Andando por las calles de la ciudad de Oaxaca, maravillándome con su singular arquitectura, su cantera verde y su estilo vernáculo en las construcciones, al entrar a sus templos quedo sorprendido de ver, una vez más, los magníficos pisos que, a lo largo del siglo XIX fueron sustituyendo poco a poco a aquellos de madera o a ladrillos que era lo habitual en la época por éstos que hacen una serie de diseños que simulan alfombras: pisos decorativos que merecen ponerle la suficiente atención. Aquí comparto una muestra:
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