No sé si fue Johann Sebastian Bach, quien usó por primera vez este término de "La Pasión"; él se basó en el largo nombre latino de Passio Domini Nostri J.C. Secundum Evangelistam Matthaeum. También escribió la Pasión Según San Juan. Doscientos años después aparece en el cine mexicano la obra de Jaime Humberto Hermosillo La Pasión Según Berenice; catalogada, por cierto, con el número 33 de las 100 mejores películas mexicanas.
Yo tomo el nombre a sabiendas de que por estos rumbos de la Baja California Sur, coloquialmente se le denomina La Passión, (con doble ese) a La Paz, la capital del estado. La primera vez que alguien me lo mencionó me causo gran sorpresa y mayor hilaridad. Me pareció un nombre ambicioso y exagerado pero, una vez que fui conociendo a profundidad lo que realmente es La Paz, entendí que mejor nombre no puede tener con eso de La Passión.
La Paz, el centro de La Paz es, en efecto, un sitio lleno de paz, un verdadero remanso de tarnquilidad, especialmente si sales a caminar sus calles entre las 14 y las 17 horas, tiempo en que la tradición marca que es la hora de ir a reposar y tomar una siesta a casa. Por lo tanto las calles se vacían, y eso para mi es apasionante. Puedo enfocar, puedo buscar el ángulo adecuado sin tener que esperar a que pase la gente o que la calle se despeje de autos.
Nunca dudé de que si hubiera las facilidades de trabajo que hay en Los Cabos, hubiera seleccionado, sin pensarlo dos veces, vivir en La Paz. Las cosas no se dieron y soy solamente un turista más que recorre las calles de La Passión, justo a la hora en que el termómetro sube a los 35, 36, 38, 40 y en ocasiones a los 42 grados.
Y en este ejercicio fotográfico lo que te quiero mostrar es la insólita y particular belleza que las calles de La Paz muestran a la hora en que el calor, para algunos, se vuelve intolerable. Esta es pues, La Passión según El Bable.
Muy buenas imagenes, aprovechaste muy bien la hora, la luz y la limpia del espacio para apreciar lo bonita que es la Passión. Paceño.
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