El marqués de Jaral de Berrio luciendo su uniforme de Coronel del Real Regimiento de Moncada.
Juan Nepomuceno María Guadalupe José Joaquín Miguel de Moncada y Berrio, (1781-1859), marqués del Jaral de Berrio, conde de Villafont y conde de San Mateo de Valparaíso; caballero de la Orden de Carlos III; Gran Cruz de Isabel la Católica; de la Orden Imperial de Guadalupe; Coronel de los Reales Ejércitos del Regimiento de Moncada. Ese era el nombre completo y esos los títulos obtenidos del personaje central de esta parte de la historia del linaje de los Moncada que es parte de la historia de la Hacienda de San Diego de Jaral de Berrio, evidentemente, es también parte de la historia de México.
Mapa que muestra la enorme extensión de la Hacienda de San Diego de Jaral de Berrio. Estupendo trabajo denominado “enconchado”.
De sus orígenes, es decir, padres y abuelos ya habíamos visto en un artículo publicado hace meses titulado Los propietarios de la Hacienda de Jaral de Berrio, lo que ahora nos interesa, para comenzar es saber en que consistían sus títulos. Marqués y Conde, lo sabemos bien, se debe a la muy jugosa herencia que recibió por parte de sus ancestros. Una de las condecoraciones que recibió fue la de Caballero por parte del rey Carlos IV (1748-1819) y era la instituida en el reinado de su padre Carlos III (1716-1788), el cual, dentro de las muchas cosas que hizo fue aumentar de algún modo los títulos nobiliarios, concediéndoles a éstos, los nobles, el poder trabajar, cosa que antes, por ley, no podían hacer. Fue Carlos III quién decretó la expulsión de los jesuitas del reino de España y sus colonias de ultramar, esto debido al Motín de Esquilache. En la intendencia de Guanajuato fue muy sentida la salida de los padres Jesuitas y, en buena medida fue el inicio de lo que generó la lucha por la independencia. Recordemos que ellos habían establecido templos y consecuentemente, colegios en Guanajuato, León, Celaya y San Luis de la Paz.
Una de estas condecoraciones de la Orden de Carlos III pendía del cuello del marqués del Jaral de Berrio.
“Un Caballero de la Orden de Carlos III era una gran distinción. “La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III fue establecida por el Rey de España Carlos III, mediante Real Cédula de 19 de septiembre de 1771 con el lema «Virtuti et merito», con la finalidad de condecorar a aquellas personas que se hubiesen destacado especialmente por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona. Desde su creación, es la más distinguida condecoración civil que puede ser otorgada en España”. Wikipedia.
Tambor, un magnífico caballo criado en la Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio, sirvió como modelo a la estatua de Carlos IV, la conocida con el nombre de “El Caballito”
Considerando que la Orden de Isabel la Católica fue instituida el rey Fernando VII de España el 14 de marzo de 1815, es de suponer que su creación se debió a los acontecimientos que, por un lado en 1808 se dieron en España buscando la salida del Imperio Francés de su territorio y luego, dos años más tarde cuando la ola de movimientos libertarios se dio en sus posesiones del Nuevo Mundo, sacamos por conclusión que Juan Nepomuceno Moncada obtiene esta condecoración al haber formado y sostenido con recursos propios su Regimiento, al cual le puso su propio nombre de gran linaje. La orden fue oficializada con el nombre de Real y Americana Orden de Isabel la Católica, con el fin de «premiar la lealtad acrisolada a España y los méritos de ciudadanos españoles y extranjeros en bien de la Nación y muy especialmente en aquellos servicios excepcionales prestados en favor de la prosperidad de los territorios americanos y ultramarinos».
Félix María Calleja, amigo del marqués del Jaral de Berrio, luego de la derrota del ejército Insurgente en el Puente de Calderón, obtuvo el título de conde de Calderón, más adelante se volvería Virrey de la Nueva España.
“Con el Mayorazgo en plena opulencia llegó septiembre de 1810; el padre Hidalgo inició su gesta libertaria, tomó Guanajuato e invitó a su amigo, el marqués del Jaral, Juan Nepomuceno, a que se uniera a la insurgencia a lo que éste contestó con simpatía hacia el movimiento de Hidalgo y el pueblo. Pero tan luego llegó Calleja y sus realistas a la hacienda del Jaral, el marqués se unió a él y le proporcionó dinero, armas, caballada y hombres y a su costa armó un regimiento con gentes de su hacienda, con los que defendería sus dominios y propiedades, denominando a tal cuerpo con el nombre de Regimiento de Moncada, que “actuó principalmente en la región de Guanajuato, Zacatecas y San Luis Potosí, y tenía como cuartel general su propia hacienda del Jaral, a la que fortificó y artilló” (1)
Torreón cercano a la casa de Calleja en la actual Villa de Reyes, San Luis Potosí.
A este punto debemos considerar dos cosas, una que el marqués del Jaral de Berrio tenía, un compromiso fuerte, no con la causa Insurgente, pues sus compromisos con la corona y la gente española avecindada en la Nueva España eran fuertes… algo así como que si viviera hoy el marqués con la fortuna que tenía en ese tiempo, seguramente sería parte de la cúpula empresarial y de poder del país, por lo tanto unirse a los insurrectos pondría en riesgo su vida, sus propiedades y su fortuna. El marqués conocía muy bien a Calleja pues eran vecinos en sus gigantescos predios ya que Calleja había casado el 26 de enero de 1807 “con doña Francisca de La Gándara, hija de don Manuel Jerónimo de la Gándara, dueño de la hacienda de Bledos. En la Iglesia de San Sebastián de San Luis Potosí, bendijo el matrimonio Mateo Braceras, cura del lugar; y fueron padrinos el coronel don Manuel José Rincón Gallardo y doña Ignacia de la Gándara”.
Interior de la casa de Calleja en Villa de Reyes, San Luis Potosí.
“Capitán y director del Colegio Militar de El Puerto de Santa María desde 1784 hasta 1788, Félix María Calleja del Rey Bruder Losada Campaño y Montero de Espinosa (1753 - 1828) llegó a la Nueva España en 1789 acompañando a Juan Vicente de Güemes Pacheco de Padilla y Horcasitas, II Conde de Revillagigedo, el que fuera considerado como el mejor Virrey que tuvo la Nueva España, cuando este tomó posesión como virrey. Hombre de gran seriedad y rigor, Calleja ocupó en un primer momento el cargo de capitán de infantería en el regimiento de Saboya, que cambió por el del regimiento de Puebla. Luego fue promovido a comandante de la brigada de infantería de la Intendencia de San Luis Potosí. Bajo el gobierno del virrey Miguel José de Azanza, reprimió con severidad las rebeliones de este sector del virreinato. También luchó contra indios de las praderas y los filibusteros angloamericanos que se infiltraban en el lejano y casi despoblado territorio tejano. Bajo sus órdenes estaba el entonces comandante Ignacio Allende”. (Wikipedia)
Exterior de la casa de Calleja en Villa de Reyes, en el denominado Valle de San Francisco.
Coloquialmente seguimos diciendo aun hoy día eso de pueblo chico, infierno grande ó que el mundo es un pañuelo, pues bien, si consideramos la población que había en la intendencia de Guanajuato y el cercano San Luis Potosí es fácil suponer que todos se conocían de algún modo. Encontramos que Allende se incorporó al ejército virreinal en 1802 quedando bajo las órdenes de Félix María Calleja. “La gran plaza octagonal, casi llena, vestida de domingo. Es el año 1800, es San Luis Potosí, territorio de la Nueva España. Son las cinco de la tarde, hora en la que la primera res brava bufa en la arena. Cuando el sol y la sombra separan a la élite del populacho. Guisado de pato y vino, de un lado, olor a manteca y pulque, del otro. Primer corrida del Siglo XIX a beneficio de las obras del Santuario de Guadalupe.
Idílica representación del Capitán Ignacio Allende. Podemos ver un rostro bastante joven.
Despejó la plaza de toros una compañía del Regimiento de la Reina, a cuya cabeza marchaba el capitán Ignacio Allende. En el palco preparado para las autoridades ocuparon asiento el Teniente Letrado, Intendente de la Provincia don Vicente Bernabéu, un cura metido a ganadero llamado Miguel Hidalgo y Costilla, hombre de idiomas, inquieto y liberal. También el coronel Félix Ma. Calleja del Rey, jefe de las armas en esta ciudad. Esa tarde hubo toros y caballos muertos en aquella plaza. Nada extraño para una época donde los equinos morían despanzurrados por docenas. Los personajes ya mencionados (Hidalgo, Allende y Calleja) salieron de aquel escenario sin conocerse, sin imaginarse que diez años después se convertirían en héroes y enemigos de la patria…” (2)
Escudo del Marqués del Jaral de Berrios en la fachada de su portentosa Hacienda
Allende es enviado, bajo las órdenes de Félix María Calleja a Texas. Allí se había dado una invasión por el aventurero norteamericano por Philip Nolan, destacando la actuación del futuro Insurgente, Ignacio Allende, en contra del mencionado invasor, en los Estados Unidos gobernaba de John Adams, segundo presidente de la recién independizada colonia inglesa el cual se desentiende de esta descarada agresión. Los invasores son derrotados en la desembocadura del río Colorado (Texas). Para 1806 ya era capitán cuando hubo una concentración de tropas en Jalapa, donde adoptó las doctrinas a favor de la Independencia.
Sin lugar a dudas, luego de la fachada, la escalinata central de la casa grande de la Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio es lo que más sorprende.
“Se conoce que a Ignacio Allende le fue impuesto el grado de Capitán, por el gobierno español y que siempre fue reconocido y favorecido por dicho gobierno. Sin embargo, Allende no simpatizaba con el régimen colonial, ya que era sensible al trato inhumano que la colonia ejercía y permitía sobre el pueblo. Era un hombre de mente libre que, a pesar de ser militar, no congraciaba con las ideas medievales, que la corona española imponía a través del virreinato, en esta época en la cual, la libertad de expresión estaba totalmente prohibida. Aún y cuando se expresaran ideas, en una plática de poca importancia, no se podía poner en tela de juicio al Rey, ya que se estaba poniendo en entredicho, según el sistema colonial, la voluntad de Dios”. (3)
Solo podemos catalogar la casa grande de la Hacienda de Jaral de Berrio como algo monumental.
Tenemos ya juntos a todos los personajes, cada uno con sus propios intereses, vocaciones, aptitudes, gustos e ilusiones. Pongámoslos juntos en la Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio. “Entre todos se distinguió D. Juan Moncada, conde de San Mateo Valparaíso y marques del Jaral de Berrio, con quien Allende había dicho a Hidalgo que contaba para su empresa; pero ya sea que esto fuese falso y solo inventado para dar mayor importancia a la empresa misma, o que el marques cambiase su resolución, no solo puso a las órdenes de Calleja mucho número de sus criados armados, sino que él mismo tomó el mando de ellos, por lo que se le dio por el Virrey el empleo de Coronel.
Alucinante es la explanada de la Hacienda de Jaral de Berrio en donde se levantan los silos de forma cónica.
Además de los oficiales que Calleja formó de los dependientes de las haciendas y minas que condujeron la gente que de todas partes había pedido, escogió otros de diversas profesiones, y obligó a detenerse con el mismo fin, a los europeos que salían huyendo de la provincia de Guanajuato y que intentaban dirigirse a la costa. No tenían conocimiento alguno en la milicia, pero podía contar con su fidelidad y esto era lo esencial. De esta escuela salieron los jefes mas distinguidos del ejército, que veremos hacer el papel principal en todos los sucesos antes y después de la Independencia”. (4)
Detalle en la fachada de la Hacienda de Jaral de Berrio.
Es así como el marqués del Jaral ofrece a Calleja todo su apoyo, incluido el de sus peones y caballos, abre sus trojes para que de allí se sirvan tanto unos como otros, las reuniones se dan en la Hacienda de La Pila, en el actual estado de San Luis Potosí, lugar en el cual Calleja reúne y entrena a su ejército, mientras que espera la llegada de más apoyos por parte de los hacendados del riquísimo valle de San Francisco, se dice de “Los Tamarindos” provenientes de la Hacienda de Bocas, así como de los carmelitas de la Hacienda del Pozo del Carmen. La gente pudiente de la zona, los más adinerados latifundistas estaban unidos en torno a Calleja con el fin de acabar con el movimiento Insurgente que recién se había levantado.
Palacio de Iturbide, actual sede de Fomento Cultural Banamex en la calle de Madero, residencia de los Moncada en la ciudad de México. Se dice que era el edificio más alto, el más espectacular… y lo sigue siendo.
Fuentes:
1.- Rionda Arreguín, Isauro. Haciendas de Guanajuato. Ediciones La Rana. Guanajuato. 2004.
2.- Coello Ugalde, José Francisco, historiador taurino. Museo Taurino Mexicano y Bibliófilos Taurinos de México. Citados por JC. Vargas. Reportaje en Excelsior, 12/09/2001, Hidalgo y Allende, las otras faenas de los héroes patrios.
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=660786&rss=1
3.- La conspiración de Querétaro (1810). Sitio electrónico de la SEDENA.
http://www.archivohistorico2010.sedena.gob.mx/fasciculos/Momentos_estelares/2%20MOM.%20EST.pdf
4.- Alamán, Lucas. Historia de México.
Carlos III, rey de España, el que otorgara el Mayorazgo a los descendientes del marquesado de Jaral de Berrio
Si te interesa saber más datos de la Hacienda de Bledos, propiedad de la familia de la que fuera virreina de la Nueva España cuando a Calleja le dieron el título de Virrey, entra aquí:
A mi me gustan los trojes.
ResponderEliminarComo me gustaria ver a esa Hacienda convertirse en un museo o algo asi.
ResponderEliminarQue bueno que hay gente que aún esta interesada en nuestro patrimonio histórico, por si estan interesados en el tema de esta maravillosa hacienda les comento que ya se están llevando trabajos de rescate de los cuales yo soy uno de los encargados principales por si les interesa profundisar en el tema. Saludos Atte. Joavenes Restauradores -email ard.restauradores@gmail.com
ResponderEliminarMuchas Gracias por la información, me sirvió de mucho =) Saludos :P!
ResponderEliminarHola, me gustaría saber si me puede dar la fuente de donde tomó la imagen de el marqués de Jaral de Berrio luciendo su uniforme de Coronel del Real Regimiento de Moncada. Le envío mi correo electrónico mthtz@yahoo.com. Me interesa obtenerla para usarla para un programa de televisión. Espero que pueda compartirme el dato. Mi nombre es Martha
ResponderEliminarOjalá y se pueda recuperar este edificio aún es hermoso,soy vecina del jaral tengo una pequeña casita en las alasanas y me encanta visitar jaral aunque ya casi no hay nada sigue siendo hermoso este lugar
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