sábado, 26 de junio de 2010

Nocheztli, la sangre de la tuna

Recuerdo que hace algo así como veinticinco años me adentré, al grado de no hablar con nadie, en una lectura que me transportó al mundo de los aztecas, se que era una novela, que era del tipo Bestseller y que por lo tanto tenía una intención de vender. Pero al igual, hacía poco que me había apasionado con Jacques Soustelle y su Vida cotidiana de los aztecas, me refiero a Azteca de Gary Jennings.


Si te pasó lo mismo que a mí recordarás que hay un episodio en el que el personaje central se va a las costas de Oaxaca en busca de ese caracol que producía un tinte muy especial. No se si ese fue un error, seguramente existe un caracol que se use como tintura, pero, por aquello de la asociación de ideas, hace poco, caminando por una hacienda a la que le falta solo que se roben dos piedras, y que si no lo han hecho es porque están muy pesadas, encontré unos nopales sangrantes, nunca los había visto, pensaba que solo con las condiciones climáticas de Oaxaca se darían, pero los vimos aquí, en el municipio de Tarimoro, Guanajuato.


Del Nocheztli hay datos en su Historia general de las cosas de la Nueva España fray Bernardino de Sahagún en donde dice "Al color con que se tiñe la grana llaman nocheztli, quiere decir, sangre de tunas, porque en cierto género de tunas se crían unos gusano que se llaman cochinillas, apegados a las hojas, y aquellos gusanos tienen una sangre muy colorada, ésta es la grana fina que es conocida en esta tierra... A la grana que ya está purificada y hecha en panecitos, llaman grana recia o fina, véndenla en los tianguis hecha en panes, para que la compren los pintores y tintoreros".


Siglos más tarde, Friedrich Heinrich Alexander von Humboldt en su Ensayo político del reino de la Nueva España escribe sobre la cochinilla: “La cría de la cochinilla (grana nochiztli) en Nueva España remonta a la más alta antigüedad, probablemente antes de la incursión de los pueblos toltecas. En tiempo de los reyes aztecas, la cochinilla era más común que hoy día, y había nopalerías no sólo en el Mixtecapan (la Mixteca), y en la provincia de Huaxyacac (Oaxaca), sino también en la intendencia de Puebla y en los alrededores de Cholula y de Huejotzingo. Alrededor de la ciudad de Oaxaca, principalmente cerca de Ocotlán, hay haciendas que tienen de 50 a 60,.000 nopales plantados en filas como magueyes de pulque. Sin embargo, la mayor parte de la cochinilla que entra al comercio la dan las nopaleras pequeñas pertenecientes a indios pobres”.


Cuando íbamos por los primeros artículos en El Bable, apareció algo relacionado con las tinturas naturales, la orchilla que hubo, en algún tiempo, en la Baja California Sur, si te interesa leerlo, es aquí:

http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/01/la-orchilla-y-la-colonizacin.html



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