miércoles, 6 de mayo de 2009

El puente colgante de Cortazar, la obra de Álvaro Obregón en el Bajío.

Este es el río Lerma a su paso por Salvatierra, unos kilómetros más adelante recibirá las aguas del río Laja, el que pasa por Cortazar.

De Guanajuato es bien conocido que por aquí pasa el Río Lerma, pero no es el único, está también el Laja, el Turbio, el Tigre, solo por mencionar tres. Todos van a descargar al Lerma, razón por la cual en temporada de lluvias, el Lerma es el más monitoreado, por ser, digamoslo así, el que se lleva toda el agua del centro de México a su destino final que es lo que se llamó anteriormente la Mar del Sur, antes de que se nombrara como lo conocemos: Océano Pacífico.

Hay una curiosa historia, esta sucedió en Cortazar, a pocos kilómetros al oriente de Salamanca, lugar por donde pasa el río La Laja y para lo cual se construyó en 1922 el puente colgante que evitaría el aislamiento que año con año Cortazar sufría en temporada de lluvias, recordemos que las primeras décadas del siglo XX, antes de la industrialización y la consabida contaminación, las temporadas de lluvias eran precisas y abundantes, recuerdo perfectamente como Don Alfonso, el amo de El Bable, decía luego de mirar al cielo, hoy si llueve, hoy no, según lo notaba en el firmamento… y sucedía.

Era presidente de la República Álvaro Obregón y fue el invitado principal a la solemne ceremonia de inauguración del puente, que era una obra avanzada de ingeniería para la época, allí llegó junto con su nutrida comitiva. En el florido lenguaje de don Ramiro de la Garma el relato es así: “Se procedió a tomar medidas y nombrar las comisiones del caso, desde luego el grupo de muchachas que había que atender al señor Presidente Obregón, banda de música para amenizar el acto, salvas de cohetes, ramos de flores, comida, bebida, naturalmente los consabidos trajes nuevos para estrenar con tal motivo. La aglomeración de personas era absoluta para la hora en que el Señor Presidente tuvo a bien hacer acto de presencia, con la característica impuntualidad de los políticos que nada le deben al pueblo y que en consecuencia éste ninguna atención merece de despóticos opresores que se sienten dueños y señores de México, como modernos Tlatoani ”

Si Salamanca contaba en 1920 con una población alrededor de los 15mil habitantes, en Cortazar, seguramente el número era mucho menor, por lo tanto, la llegada del Presidente Obregón, el mismo que perdió su mano unos años antes y unos kilómetros más al oriente, en Celaya, llegaba con toda la pompa reinante en la época a la ceremonia que albergó, prácticamente, a todo el pueblo ansioso de participar en el evento y la multitud era tal que la tragedia sucedió. Don Ramiro sigue el relato: “Se formaron vallas a ambos lados de un espacio que se dejó para el paso del Señor Presidente, el Señor Gobernador Antonio Madrazo y la cauda de políticos acompañantes, llegando toda la comitiva hasta el centro del puente; la gente se agolpó hasta los lugares que se les permitía llegar, muy próximos a los ilustres visitantes. El puente todo empezó a tronar en forma alarmante y se dobló hacia el centro, provocando la caída de muchas personas que fueron a dar con sus huesos hasta oprimir a los acompañantes del Señor Presidente”

Como quiera el puente fue inaugurado el 22 de Agosto de 1922, se le hicieron los arreglos correspondientes para reforzarlo debidamente, funcionó durante varias décadas siendo el acceso a la ciudad de Cortazar, con el tiempo y el crecimiento, el acceso se movió unos metros y el puente quedó casi en desuso, en la actualidad sigue allí a un lado del nuevo puente de concreto, recordando la visita de uno de los héroes de la Revolución, Álvaro Obregón, y de su difícil de olvidar ceremonia inaugural.

1 comentario:

  1. Mi puente!!
    Bueno el del pueblo donde nací.
    Gracias Benjamín.
    DTB!!

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