960.- Estamos en el atrio del templo y convento de la Natividad en Tepoztlán, Morelos; justo debajo de una carpa que se colocó temporalmente, lleva ya dos meses allí según me enteré. Al principio pensé que hubiera sido mejor que la colocaran no casi al frente del templo, como estaba, sino más a la derecha para evitar cubrir el magnífico edificio... caminé hacia ella y esta fue la sorpresa que me llevé.
Pensé que estarían pintando un enorme arco, pero estando ya frente a las hojas que, cuando sean colocadas en su sitio, formarán algo verdaderamente espectacular, lleno de color y con las texturas que cientos de miles de granos generan una alegoría que llevando formas orgánicas y algunos dibujos representando al sol, a la luna y a personajes darán por resultado una escena que nos recrea la evangelización y los primeros bautismos.
Maíz, frijol, garbanzo, lenteja, arroz y todo tipo de grano fueron separados por color para que luego docenas de manos fueran colocando, de acuerdo al diseño uno a uno los granos y darnos formas de tan sorprendente colorido que formarán el arco que será colocado a la entrada del atrio del templo de la Natividad justo en la víspera de esta celebración, es decir, el 7 de septiembre próximo.
La Natividad de la Virgen, bien lo sabemos, se festeja el 8 de septiembre, día en que también son celebradas todas las vírgenes del tipo aparecidas. La Natividad es una fiesta muy antigua, tiene su origen en el Oriente desde el siglo VI y se le asignó precisamente ese día de septiembre porque es cuando inicia el Año Litúrgico Bizantino.
Me llamó poderosamente la atención ver como el trabajo de ya casi dos meses ha ido formando docenas de figuras que a la lejanía parecen dibujadas con pincel, pero que al acercarnos, como ahora lo hacemos con estas fotografías, nos dejan ver la paciencia de todo este tiempo que se ha trabajado en la colocación de cada uno de los varios millones de granos que han sido colocado a la perfección justo donde el diagrama les va indicando y los resultados son estos, bien puedo imaginar lo que será una vez que sea terminado y colocado.
Me comentan que son unos siete años los que llevan colocando puntualmente el 7 de septiembre, la víspera de la fiesta, este arco. Antes seguramente lo habrán hecho, como es tradicional en toda la región, de flores, incluso en la actualidad ya hay algunos templos en los que son colocados los de plástico, pero aquí estamos viendo un fervor desbordado que se transforma en arte, un arte efímero exquisito.
Los comerciantes de Tepoztlán se unen en torno a su santo patrón, la Virgen María en su advocación de Natividad, se hace la colecta para comprar todas las semillas que se necesitarán. El creativo cada año diseña un arco diferente y luego, los mismos comerciantes proporcionan la mano de obra, los que no hacen esto, cooperarán con la comida que a todos y cada uno de los que visita el templo el día de la fiesta se les ofrecerá gratuitamente. Las tradiciones siguen vivas en Tepoztán, eso quedó bien claro.
Esto es un trabajo realmente sorprendente, me hizo recordar aquel elaboradísimo que, cuando los españoles llegaron a México, quedaron gratamente sorprendidos a tal grado que, algunas piezas del arte plumario fueron seleccionadas y enviadas al rey como uno de los mejores regalos. Esto es algo que bien vale la pena conocer. El arco se mantendrá no solo durante el día de la fiesta, sino se dejará allí, luego vendrán las lluvias que harán efecto sobre de él y para el próximo año estarán ya listos para elaborar otra maravilla efímera y sorprendente.
Sigamos viendo más detalles del arco, de su diseño y de como se trabaja para ir colocando grano por grano, semilla por semilla, indudablemente que aquí si se trabaja AMDG, aunque el templo fue levantado por los dominicos.
En este acercamiento, estamos viendo un detalle de lo que fue el arco que se colocó el año pasado, notarás que fue elaborado con granos de trigo, algo excepcional, la foto que sigue era parte del copete del arco... sorprendente!
¡Sorprendente labor!
ResponderEliminar