martes, 14 de septiembre de 2010

El Bicentenario visto a través de la prensa nacional

Esas portadas de Crónica y Milenio me dejaron sin palabras, no por los muertos o los capturados, sino por el ensayo de las chicas del Ejército Nacional vestidas de Adelitas. Hay cosas con las que comulgo, y otras con las que definitivamente no, esta es una de ellas. ¿Fiesta de disfraces?

Soy lector de periódicos desde que aprendí a leer, es decir, hace muchos, muchos años. En ese tiempo no era fácil encontrar la edición del día. Del periódico local, El Sol de Salamanca, ese llegaba diariamente, pero, por un lado los dedos acababan negros, por otro la tipografía no era del todo clara y la temática no me agradaba, como quiera “veía los monitos”. Cada tres, cinco o más días llegaban un puño de periódicos, “los de México”, hechos rollo y luego de tanto tiempo de estar así se volvía complicado leerlos, pero como era jerárquica la lectura, primero el Amo del Bable, luego su señora esposa y como soy el más chico, pues me llegaban ya aplanaditos, entonces si, todos ellos eran míos, los rayaba, los recortaba y claro está, leía alguna que otra nota. Allí me aficioné a El Universal.


Señor: danos hoy nuestra información de cada día. Estas son mis fuentes, El Universal y Proceso.

Luego, en los tiempos en que “se amarraban los perros con longaniza”, como los sorteos de suscriptores eran más abundantes con el Excélsior, entonces el Amo del Bable se cambió a ese diario. Cuando las Olimpiadas, 1968, apareció el más novedoso de todos, Heraldo de México, a colores, maravilla de maravillas, hice mi colección de las fotos más estupendas de los XIX Juegos Olímpicos. La lectura era obligada con los boleros y su La Prensa, “el que dice lo que otros callan”… pasaron las décadas y cuando hizo irrupción en el mercado de la prensa escrita el Uno más uno me volví asiduo lector de sus columnas, en formato más cómodo, allí leí paso a paso el salinato.


A plana completa la publicidad reza “descuentos del Bicentenario”, “pasión por el Bicentenario”, todo es ahora Bicentenario… la pura frase, claro, en tricolor.

En los noventas confieso que no leí los periódicos, fue el tiempo en que toda mi información llegó vía las revistas que los turistas norteamericanos e italianos dejaban en los hoteles, así que de México, poco me enteré, claro está que leía el Novedades de Quintana Roo. Cuando me mudé a Los Cabos, entonces la lectura de periódicos se volvió prohibitiva, un Reforma a 70 pesos es imposible de adquirir diariamente así que, no me quedó otra que leer Tribuna de los Cabos. Ahora, con las nuevas tecnologías soy afecto a El Universal en primer término, Excelsior en segundo y ocasionalmente Reforma; todo vía Internet, pero, en ocasión del Bicentenario me compré algunos números, esto con el fin de ver la publicidad en torno al acontecimiento y aquí te comparto algunas fotos y las columnas que nos darán un retrato fiel de lo que estamos en este preciso momento, (faltan horas para el 15 de septiembre de 2010), viviendo, anhelando, padeciendo y lo que se acumule.


Cine, Televisión, Teatro… todo gira en torno al Bicentenario, es decir, a la figura de Hidalgo y los demás personajes… ¿hablarán de Joaquín Arias, del Amo Torres, de Gertrudis Vargas? Creo que no…

Un frío Bicentenario.

No estamos para celebrar el presente. Pero debemos ser capaces de reconocer nuestro pasado en la reflexión y la fiesta. Hasta ahora vamos encaminados hacia un Bicentenario frío y lejano, que no tiene que ver con lo que hace 200 y 100 años construyeron mexicanas y mexicanos, las cuales, si algo hicieron, fue vencer su presente para diseñar el futuro.

Javier Solórzano

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85902.html


Proceso ha sacado una publicación mensual todas en torno a los acontecimientos históricos, he leído tres de ellas, altamente recomendables. En El Universal diariamente hay una página, o más, que nos dan datos aunque someros, pero interesantes.

¿Qué celebramos?

En la conmemoración oficial del bicentenario de la Independencia de nuestro país hay una paradoja: de una parte, ha habido un bombardeo publicitario agobiante; de otra, se nota a leguas un vacío de contenido. Como si se quisiera que en esta efeméride la atención se pusiera en la celebración más que en la reflexión.

Jorge Fernández Santillán

http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/49814.html


En la sección de la Ciudad de México la nota principal ha sido el caos provocado por los cierres de circulación para el montaje de los espectáculos. Yo me quedé vestido y alborotado, tenía muchas granas de ir ya que, aquí en donde vivo no habrá nada fuera de lo que habitualmente hay en estos días… todo por la ciática, ya sabes, eso duele mucho.

Bicentenario fodongo

Sí, ya sé que la palabreja no existe. Así que ni la busquen en el Diccionario de la Real Academia. Allí lo más parecido que encontré fueron dos términos: fofo, cuyos sinónimos son: esponjoso, inconsistente, blando, hueco, flácido, obeso y gordo. No andamos tan mal si se trata de encontrar definiciones para el aniversario que nos espera.

Ricardo Rocha

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85825.html


La publicidad oficial usa en todos y cada uno de los anuncios o avisos el logotipo de los festejos. Ah, y todo indica que luego de este simposio las cosas mejorarán en el País… ¿será?

Festejos

Posteriormente en Palacio Nacional se efectuó una recepción a la que siguieron cena y baile que se celebraron en el patio central al que se había cubierto con un hermoso emplomado mandado a hacer para esa noche. Cientos de invitados asistieron engalanados con levitas, elegantes vestidos y ricas joyas. En el convivio degustaron platillos de la comida francesa que, como escribió Salvador Novo, vino a sustituir a la comida española. El menú de esa noche de gran gala fue: “Consomé de res y ternera, sopa de tortuga, trucha salmonada, filete de res, pollo y pavo con espárragos y legumbres varias, trufas y hongos y patés, todo regado con excelentes vinos, agua mineral y al final cognac”. También corrió el champagne que, como escribiría Mariano Azuela, “ebulle burbujas donde se descomponen la luz y los candiles”.

Sara Sefchovich

http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/49839.html

Como estamos en el “megapuente” pues hay paquetes turísticos, aquí vemos los que se anuncian festejar el Grito, en la terraza del Majestic, en el Hilton y en San Miguel Regla… solo por mencionar algunos.

El Bicentenario: otra narrativa

El Bicentenario era quizá la ocasión propicia para hacerlo. Por desgracia, la fiesta no dejará a México y al mundo con una sensación de fortaleza del Estado, pues éste no ha sido capaz siquiera de terminar las obras con que se propuso marcar la efeméride. Aun así, nunca es tarde. Y más nos vale, a todos, emprender cuanto antes el trabajo de imaginar otro futuro para el país, uno distinto al que ofrece la delincuencia, muchas veces con el apoyo de autoridades ingenuas.

Pascal Beltrán Río

http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&buscado=1&id_nota=660763


Claro que las fresadas, (con M), no podrían faltar, como la sección de “estilos” en donde nos hacen referencia de la moda del Bicentenario… solo que, señores creativos… Carlota nada tiene que ver en las celebraciones.

Que nadie se quede en su casa

El encargado de los festejos, el secretario de Educación, Alonso Lujambio, nos sugiere que el 15 en la noche consideremos la posibilidad de quedarnos en nuestra casa para ver por televisión el desfile con motivo del bicentenario del grito de la Independencia. Dice que: “Visto que el Zócalo no podrá albergar a la totalidad de los asistentes, Reforma y la Alameda se convierten en una atractiva alternativa, no obstante ello, en todos los lugares habrá cupo limitado, por lo que la televisión se presenta como una alternativa muy atractiva para disfrutar la fiesta en familia”. Difícil imaginar una invitación más triste y desangelada para semejante ocasión. ¿Cómo que cada quien en su casa para festejar el 15 de septiembre? Si una fecha llama a la calle, es ésta. El 15 es para estar en una plaza en medio de empujones, cofraternizando con extraños hasta gritar varias veces juntos y a todo pulmón ¡viva México! El grito es la ceremonia en la que recordamos cada año que somos parte de un todo que nos trasciende, de una comunidad que comparte una historia, un presente y un futuro.

Denise Maerker

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85947.html


Y a propósito de eso que te digo se escribe con M, aquí la “Corona de la Independencia” idea genial de…. Ya sabes de quién.

Las cuentas del Bicentenario

Faltan dos días para que celebremos el Bicentenario de la Independencia y me he prometido que ni los fracasos gubernamentales, la crisis económica ni la violencia desatada me amargarán la experiencia de festejar los 200 años de México.

Sin embargo, este momento me recuerda aquel de 1821, 11 años después del grito de Miguel Hidalgo, cuando el Ejército Trigarante entrara victorioso a la capital sin imaginar siquiera que uno de sus líderes, Agustín de Iturbide, sería ejecutado tras nombrarse emperador, ir al exilio y regresar a su fusilamiento, por su falta de sentido de la realidad y por no entender los cambios que quería el pueblo.

Antonio Navalón

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85948.html

Que cada quién saque sus propias conclusiones, que cada quien celebre, festeje a su modo, que cada quién busque en la historia la memoria colectiva de lo que llamamos Patria… pero eso sí, hay algo que siempre criticaré y no estaré de acuerdo en ello: el caricaturizar a los héroes, peor aún, usarlos para los fines que en este anuncio que, a propósito del Bicentenario, encontré en la prensa nacional.

1 comentario:

  1. Todo es Marketing..."Virgencita Plis", "Soy Totalmente Bicentenario", etc.
    ¿Será necesario declararnos independientes de tanta pinche banalidad?

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