¿Coincidencias? ¿Casualidades? No quisiera seguir diciendo que mi vida está llena de ellas, más bien diré que tenemos otra oportunidad para seguirnos sorprendiendo de la vida, las ideas y, sobre todo, de la enorme riqueza de cultura y tradiciones que tenemos en México. El pasado domingo fue 24 de mayo, la iglesia católica lo marcó como el Domingo de la Ascensión, cuando el Señor subió a los cielos para vivir la vida eterna. La tradición antigua lo marcaba como Jueves el día de esta celebración, solo que la vida actual, en la que el descanso tradicional es en domingo, se decidió mover la celebración a fin de que haya una mayor participación. La coincidencia (afortunada) estuvo con el calendario Azteca, específicamente el que marca a los 18 meztli o meses del año civil, es decir, las 18 lunas.
Tóxcatl (cosa seca), es el sexto mes del año, equivale del 5 al 24 de mayo de lo que nosotros entendemos como calendario actual. Era el mes dedicado a Tezcatlipoca, el señor del espejo humeante, dios de dioses, que tenía otro nombre, por demás evocador e impactante: Titlacahuan, aquel de quien todos somos esclavos. Era el tiempo en que el maíz, principal alimento era ya escaso y que las tierras se preparaban para estar listas a las primeras lluvias y tener en poco tiempo una abundante cosecha de maíz. Era necesario, según lo marcaba la tradición, un sacrificio humano, para lo cual se escogía un mancebo, “que fuese hermoso y ninguna tacha tuviese en su cuerpo”, era escogido para tal fin con un año de anticipación, se le enseñaba a tocar la flauta, se le vestía ricamente y siempre era acompañado, en séquito, por personas de la nobleza. Era, durante un año, el centro de la atención, las mujeres le llevaban a sus hijos para que los bendijera, se le prestaba la atención debida y se le reverenciaba a su paso por las calles de la Gran Tenochtitlán.
“Veinte días antes que llegase esta fiesta, le daban a este mancebo cuatro mozas bien dispuestas y educadas también para esto con las cuales todo los veinte días tenía conversación carnal; y mudábanle el traje de dios cuando le daban estas mozas; vestíanlo con traje de guerrero, cortábanle los cabellos como capitán y dábanle otros atavíos muy galanos. Cinco días antes de llegar la fiesta donde habían de sacrificar este mancebo, lo honraban como dios y como rey. Cuatro días seguidos le hacían fiesta y banquetes, en cuatro lugares distintos, pero todos frescos y amenos, y siempre lo acompañaban los nobles de la corte y los señores principales. Llegado el día en que había de morir, llevábanlo por la tarde a él y sus mujeres, en la canoa del propio emperador, hacia un punto situado a la orilla del lago. En llegando que llegaba a donde le habían de matar, él mismo se subía por las gradas del templo y en cada una de las gradas hacía pedazos cada una de las flautas con las que había andado tañendo todo el año. Y llegando arriba, a lo más alto del teocalli, los sacerdotes lo colocaban sobre la piedra de los sacrificios y le arrancaban el corazón para ofrecerlo al sol, que en aquellos momentos también moría en el occidente” Texto tomado del libro: El pensamiento mítico de los Aztecas de Jesús Álvarez Constantino, Balsal Editores, 1977.
¿Sabías que la matanza del Templo Mayor se dio durante la celebración de la ceremonia de Tóxcatl? Lo puedes leer aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Matanza_de_T%C3%B3xcatl
saludes, pero toxcatl es el quinto cempohualiztli o veintena, metztli es luna y es de 28 dias.la sexta veintena es etzacualiztli la fiesta del frijol y del maiz que se llaman en nahuatl etl y centli respectivamente. ticitl painalli.
ResponderEliminarEstimado Anónimo:
ResponderEliminarGracias por tu comentario, efectivamente, es el sexto, solo que siempre he tendio la confusión. Esto debido a que en el libro del cual doy referencia, el del profesor Constantino, el lleva un conteo adelantado o atrasado, segun lo veas, comparando con lo quenos rescató Clavijero.
Saludos
ME PODRIAN DECIR A QUE DEIDAD PERTENECE EL 21 DE MAYO UNOS DICEN QUE ES DE ETZALCULITZTLI Y OTROS QUE ES DE TXCOATL
ResponderEliminar