decirme. Gracias y saludos
Aquí encontrarás la respuesta:
Eliminarhttp://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2012/07/59512.php