Mientras que mucha gente reposa en los jardines que conforman el atrio de
En alucinante espectáculo que se prolonga por más de tres horas, uno a uno hace su presentación en el cual el jurado les califica su autenticidad, ritmo, creatividad y todos los elementos que deben conformar la auténtica celebración. Al menos un torito debe estar incluido en cada grupo, los cual nos remite a otro mestizaje que se dio en los estados de Guerrero, Michoacán y México, especialmente.
Encontramos una descripción que nos hará entender el origen de la celebración que cada Jueves de Corpus se realiza en Temascalcingo, Estado de México:
“El sexto mes del año se llamaba Etzalcualitztli, potaje de frijol y maíz, y estaba dedicado a Tláloc, dios de la lluvia y su esposa Chalchiuhtlicue, diosa del agua, como símbolos de la fertilidad y la abundancia.
Antes de que la fiesta llegase, veinte días antes, compraban un esclavo y una esclava, y hacínalos morir juntos, como si estuviesen casados; y al esclavo lo vestían con ropas e insignias del dios Tláloc y a la esclava, con las de la diosa Chalchiuhtlicue, mujer de aquel dios.
Y los esclavos, que eran gente infamada y de baja ley, para poder representar a los dioses, tenían que ser llevados con tlaltique, el purificador de hombres, quién los bañaba y purificaba quitándoles la mancha degradante de la esclavitud, lo cual también se hacía con estos dos que personificaban a los dioses del agua.
Y eso de hacer vivir juntos a los dos esclavos, como marido y mujer, durante un mes, quería significar el connubio de Tláloc y Chalchiuhtlicue, cuya unión fecundante era el símbolo de la multiplicación de las plantas, de los animales y del hombre, es decir, de todos los seres vivos que existen sobre la tierra.
Llegado el día de la fiesta, la cual se celebraba en el patio del Templo Mayor, frente a la capilla de Tláloc, aquellos dos esclavos que representaban a los dioses del agua, permanecían bailando y cantando todo el día hasta la media noche, en que los sacrificaban.
A esta fiesta se llamaba Etzalcualiztli, que quiere decir permiso para comer etzalli, el cual era un rico potaje hecho de frijol, maíz, carne de gallina y otros muchos condimentos. Esto se debía a que, como las aguas ya habían entrado de golpe y abundaban todas las legumbres y el maíz estaba crecido y empezaba a querer jilotear, no había razón par pasar hambre y necesidad pues el año iba bueno y no había señales de que desmejorase, por lo cual se daba licencia para comer aquel género de comida suculenta, que hasta entonces nos e podía comer por temor a la escasez.
El día de la fiesta, primero se ofrecía de aquel rico potaje, en acción de gracias, a Tláloc y Chalchiuhtlicue, los dioses de la fertilidad de la tierra, quienes después daban licencia a la gente para comer aquella variada mezcla de manjares, que denotaban abundancia y riqueza.
Después de haber comido, iban todos, así de grandes como chicos, viejos y mozos, hombres y mujeres, a lavarse a los ríos y a las fuentes, que no quedaban ninguno que no se lavase, y el que no se lavaba, teníanlo por amigo del dios del hambre, que se llamaba Apiztéotl, que quiere decir “el dios hambriento”. (1)
Luego de lavados todos, salían a bailar las personas mayores a los patios de los templos; iban todos muy aderezados, de la misma manera como se pinta en los libros la figura de este mes, con una caña de maíz en la mano, denotando fertilidad y en la otra, una olleta de barro, denotando abundancia. Y así todos hacían solemne baile, tan lago que duraba todo el día.
Mientras los señores y la gente mayor se regocijaba en sus danzas, los muchachos y la gente menuda cogían sus espadañas con las que adornados los templos y hacían de las hojas de ellas cercos redondos como anteojos, tal como se ven las serpientes enroscadas que están sobre la nariz del dios Tláloc, y con aquellos anteojos en la cara, y con un báculo en la mano y en la otra una olleta vacía, los muchachos más atrevidos andaban de casa en casa y parándose a la entrada, gritaban: Dadme de vuestro etzalli, que e la comida que hemos dicho. Y la más de la gente de las casas les llenaba la olla riéndoles y celebrándoles la gracia”.
Si bien lo del baño ritual no lo vi ni oí que fuera parte del Corpus Viejo, tan solo el hecho de que en el festejo de Temascalcingo cada grupo, antes de caer la tarde va de regreso al templo de su comunidad, el torito entra en acción, al matar al hombre y la mujer que desde un principio, como lo vimos en el primer artículo de esta serie, aparecieron. Cosa que liga perfectamente una con otra celebración, es por eso que me atrevo a decir que el Etzalcualiztli sigue vivo en Temascalcingo.
Una de las razones por la cuales veo una asociación, además de con la fiesta Nahua o Azteca, es con la representación del dios de la lluvia de
Escultura de Pitao Cocijo encontrada en Monte Alban, ahora en la sala zapoteca del Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México, fotografía de Wolfgang Sauber.
“Una de las características más señaladas de Pitao Cocijo es que sus representaciones suelen contener alusiones al glifo zapoteco para agua. Algunas veces aparece con una vasija entre las manos. En algunas ocasiones porta una máscara que le rodea los ojos, con colmillos y lengua bífida, de modo similar a las representaciones de Tláloc”. (2)
Fuentes:
1.- Álvarez Constantino, Jesús. El pensamiento mítico de los aztecas. Editorial Balsal. Morelia, 1977.
2.- Wikipedia
hola mi nombre es karina sosa y me interesa mucho la danza y todos sus antecedentes e incluso tener un acercamiento con algún informante ya que estudio la lic en danza folclorica mexicana en ecatepec estado de méxico y realizare mi trabajo de titulacóon de dicha ceremonia,esta danza me encanto ya que tuve la oportunida en el 2006 de viviry trabajar en el encantador municipio de temascancingo donde quede impactada por este evento tan simboloco que los caracteriza.
ResponderEliminarde antemano gracias por la pagina y coloco mi correo electronico y numero celular para tener algún contacto karinasl@gmail.com cel 5529553145