La parroquia de San Miguel Arcángel en Yahualica, Jalisco.

   Sucede que, al andar por el rumbo de los Altos de Jalisco, uno se llega a confundir al ver las dimensiones de los templos parroquiales de la región. Todos son enormes, como en Teocaltiche, o en Lagos de Moreno; lo primero que pensamos es que se trata de una catedral, pero no es así ya que eso que estamos viendo es la parroquia de la localidad y depende de una Catedral. Es el mismo caso en Yahualica, lugar al que, desde que nos estamos aproximando a su centro, el punto focal se vuelven las torres de la parroquia y al estar frente a ella vemos cuan magnífica construcción es. Bien podría albergar allí una cátedra y volverse, claro está, una Catedral.

   Y sucedió que Yahualica tenía un templo antiguo, seguramente de adobe, construido durante el paso de Fray Miguel de Bolonia, franciscano que, desde el convento de Juchipila, se dedicó a evangelizar la zona cazcana. Quizá hubo allí un hospital para dar atención a los indios congregados pero de ello no queda vestigio alguno. Ese templo original, dedicado a San Miguel fue derruido, la sede trasladada al actual templo de la Inmaculada y, gracias al empeño que el entonces cura de Yahualica, Ignacio Iñiguez Delgadillo, fue que se comenzó a levantar un moderno y espectacular templo, utilizando como material de construcción la cantera que abunda en la zona.

   Y sucedió que fue seleccionado el maestro cantero Luis Fabián Delgadillo para dirigir la obra. El caso de Delgadillo me recuerda mucho al de Refugio Reyes en Aguascalientes, el autor del templo de San Antonio y varias construcciones más, pues ambos, nos dejaron el legado de extraordinarias obras y ambos carecían del título de Ingeniero Civil o Arquitecto, sin embargo el talento innato que tenían merecen un reconocimiento no solo regional, sino nacional.

   El altar mayor de la Parroquia de San Miguel es espectacular, me da la impresión de ser un retablo, como los barrocos, de tres calles, labrado todo en cantera, manteniendo la uniformidad en color de todo el conjunto. Al centro destaca la escultura del santo patrono, San Miguel, custodiado seis Arcángeles, en la parte alta, coronando la hornacina de San Miguel aparece la Inmaculada Concepción y al centro, en la parte más importante del altar mayor, enmarcado con un toldo de terciopelo rojo está una réplica del Señor del Encino, cuya milagrosa aparición se dio en un pequeño rancho cercano a Yahualica.

   El espacio interior que el maestro Delgadillo logró es amplio, ventilado e iluminado, en realidad no requiere de ornamento alguno pues el edificio en sí contiene una sobria elegancia que solo lo podemos calificar como una auténtica belleza. Hay que considerar algo, que este recinto se construyó entre 1940 y 1965, aunque de pronto nos da la sensación de mayor antigüedad, no lo es, es un edificio, digamos, moderno.

   Además del altar mayor, en esta Parroquia hay dos partes excepcionales, una de ellas es el altar lateral dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe. Nuevamente veo un exquisito trabajo de cantera en la que, emulando a un retablo del siglo XVIII, el artista se dio a la tarea de volver materia maleable a la piedra. El otro punto que me atrajo sobremanera fue el sagrario. Indudablemente que Yahualica guarda una obra excepcional de la arquitectura espontanea. Las imágenes hablarán por sí solas.