Yahualica, un pueblo orgulloso de serlo. Estado de Jalisco.

    Día 20 de la "tirada a perder", sigo en Jilotepec, hoy amaneció con neblina y un frío intenso, indudablemente que el cambio climático es más que notorio, ayer estábamos a 30 grados, hoy a 12. Y con este clima, que mejor que recordar ese paso que hice hace algunas semanas por otro rumbo de México, en los Altos de Jalisco, lugar en donde, como en todo México, vamos cayendo de sorpresa en sorpresa al ir caminando sus pueblos que, por mucho que crezcan no dejaran de ser pueblos orgullosos de serlo y, como es el caso de Yahualica, Jalisco, de algo que se puede enorgullecer es, simplemente, ser una joya arquitectónica única.

   Pocos pueblos se pueden jactar de que, luego de casi cuatro siglos de existencia, de pronto la zona centro se vuelve a construir, que no es lo mismo que reconstruir; sino volverlo a hacer, enderezar sus calles, darle el debido acceso y monumentalidad al corazón y el alma de ese pueblo, es decir, el jardín, la parroquia, el mercado, y todos esos sitios en donde nuestra cultura mexicana se desarrolla. Se edificó, prácticamente, desde cero.

    Su parroquia, la de San Miguel Arcángel, se hizo con características catedralicias, en ese tiempo, mientras se construía, la sede parroquial se trasladó a otro templo que más adelante veremos, como más adelante veremos a detalle este monumental templo que aparece en la imagen. Y visto así, desde lo alto, entendemos mejor el por qué Yahualica se llama así, Yahualica, "lugar dentro del redondel", por estar rodeada de cerros.

    Alguien por ahí me dijo que para entender a Yahualica hay que leer la obra de uno de sus hijos (¿o nietos?) distinguidos, Al filo del agua de Agustín Yáñez. Esa tarea no la he podido acabalar por haberme contagiado del síndrome que nos afecta en este siglo XXI: el no tener tiempo. Pero si le damos tiempo al tiempo, seguro que la podré leer. Por cierto, la sopa que se ve al lado del libro es de Médula...

    Cuando llegué a Yahualica una de las primeras cosas que me sorprendió fue su mercado, todo hecho en cantera, estilo sobrio, línea perfecta. Seguí caminando para llegar a...

    Para llegar a su jardín, en el cual destaca el monumento a otro de sus hijos distinguidos, seguramente el mayor de ellos, tanto así que su nombre está integrado al nombre de la población: José de Jesús González Gallo, que fuera gobernador del estado de Jalisco y que fuera quién decidiera rehacer el pueblo, así como ahora lo vemos.

    Vamos topando con vestigios del pasado, lamentablemente perdido, como este anuncio, "como los de antes"...

    La modernidad jalisciense, la de los cuarentas y cincuentas del siglo XX, se puso de manifiesto en el centro de Yahualica, como aquí, en su jardín principal.

    Y esa modernidad (por así decirlo) convive sanamente con las construcciones más antiguas del poblado.

    Y así se hizo su escuela....

    Y así se exaltó a San Miguel, su santo patrono, en la portada principal de su nueva parroquia.

    Caminar por las calles del centro de Yahualica, en el estado de Jalisco se debe de hacer despacio pues, en cada ángulo, a cada metro, iremos sorprendiéndonos de los tantos detalles que allí hay, no encerrados, sino expuestos, en uso, para ser admirados por todos. Las fotografías comprobarán que, todo esto que te estoy diciendo no son exageraciones, es belleza pura.