Seguimos en el tema de la semana, Valle de Santiago, las 7 Luminarias y sus Hoyas. Apenas ayer tuve la oportunidad de conocer una hoya más, que, aunque no está precisamente en Valle, si está muy cercana, en Yuriria, y esa nos ayudará a entender mejor el alcance de los daños que hay no solo en esta parte de México, sino del planeta entero. A Valle lo domina el volcán de La Batea, es el que se ve al final de la calle Arteaga, la principal del poblado. Es un volcán casi perfecto, de cono trunco, nos podemos imaginar fácilmente como habrá sido hace millones de años, antes de hacer erupción, un cono perfecto.
Saliendo rumbo sur de Salamanca a 20 kilómetros se ubica Valle de Santiago, la carretera tiene como punto final Morelia, y saliendo de Valle, a tan solo 8 kilómetros, siempre rumbo sur, pasamos por un lado de La Batea, es el típico perfil de un volcán, con su cono trunco y sus valles fértiles todo alrededor, también los bancos de tierras y piedras, adecuadas para la construcción. La vegetación se compone de una buena cantidad de cactáceas, los nopales, garambullos y pitayos son característicos de la zona.
Un par de kilómetros más y vemos, justo al lado derecho de la carretera un valle espectacular, todo apenas sembrado de trigo, con las tierras en preparación para la siguiente siembra, en su mayoría maíz, el cual será regado por las aguas que prodigiosamente comienzan a caer luego del día de San Isidro Labrador, (15 de Mayo).
A un lado de ese valle, en dirección poniente se ve el cráter de la Hoya de Cíntora, ese gran redondel que aparece en la parte superior de la foto, el que fuera alguna vez también un lago, pero desde hace mucho tiempo se secó y ahora tiene terrenos fértiles que producen muy buenas cosechas, quizá han oído hablar de los vegetales gigantes, cebollas, betabeles, coles, que llegan a pesar dos o más kilos, pues bien, esos son producidos en los cráteres de las Luminarias, crecen de ese tamaño debido a la concentración de sustancias químicas producto de las explosiones de hace cientos de miles de años. Lo que sobresale hacia la izquierda es la Hoya de Solís ó Capulín.
Luego de rodear parte de la laguna de Yuriria, artificial, por cierto, pues fue creada por los frailes Agustinos a finales del siglo XVI, entramos al pueblo que lleva el mismo nombre y cruzamos buena parte de calles muy estrechas, pero de doble circulación y llegamos al “secreto mejor guardado” del país de las luminarias, el Cráter de la Hoya de Yuriria, el lugar en donde los tarascos veían el fenómeno de enrojecimiento de sus aguas y esto nos dará una idea de lo que fueron en su momento de esplendor las demás Hoyas cuando tuvieron agua.
La Hoya de Yuriria era un enorme contenedor de agua, ahora no llega a levantar más de un metro, hace menos de cincuenta años el límite del agua llegaba hasta el muro que se ve en la fotografía, en sus laderas el microclima tropical que la humedad producía, permitía el crecimiento de árboles frutales, mangos, guayabas, plátanos, papayas, entre otros. Y el negocio más próspero era la casa del mosco, mismo que se utilizaba para alimentar las aves canoras, presentes en toda casa tradicional guanajuatense, al paso del tiempo, con la contaminación y la baja en los mantos freáticos, esta actividad desapareció.
Las paredes de roca sólida circundan a la hoya, si tienes oportunidad de acceder a Google map, pide Valle de Santiago y al acercarte verás los círculos que forman las Hoyas, no son siete, son mas, es la mera tradición y lo emblemático del número 7 el que dio nombre al País de las Siete Luminarias, la de Yuriria no está contemplada dentro de las siete, pero igual forma parte del conjunto. No la confundas con el lago, esta se ubica hacia el sur de la población.
Les contaba hace poco lo que oí decir a mi mamá, eso de que “cuando Culiacán ruge, la Alberca hierve”, pues bien, una persona que vive allí en la Hoya de Yuriria me platicaba de cuando el agua se ponía roja y de cuando hervía. ¿Hierve en verdad? Le pregunté. Sí, me dijo, la última vez fue cuando el temblor de México en 85, vimos como el agua comenzó a hervir, como salían burbujas del fondo y a los pocos días el nivel comenzó a bajar y bajar, hasta que casi desapareció. Este relato es más que lógico sabiendo que todas las aguas subterráneas están conectadas, de alguna forma, unas con otras y los movimientos telúricos, aunque lejanos, son sentidos aquí.
En efecto, el cráter se secó, pero una acción positiva de las autoridades municipales determinaron no dejar morir al cráter y cavaron pozos, para vertir el agua y mantenr, en lo posible, su nivel. En la foto se puede ver claramente el tubo por el cual es alimentada la laguna, esto con el fin de no alterar el microsistema ya creado por la naturaleza, razón por la cual, el mosco desapareció, y el fenómeno de las algas rojizas no se da más, al ser aguas en constante movimiento.
La visita a las hoyas concluyó con una comida a la orilla de la laguna, en donde hay una serie de palapas que ofrecen caldos de pescado, carpa, la que se pesca allí mismo en el lago y, la especialidad de la casa: ancas de rana.
No cabe duda de que en Guanajuato, la conjugación de naturaleza y mano del hombre nos da una serie de paisajes extraordinarios, nos relaja, nos deja ver nuestra casa, nuestro planeta desde el mejor de sus ángulos, el más bello, reclamando solamente un poco de atención y mucho respeto a la madre tierra. O… ¿díganme si este panorama del País de las Siete Luminarias no invita a la reflexión?
Benja:
ResponderEliminarMe causa gracia...¿Son vegetales o verduras? Vegetal es el reino de las plantas que incluye árboles y todo lo vegetal y las verduras son las hortalizas cuya parte comestible son los órganos verdes de la planta. Nunca las he visto en Valle de Santiago pero he leído en periódicos locales sobre su gran tamaño. ¿Será verdad? ¿Ud. las ha visto? ¿Ha comido camote tatemado de Valle de Santiago? Es famoso al igual que los cacahuates criollos que les dicen. En mi pueblo nunca hemos visto de esos cacahuates y tan cerca que estamos de Valle de Santiago. En fin, me enteré que ayer cayó un aguaceraso. Ya hacía falta.
Saludos cordiales,
Alfredo.
La ciudad de valle de santiago te recibe con sus volcanes, y acompañantes para pasar buen rato.
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