miércoles, 21 de agosto de 2013

Los conos y sus infinitas posibilidades de uso. Los silos abandonados de Aguascalientes.

   A diferencia de la historia que ayer te conté, sobre los hijos y nietos de Moctezuma que fue, casi al vapor, pero siempre sustentándola lo más posible, esta que ahora te cuento tiene, de que la comencé a documentar, cinco años y de que comencé a verla, algo así como cuarenta o un poco más. Pues cuando existían aquellos Almacenes Nacionales de Depósito, que luego lo conocimos como Conasupo, de pronto comenzaron a surgir, por todos lados en el centro de México los silos que, luego me enteré, Díaz Ordáz los llamó: Los graneros del pueblo.

   Estos conos, como son mejor conocidos, no fueron concebidos por el gobierno de Díaz Ordáz, ni por los anteriores, estos fueron concebidos por los arquitectos, alarifes o maistros que diseñaban las magníficas haciendas de los más ricos Condes y Marqueses que hubo en la Nueva España del siglo XVIII. Digo esto porque en los sitios en donde sobreviven estos silos son en lo que fueron propiedades de estos afamados personajes que tenían enormes propiedades en el norte de lo que hoy es el Estado de Guanajuato, el oriente de Aguascalientes y casi todo Zacatecas. Sé que en algunos puntos de San Luis Potosí y el el sur de Nuevo León aun sobreviven algunos... seguramente en pésimas condiciones.

   Los primeros que vi fueron los de la Hacienda de Jaral de Berrio, que fuera propiedad del Marqués de Jaral de Berrio precisamente, es por eso que presumo que fue él o alguno de los otros dos contemporáneos que tuvo, quienes los mandaron diseñar y construir, ya que él tenía propiedades justo en la zona en donde se desarrolló este concepto de almacenamiento de granos. Los segundos me dejaron sin aliento, eran una veintena y estaban todos alineados de tal modo que ninguno de ellos diera sombra a los demás, se trata de los Silos de Santa Mónica, poco antes de llegar a Guadalupe, Zacatecas. Mi sorpresa fue mayor al ver los silos en la ex hacienda de Tlacoaleche, también en Zacatecas.

  Así pues, si el diseño no fue auspiciado por don Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, Marqués de Jaral de Berrio en alguna de sus muchas propiedades (la leyenda cuenta que tenía 99, número exagerado, pero seguramente 30 sí las tenía); entonces fueron diseñados en alguna de las propiedades de don Fernando de la Campa y Cos, conde de San Mateo Valparaiso. O, en todo caso, estos silos de forma cónica fueron diseñados en alguna de las 15 haciendas que pertenecían al Mayorazgo de Rincón Gallardo, Marqués de Guadalupe Gallardo. A final de cuentas, estas tres portentosas familias se conocían entre sí, seguramente se recomendaban a sus alarifes, los unos con los otros. Esto trajo por consecuencia el desarrollo de una teconología, entonces de vanguardia, para el almacenamiento de granos a la temperatura ideal, pues se lograba un agradable fresco en el verano y una calidez ideal en el invierno.

   Las fotos que hasta el momento hemos visto corresponden a unos silos, 4 de ellos, que estaban dentro de una de las propiedades de los Marqueses de Guadalupe Rincón, en la Hacienda de Santa María, actual municipio de Palo Alto en Aguascalientes. Se trata del modelo que la Conasupo tomó para desarrollar el programa (fallido) de los Graneros del Pueblo. Pero eso no es lo interesante esta vez. Lo interesante es darnos cuenta de que hay un enorme potencial turístico en ellos, pues son un verdadero atractivo y, una vez que conocemos su historia y su tecnología, creo se vuelven aun más atractivos. Ahora bien, ¿Son estos las únicas construcciones cónicas que hay en el mundo? Pues no, no lo son, ya que en otras latitudes y en otras épocas hubo la misma idea, aplicada para otros fines, veamos.

  Nos vamos a Bolivia, región que perteneció hace cinco siglos al Virreinato del Perú, allí los españoles pensaron haber encontrado el mayor de los tesoros, encontraron el "Cerro Rico", lo llamaron Potosí, el sitio se convirtió en la ciudad más rica de toda la América, tanto así que se equipara como uno de los centros poblaciones que, en su tiempo (siglo XVI), atrajo al mayor número de inmigrantes. Para entender un poco mejor este concepto del Potosí, te recomiendo leer este breve artículo.

   Sucede que no es en el Potosí, sino en una zona más al poniente, en Chipaya, justo donde comienza la zona más árida y seca de todo el planeta, misma que va desde el sur oeste de Bolivia hasta el norte de Chile, en donde habitan los Chipayas, quienes han desarrollado una teconología de construcción de adobe precisamente de forma cónica.

   Solo que, a diferencia de los conos de las antiguas haciendas del altiplano mexicano, los Chipaya las construyen como casa habitación, no tienen ventanas, solamente una puerta de acceso y la razón por la cual es de forma cónica, es para protegerse de los fuertes vientos que azotan la región.

   ¿Alguna relación entre los constructores bolivianos de Chipaya y los alarifes mexicanos del siglo XVIII? Den entrada digo que no, pero, si consideramos que los silos de forma cónica también se encuentran en el estado mexicano de San Luis Potosí... humm.., es decir, cabe una muy remota posibilidad de que un potosino de bolivia haya llegado al Potosí mexicano, o, en todo caso, un español avecindado en el Potosí, Bolivia, se haya enterado de estas formas cónicas y lo haya implementado por el Potosí mexicano... la duda cabe.

   Para incrementar las dudas en torno a los desconocidos diseñadores y constructores de los silos de forma cónica del altiplano mexicano, ahora nos vamos a la bella Italia, a un lugar llamado Alberobello, en la provincia de Apulla, que no es otra cosa que la parte centro de eso que sería el tacón de la bota italiana. Leo en Wikipedia: "Los orígenes de la ciudad se remontan a la segunda mitad de edad media o a principios del siglo XVI cuando, siendo un pequeño feudo bajo el dominio de los Acquaviva, condes de Conversano, comenzó a poblarse de campesinos que deseaban cosechar la selva (así llamada) fértil. Los condes autorizaron a los colonos para que construyeran sus casas a la piedra seca, esto es, sin cemento, para poder ser derruidas en caso de inspección regia. Esto se debía a la prammatica de baronibus, norma existente en el Reino de Nápoles desde el siglo XV, en cuya virtud el nacimiento de una aglomeración urbana exigía el pago del tributo; con la astuta propuesta se evitaba el impuesto. Así pudieron construir estas casas que podían configurarse como construcciones precarias, de fácil demolición".

   Lo extraordinario del caso de Alberobello es que estas construcciones, fueron ideadas para que, sin usar argamasa para pegar una piedra con la otra, y servir de punto de apoyo la piedra que cerraba el cono, de eses modo las construcciones se deshacían en minutos, esto con el fin de evitar el pago de impuestos medievales. Se le llama Trulli a esta modalidad y es parte del catálogo del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO desde 1996.

   Se me ocurre, entonces, que fue un alarife italiano de la región de la Apullia que llegó a México con la idea de las construcciones cónica... ¿o fue uno que venía de Bolivia? Creo, más bien, que con la creatividad que existe en México y con el ancestral conocimiento de las más antiguas bodegas o silos o graneros, los Cuexcomates, fueron el punto de partida de los silos de forma cónica que ahora se están desbaratando por buena parte del alitplano mexicano. Espero sinceramente que este artículo motive más a quienes habitan las zonas en donde existen y los rescaten, pues son una muestra enorme de la arquitectura mexicana del siglo XVIII y XIX. Desde aquí, las fotos corresponden a los Silos de la hacienda de Santa María en Aguascalientes.

 


 


5 comentarios:

  1. Benjamin, ojalá el INAH haga un catálogo de silos históricos...identificándolos y ubicándolos sería posible conservarlos.
    Diana GG desde la california mexicana

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  2. sabia de ese programa, pues en el pueblo de mis abuelos construyeron ese tipo de silos, pero jemaz imagine que fueran de la época de las haciendas Nr

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  3. que padres conos pero bonitos benjamin

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  4. Yo vivo en aguascalientes y la verdad qué si se ven muy bonitos. Me gustaría qué los restaurarán porque si se ven muy deteriorados

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  5. En San José del Río Ags, tierra natal de mi abuelo también hay algunos silos, buen artículo saludos!

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