Sigo en el Estado de México, este día me tocó la suerte de llegar a Tepotzotlán, Pueblo Mágico que ahora tiene ya el título de Patrimonio de la Humanidad, ahora bien, el que sea Pueblo Mágico se refiere a toda la zona centro, al llamado centro histórico, pero lo del Patrimonio de la Humanidad, ligado al concepto del Camino Real de Tierra Adentro es solamente lo que fue el Colegio Jesuita de San Francisco Javier, en donde se ubica el Museo Nacional del Virreinato. Te puedo decir una cosa, de las docenas de templos que conozco, si hay uno en donde todas las fotos que quieras ver, todos los libros que quieras leer no te darán ni la mitad de la idea de lo que el lugar es. El templo de San Francisco Javier es algo que se va más allá, mucho más allá de todo lo imaginable, es el barroco llevado al extremo, a lo imposible de describir, aquí no hay más alternativa que ir al lugar y visitarlo. En su debido momento te compartiré las fotos.
El lugar es enorme, bien ocupas todo un día para poderlo apreciar completamente, sin dudarlo el templo de San Francisco Javier, que no está en uso y se conoce como “el templo de los retablos de oro” es lo más impresionante, pero si crees que eso es todo, tienes que ver la capilla anexa, dedicada a Nuestra Señora de Loreto, la cual tiene una marcada influencia indígena y, como objetivo, trasladarte a lo más profundo de la espiritualidad, de la meditación, de la reflexión propia de la filosofía Ignaciana. Te recomiendo te adentres un poco en las ideas de esa espiritualidad desarrollada por los Jesuitas antes de ir a conocer esta que sin lugar a dudas es una verdadera joya del arte Novohispano, por no decir que es LA joya del arte novohispano.
Los Jesuitas se instalaron hacia 1580 en este sitio y, sucedió que “En el año de 1585 el padre provincial trasladó el noviciado del colegio máximo de San Pedro y San Pablo a Tepotzotlán, pero en esos días estos jóvenes vivían con muchas limitaciones, fue entonces cuando los padres recibieron una grata noticia, un rico comerciante en plata don Pedro Ruiz de Ahumada y Mendoza de Avila, primo de Santa Teresa de Jesús, legó en su testamento 34,000.00 pesos de oro común para la fundación del colegio de novicios y casa de probación. Por este colegio desfilaron grandes talentos que en la época de oro del virreinato dieron lustre a las ciencias y las artes, dentro de los que se pueden contar a don Carlos de Sigüenza y Góngora, Francisco Javier Clavijero, Francisco Javier Alegre, Eusebio Francisco Kino, entre otros”. (Wikipedia)
El recinto es enorme, fueron tres los claustros que visité, creo hay uno más. Si te gusta la pintura de ese período de México, aquí tendrás para entretenerte varias horas, obra de Cristóbal de Villalpando y Miguel Cabrera al por mayor. Hay una exposición interesantísima, la de las Monjas Coronadas, quizá has visto por allí una de estas pinturas, en donde aparece una monja llevando a un Niño Dios en las manos, un cetro hecho con flores, y una alta corona, también de flores, esta era una tradición, la cual solo las más pudientes podía realizar, y que se entendía como el Desposorio con Cristo; ideas bastante profundas y rebuscadas, propias del período que se vivió en México: el barroco. Las pinturas están todas llenas de simbolismos, de ello te contaré a su debido tiempo, por ahora solo te digo que me faltará tiempo, me faltará tiempo para ver todo lo que en México hay.
es impresonante este lugar, la verdad despide una vibra extraña, muy buan tu publicación :)
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