Hacienda de Atenco en Santiago Tianguistenco, Estado de México

Seguimos en el recorrido de las haciendas, llegamos hoy a la docena y eso me traslada, prácticamente en automático, a las medidas que había en las haciendas: arrobas, cuarterones, leguas, varas, pero no, no nos metamos en honduras, le dijo Cortés a Bernal Díaz… por aquello de que el lodo ya lo tenían hasta la rodilla… mejor vamos hoy a conocer la más antigua de las ganaderías que hay en México, a donde los primeros toros de lidia llegaron, cuando la Tenochtitlán, la Gran ciudad ya estaba caída y la nueva ciudad estaba en cimientos… en ese entonces, como hoy día, se requiere de diversiones… magnos espectáculos, como lo de ayer, la final del Mundial. Bueno, en ese tenor lo que se requería entonces eran… corridas de toros, y la materia prima eran, precisamente los toros. En efecto, llegamos a la Hacienda de Atenco.

Fíjate bien en el cuadro que está entre la puerta y la ventana, del lado derecho del acceso principal a la Hacienda de Atenco.

Si hay una Hacienda que guarda unas profundas raíces en la historia de México, esa es, indudablemente, la de Atenco. La conquista de México se dio el 13 de agosto de 1521, por consecuencia las gratificaciones a Cortés no se dejaron esperar por parte de la corte española, “Por conquistar la Nueva España, la corona española le gratificó nombrándolo Marqués del Valle de Oaxaca, y le otorgó un amplio territorio de 700 leguas a la redonda, que incluía a los pueblos del Valle de Toluca”.

El mismo Cortés el 19 de noviembre de 1528 nombró primer gobernador y corregidor del Estado y Marquesado de Toluca con cabecera en Calimaya a Juan Gutiérrez Altamirano, le otorgó las tierras del valle de Toluca, desde Atizapán hasta Toluca, y desde Atenco hasta los pueblos de Tenango. (1)

En esta placa quedó marcada la altura a la que llegaron las aguas desbordadas del río, comparando con la foto anterior, te darás cuenta de la dimensión. Sucedió en 1909.

Solo tuvieron que pasar siete años para que se dieran los siguientes repartos, uno de ellos, rico, generoso, abundante fue para la prima (allí comienza la historia de eso que ahora es el nefasto nepotismo, saca la calculadora y verás que son 500 años!) de Hernán Cortés, Juana. Y como era de las clases privilegiadas, pues le debemos agregar el “Doña,” Doña Juana Cortés que casa con Juan Gutiérrez Altamirano.

“Atenco fue incorporado al mayorazgo que habría de ser el antecedente del Condado de Santiago Calimaya, de 1528 hasta el México Independiente, ha sido conocida mundialmente por los toros de lidia que en ella se criaban y se reconoce actualmente como la primer ganadería de América, se encuentra en la carretera Mexicaltzingo - Tianguistenco, desde la cual se aprecian los corrales de encierro y ruedos de tienta para el ganado, parte del casco, la capilla y patios.

Durante varios años existieron conflictos por terrenos comunales y de linderos, sin embargo a la fecha se respeta en su mayoría, la construcción; los muros de adobe con cimientos de piedra y techados con teja de barro sostenidas sobre vigas y morillos, algunas cambian la tea por bóveda catalana, pero todas las construcciones y casa aledañas a la hacienda, poseen un pasado venerable; es nuestra responsabilidad otorgarles el valor y respeto que se merecen como testigos de nuestra historia”. (2)

Respecto a de que fue ésta, la Hacienda ganadera de Atenco, es la primera en tener toros de lidia en la Nueva España, se ha tejido, entre la historia y la leyenda esto: “la hacienda de Atenco, enclavada en el Valle de Toluca, es la más antigua ganadería de toros bravos aún en pie. Su origen data de la conquista de México. El mismo Hernán Cortés dio como repartimiento a su primo, el licenciado Juan Gutiérrez Altamirano, el pueblo de Calimaya y otras estancias. Con estas propiedades formó la hacienda. Se dice que por intervención del virrey Luis de Velasco se trajeron doce pares de toros y vacas de la región de Navarra, norte de España, de lo cual existe una polémica basada en hechos históricos comprobables que cuestionan la realidad de este acto, sin embargo, no hay duda de que los primeros en traer ganado a la Nueva España fueron los conquistadores, en concreto, Cortés quien originalmente llevó ganado menor a las Antillas y de ahí entró por Veracruz”. (3)

Hay un dato que, ahora cuadra perfectamente en este artículo, aunque geográficamente no tiene que ver con Atenco, pero si con los toros de lidia y con otra hacienda, ubicada ésta en Michoacán, se llamó Jaripeo y era propiedad de don Miguel Hidalgo, nuestro padre de la Patria, el cual gustaba, entre otras cosas de la fiesta brava. Y, por cierto, un episodio de la Independencia se realizó aquí, ya que el puente que conduce a la Hacienda de Atenco vio el paso del ejército Insurgente un día antes de la crucial batalla del Monte de las Cruces (de eso y más te puedes enterar si me sigues por el otro blog, el llamado http://cabezasdeaguila.blogspot.com .

Este es el histórico puente de Atenco, y desde aquí fue que inundó en 1909 con sus aguas el río… si te fijas bien a la derecha, allí esta la Cabeza de Águila que marca la Ruta de Hidalgo.

Dentro de la historia, apasionante, como todas las relacionadas a las haciendas mexicanas, encontramos que: “los descendientes de don Antonio de Barbarosa Díaz de Tagle, concretamente sus nietos don Jesús María y don Rafael Barbarosa y Arzate, compraron en 1863 la Hacienda de San Diego de los Padres, misma que dio nombre a la famosísima ganadería de reses bravas, que ahí fundaron y que permaneció en esta familia hasta la segunda mitad del siglo XX, en que la vendió a su dueño, el doctor don Agustín Barbarosa Ballesteros, nieto de don Rafael, arriba citado.

El mencionado don Rafael Barbarosa, compró la hacienda de Atenco en 1878, incluyendo naturalmente la vacada de toros de lidia que es la más antigua de América y del mundo en existencia, ya que las ganaderías en España anterior a ésta, que fue fundada en México en 1552 por don Juan Gutalt, con toros y vacas que trajo de Navarra, actualmente ya no existen". (3)

Con esto nos damos cuenta de cuan antiguo es el hierro, como se dice en el lenguaje taurino, para designar a una ganadería… indudablemente que, saliendo de Guanajuato, pasando por Michoacán y, adentrándonos al Estado de México, de que tenemos mucho que ver y aprender…. tenemos!

A don Alfonso, el AMO del Bable, le hubiera encantado ir conmigo a ver esta hacienda ganadera de Atenco, lo hice poniendo mis ojos en sus ojos, para que a través de ellos, él… la viera.

Fuentes:

1.- Sitio Electrónico del Estado de México,

http://www.estadodemexico.com.mx/portal/atizapan/index.php?id=3

2.- Sito electrónico del Gobierno del Estado de México. Instituto Mexiquense de Cultura.

http://portal2.edomex.gob.mx/edomex/estado/cultura/arquitectura/Colonial/EDOMEX_024318

3.- Portal Taurino, sitio electrónico en Sevilla, España.

http://portaltaurino.com/ganaderias/atenco.htm