lunes, 12 de agosto de 2013

Las llaves que fueron y volvieron. De la Invasión Francesa a las Fiestas del Centenario.

  Esta escena propia y característica del romanticismo de la segunda mitad del siglo XIX no es una escena inventada, se trata del recibimiento que tuvo el general Frédéric Forey a la ciudad de México. "La pintura en sí misma es excelente por las cualidades que contiene de composición, colorido y ejecución con los pinceles. La escena representada muestra varios personajes entre los que podemos identificar al general Forey montado en un caballo tordillo y con su brazo derecho extendido en actitud de recibir las llaves que se le entrega un miembro de la autoridad provisional de la Ciudad de México.... En el lado derecho de la pintura se ve un muro y la Puerta de San Lázaro. Al centro atrás se aprecia el convento y hospital del mismo nombre. Cerca del hospital se ve el puente sobre la prolongación del Canal de la Viga..." (1)

  Mucho hemos oído sobre la Batalla de Puebla y el victorioso 5 de mayo, festivales y desfiles hay por todos lados para recordar la fecha, pero se nos olvida que un año después este general que vemos en la fotografía entraba triunfante a la ciudad de México, no solo eso, sino que se le entregaban solemnemente las llaves de la ciudad. "Después de apoderarse de Puebla, el general Forey se desplazó a la Ciudad de México y entró solemnemente en ella el 10 de junio de 1863, a las tres semanas de la capitulación del general González Ortega. La caída fue sin resistencia alguna pues el presidente Juárez, al considerar que la defensa era imposible, decidió trasladarse con sus fuerza hacia el norte y establecer su gobierno en San Luis Potosí".

  No sé si te has hecho la pregunta del por qué de la invasión francesa. Pues, para resumir: luego de la consumación de la Independencia si algo no había en México era dinero. Los once años de guerra y la implementación de un nuevo gobierno que partía desde cero y que no lograba consolidarse, solicitaba dinero a quien lo tenía: Inglaterra y Francia, también a España del que, a pesar de haberse independizado, al paso del tiempo (es decir, luego del Imperio de Agustín de Iturbide, las once presidencias de Antonio López de Santa Anna y la invasión norteamericana), solicitó préstamos a los gobiernos de los países mencionados, Juarez, al llegar a la presidencia lo que nota es una cosa: la falta de dinero para pagar a los acreedores. Se decreta la suspensión de pagos y esos países se molestan, llegan a Veracruz sus representantes y...

  "El presidente Juárez comisionó a su secretario de relaciones, Manuel Doblado, para atender ese grave asunto. Doblado tuvo éxito, pues después de una inteligente labor, obtuvo que el 19 de febrero de 1862 se firmaran los Tratados de la Soledad en virtud de los cuales los españoles y los ingleses se retiraron de nuestro suelo. No así los franceses, pus su objetivo era el de hacer campaña miliar para instaurar el régimen monárquico que interesaba a Napoleón III." El resto de la historia ya lo conoces, para 1864 llega Maximiliano, para 1867 es fusilado, Juaréz regresa al poder, y para 17 de febrero de 1877 Porfirio Díaz inicia su primer periodo presidencial.

  Bueno, pero, si te estás pregunta qué fue lo que pasó con las llaves, la historia es esta: Forey, tras consolidar la invasión a México es elevado al nivel máximo del ejército francés, es nombrado Mariscal, regresa a París y entrega las llaves de la ciudad capital como prueba contundente de ese triunfo. Para 1910 año del Centenario del inicio de la guerra de Independencia de México, el gobierno francés decide devolver las llaves, para ello se realiza una solemne ceremonia, dentro del marco de las Fiestas del Centenario, justo el día 18 de Septiembre, cuando toda la ciudad tenía fresco el recuerdo del más importante acto de las fiestas, la inauguración de la Columna de la Independencia. Y es así como el delegado francés, Paul Lefaivre devuelve las llaves, y, aunque no lo veamos como tal, el pasaje de la invasión francesa quedó resanado y como un capítulo más de la Historia de México. Supongo que luego del acto se brindó con la mejor champagne française, invitada por México, claro está.

La pintura original fue elaborada por Jean Adolphe Beaucé, se encuentra en Francia, una copia realizada por el pintor poblano José María Calderón está en el Museo de la Ciudad de México. Mide más de 2 metros de altura y poco más de 4 metros de largo.

Fuentes:

Lo entrecomillado lo tomé de: Cortina Portilla, Manuel. Sucedió en el Valle. Consa, México, 1991. pp.11-17. Investigar apara este artículo me lo motivó la lectura de: Tovar y de Teresa, Rafael. El último brindis de Don Porfirio. 1910: los festejos del centenario. Santillana Ediciones Generales. México, 2012.

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