De lo mucho que se puede visitar en Yucatán, además de las bien conocidas zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal y Dzibilchantún, de lo mucho que hay que ver en Mérida y Valladolid, hay un recorrido que es una verdadera delicia realizar, se le conoce como Ruta de los Conventos, en el cual no solo podremos ver templos y conventos, sino también sitios arqueológicos sorprendentes como el de Mayapán que es algo así como una prueba, de lo que sería la gran ciudad de Chichén Itzá, pues da la impresión de tener a escala cada uno de sus monumentos y Acanceh, que tiene la particularidad de estar en el mero centro de la población, justo frente a la explanada, a un lado de la parroquia y frente al mercado.
Al llegar aquí nos asalta la primera gran interrogante, esa tan oída y tan repetida de "cómo es posible". Yo hice la misma pregunta y me dieron una respuesta muy concreta: hay que tener en cuenta que durante muchos años (siglos) los vestigios mayas estaban en el total olvido. No fue hasta 1939 cuando se formó el INAH y cuando comenzó la protección a los sitios que contienen vestigios arqueológicos, cuando eso ocurrió muchos de ellos, quizá varias docenas o, tal vez algunos cientos, ya habían sido invadidos, desbaratados, transformados.
La primera gran destrucción que se dio fue cando los evangelizadores europeos con la consigna de que todo aquello que no fuera Católico era demoníaco, muchos de los antiguos templos fueron deshechos para que, con las mismas piedras, se construyeran nuevos templos de la nueva religión que vinieron a imponer.
Un ejemplo claro y contundente encontramos en Acanceh, primera escala de la Ruta de los Conventos, en donde, usando la plataforma de un templo maya se levantó una capilla católica, y en la actualidad vemos una explanada que igual se usa de estacionamiento que, seguramente, cancha de futbol, justo frente a la pirámide y a un lado vemos la parroquia de Guadalupe, del otro el jardín principal. Ejemplo, insisto, contundente de lo que fue la transformación de las poblaciones mayas a trazas urbanas que seguían el patrón dado en las Ordenanzas de Felipe II. Las siguientes imágenes son bastante elocuentes, ellas te contarán el resto de la historia.
Vista de la explanada desde lo alto de la pirámide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario