Te comentaba apenas ayer que, andando por el rumbo de Tlalpujahua, en el nor-este de Michoacán, luego de mi fallida incursión a la hacienda de Tepetongo, a la cual nunca pude llegar debido a que, caminar ese tramo era bastante largo para mis cansadas piernas y que ese día, siendo sábado, no había servicio público de transporte entre el pueblo de La Venta y la mencionada Hacienda; el interés que tenía por llegar allí era el de cerciorarme que existe aun la estela de Cabeza de Águila que marca el paso de Hidalgo apenas un mes después de haber iniciado el movimiento de Independencia.
Como quiera andando por allí, en ese pueblo o rancho o, como ahora se les dice, comunidad de La Venta, pude conocer una hacienda, la de La Venta de Bravo, una vez que acabé el recorrido me regresé rumbo a Tlalpujahua pero, como en el camino de ida vi a lo lejos, encima de una colina un templo que se miraba, desde lo lejos muy atractivo, decidí bajarme del camión justo en el entronque del camino y luego se ascender la colina, llegue a un pueblo que, además de tener una hermosa iglesia, tiene algo que en estos años del siglo XXI que estamos viviendo es algo, en verdad, magno: estar limpio.
Bien decía mi abuelita, y creo las abuelitas de todos nosotros: "la pobreza no está peleada con la limpieza", haciendo referencia a que muchas veces asociamos la falta de recursos con la falta de higiene y limpieza. Pues bien, el pueblo de Tlacotepec, en el municipio de Tlalpujahua, de algo que puede presumir abiertamente es de dos cosas: una, de ser bello, la otra de estar limpio... algunos amigos que tengo por Los Altos de Jalisco creo que agregarían algo a estas dos presunciones: estar empedrado.
Así pues, a paso más bien moderado pues el andar a los 2800 metros de altura y subir un poco más no es cosa sencilla para mi, como quiera, para allá vamos, lo primero que veo son los vestigios michoacanos de su marcaje del Bicentenario, el cual vi a la entrada de muchas poblaciones de ese estado.
Y llegamos al pueblo que es, en verdad, encantador. No imaginé que allí, en lo alto de la colina existiera una población que, además de estar muy limpia (insisto y seguiré insistiendo) es bastante bella. Tiene todas las características suficientes para envolvernos en la paz y tranquilidad que solo en la provincia mexicana logramos encontrar.
Tiene su plaza comunal, allí hay algo que bien puedo pensar es una huatapera, al menos tiene toda la estructura suficiente para funcionar como tal, y estando dentro de la zona de influencia purépecha, creo que sí se trata de una de ellas.
Sobre su templo magnífico y algunos datos históricos ayer te los comenté, si no los has visto aun, los puedes leer aquí. Y ya, para concluir el bla, bla, bla, me acuerdo de la palabra Tlacote, eso porque se hizo famosa hace un par de décadas, tal vez un poco más, cuando de pronto apareció un agua "milagrosa" que, decían, hasta el cáncer curaba, era el agua del rancho de Tlacote en Querétaro. Pero el significado de Tlacotepec no tiene nada que ver con el agua: "Tlacotepec es una palabra de origen náhuatl, que proviene de las raíces tlahco, que significa medio o mitad; y tepetl, cerro, además de la terminación c, por "co", significando "en", por tanto su significado se deduce como En medio o la mitad del cerro".
Qué maravilla. Resulta sorprendente que en cada pueblo o comunidad, siempre hay una iglesia interesante. Gracias por mostrar todo esto.
ResponderEliminarHOLA
ResponderEliminarYO VIVO AQUI EN TLACOTEPEC Y DE VERDAD ES HERMOSO
Buen día. Mi abuelo materno era de Tlacotepec Michoacán. Se llamaba José María Alonso Camacho. Ojalá me pueda informar si aún vive allá alguien de la familia Alonso, para ir a visitar.
EliminarPor su atención, gracias.
Si una paz inmensa de el pueblo que hasta cuando duermes escuchas el latido de tu corazon del silensio tan equilibrado de la noche!! Es ideal para alejarte de ruido de carros y del sonido de la ciudad!!
ResponderEliminarHermoso lugar, pero muy solo!!
ResponderEliminarBuen día. Cuando es la fiesta del pueblo ?
ResponderEliminarMi abuelo materno era de allá, y me encantaba el champurrado que hacen. Y quiero volver.
Gracias