Reliquias, presencia de San Bernardino de Siena en Salamanca

Un verdadero hallazgo he realizado aquí en Salamanca al encontrar la reliquia oficializada por el Vaticano de San Bernardino de Siena, otorgada a la Parroquia de El Señor del Hospital en 1957.

La palabra reliquia viene del latín reliquiae, que quiere decir restos. Dentro de la Iglesia Católica son los restos de los santos después de su muerte. También lo son sus objetos. El Vaticano los clasifica en tres y los denomina Grados, siendo estos: Primer Grado, fragmento de cuerpo; Segundo Grado, un fragmento de su ropa o de algún objeto que el santo usaba; Tercer Grado: cualquier objeto que haya sido tocado por un santo.

La “flor” conteniendo la astilla de un hueso de San Bernardino de Siena se presenta en la forma tradicional en que el Vaticano encapsula las reliquias.

En Wikipedia encontramos que “El culto a las reliquias se remonta a los comienzos del Cristianismo. Los primeros restos recogidos de los que se tiene noticia fueron los de San Esteban que fue el primer mártir de la Iglesia Católica. En los principios del Cristianismo, los restos de los santos fueron considerados como una protección para la persona que los poseía y una ayuda para conseguir aquello que resultara más inalcanzable. Los cuerpos de los mártires llegaron a ser lo más precioso y digno de veneración para aquellos cristianos de los primeros tiempos”. Se pensaba que incluso la sangre de los primeros cristianos que morían devorados por leones en los circos romanos tenían un cierto poder, razón por la cual se recogía en esponjas. Hubo incluso un mercado de reliquias por las que se pagaban fuertes sumas. “Una vez obtenidas de una forma o de otra las preparaban con perfumes y ungüentos y las envolvían en ricos tejidos”.

Este es un altar que realicé por encargo en Puebla, está dedicado a San Martín Caballero.

Hubo reliquias muy codiciadas, el Santo Grial generó grandes movilizaciones entre los cruzados. La adquisición de una reliquia fue motivo en más de una ocasión de altercados, incluso combates, entre distintas ciudades que se la peleaban. En el siglo IV sucedió en Francia una gran disputa entre los habitantes de Poitiers y los de Tours por la posesión de los restos de San Martín, quizá la lucha por los restos sea el motivo por el cual conocemos al santo como San Martín Caballero. En la edad media se implementó el mantener los cuerpos de los santos como reliquias a la entrada de los templos para que los fieles los besaran. Esta tradición se mantiene aun hoy en día en Santiago de Compostela en donde los peregrinos meten su mano en un hueco que hay en la entrada principal y dan tres topes a la figura de bulto del santo como saludo luego de la peregrinación.

Universis has litteras inspecturis, fidem facimus ac testamur. Nos ex authenticis loci extarisse particulam ex area sepulis S.P.N. Francisci H.M.C. eamque reverenter collacasse in theca metallica, formae notemofae crystallo clausa, filo serico interius colligata, el sigillo Nostro parvo, in cera ruba hispanica signata. In quórum fidem has Litteras, manu Nostra subscriptas, sigilloque Nostro maiori munitas concedimus.
Datum Romae die 23-10-1957. Gratis ubique. Imprenta S. Agostino – Roma

Wiki nos comenta que “En la segunda mitad del siglo IV empezó la práctica de fragmentar los cuerpos de los santos para repartirlos. Varios teólogos apoyaron la teoría de que por pequeño que fuera el fragmento mantenía su virtud terrena y sus facultades milagrosas. Así las reliquias se convirtieron en instrumento de prestigio y fuente de ingresos. Todo esto favorecería el terreno artístico pues algunos autores creen que el inicio de las imágenes está precisamente en el receptáculo para las reliquias”. “A comienzos del siglo XIII en el IV Concilio de Letrán, se prohibirá la veneración de reliquias sin "certificado de autenticidad"; así el comercio de reliquias, que había ido en auge en el siglo IX irá disminuyendo”.

Esta investigación la hago a raíz de haber encontrado una reliquia del franciscano San Bernardino de Siena (1380-1444) en el Templo del Señor del Hospital en Salamanca, Gto. ¿Por qué hay una reliquia de ese Santo precisamente aquí, en Salamanca? ¿Será porque el templo original de El Señor del Hospital, el llamado Expiatorio, fue fundado por Franciscanos? Encontré en el sitio de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús en Perú un documento interesantísimo diciendo que: “Desde siempre los cristianos se han reunido en los aniversarios de la muerte de los mártires y santos para recordar su luminoso ejemplo e implorar su intercesión. Durante la persecución de los cristianos estos solían celebrar la eucaristía en las catacumbas cerca o sobre los sepulcros de los mártires y de los santos. Estos lugares eran memoriales, es decir, lugar y circunstancias de la acción especial de Dios en los hombres. Recuérdese, por ejemplo, que cuentan del padre de Orígenes que solía besar el pecho de su hijo bautizado para venerar la presencia del Espíritu Santo”.

Altar mayor de la Parroquia de El Señor del Hospital en Salamanca, Gto.

Confesaré algo, yo, viniendo de una familia altamente católica, en donde las cosas eran creer porque no hay otra opción, al haberme adentrado en los significados profundos de las verdaderas tradiciones y los motivos que hay para hacer, decir y defender las ideas religiosas encuentro algo fascinante, un enorme mundo lleno de nuevos conocimientos y significados por demás profundos. Los Misioneros continúan: “No es nada más que una consecuencia lógica que también otras iglesias quisieran tener estos signos de estar unidas a la fe de los mártires y de los santos. Se desarrolló la costumbre de compartir con las comunidades que no tenían tumbas de los santos enviándoles algunas reliquias. Estas fueron encerradas en la piedra o la madera del altar mayor. Hoy en día el ritual prevé que el altar es consagrado por el obispo. Y en el lugar donde sobre el altar descansan generalmente los signos eucarísticos del cuerpo y la sangre de Cristo se ha abre una cavidad donde el obispo deposita las reliquias que luego son cubiertas con una piedra lisa de manera que forma un nivel plano con la mesa del altar. Esta piedra es fijada con argamasa”. Conclusión: No todas las iglesias cuentan con una reliquia, pero las que han sido consagradas tienen una en el altar mayor.

Este es un apunte que tomé del Monograma del nombre de Jesucristo –IHS- que se ubica en la bóveda del altar mayor de la Misión de San Xavier en la Sierra de la Giganta en Baja California Sur. Fue adoptado por San Ignacio de Loyola como el símbolo de los Jesuitas, anteriormente fue utilizado por San Bernardino de Siena en sus famosos sermones.

Monseñor Slawomir Oder, postulador de la causa de beatificación de Juan Pablo II en una entrevista al periódico italiano Zenit aclara que “Las reliquias están para ser consideradas en la lógica de la encarnación, para hacerla más concreta de manera histórica. Las reliquias son el símbolo de la presencia de un santo en nuestra historia. Me gusta mucho una expresión que usó monseñor Marco Frisina ( Director de la Oficina Litúrgica del Vicariado de Roma), en un artículo que publicamos en nuestro boletín "Totus Tuus", que acompaña el proceso de beatificación de Juan Pablo II, en el cual especificamos el significado de las reliquias: cuando tocamos el cuerpo de un santo, estamos tocando el templo del Espíritu Santo, cuando tocamos un objeto que pertenecía a un santo, estamos tocando el monumento de la presencia de la Gracia y de la Misericordia de Dios, en la vida de aquella persona. Es así que se debe considerar a los objetos llamados reliquias, es decir, los recuerdos, las cosas que permanecen de la vida del santo. Son las realidades las que mandan de nuevo a las obras de la Gracia en la vida del santo”. Agradezco a Eugenio Cavalliere en Nápoles, Italia, me haya hecho llegar esta entrevista y a Claudia Cuesy la traducción de la misma.

Escultura de San Bernardino de Siena en su Basílica de Siena, Italia.

Creo que la duda está satisfecha, la razón por la cual hay reliquias de un Santo, no solo en El Señor del Hospital de Salamanca, sino de todos los templos del mundo, será bueno saber más acerca de la vida de San Bernardino de Siena, el cual es considerado uno de los mejores predicadores en la historia de la Iglesia Católica, es también uno de los continuadores a la devoción de la eucaristía. “Era muy bien parecido y un día un compañero lo incitó a cometer una acción impura. Bernardino le respondió dándole una sonora bofetada. Otro día un estudiante invitó a los compañeros del curso a cometer impurezas y Bernardino los animó a todos contra el impuro y le lanzaron barro y basura por la cara hasta hacerlo salir huyendo. Pero en el resto de su vida Bernardino fue siempre un modelo de amabilidad y bondad”. San Bernardino es en la actualidad el patrono de las personas con enfermedades respiratorias, así como de los publicistas.


Para saber más de San Bernardino de Siena, aquí tienes un enlace:
http://www.libertaddigital.com/opinion/francisco-cabrillo/san-bernardino-de-siena-entre-comerciantes-y-sodomitas-30518/