martes, 29 de abril de 2014

Ticul: un verdadero museo al aire libre al recorrer sus calles.

   Ticul, al igual que otras tantas poblaciones de Yucatán están llenas de historia y de vestigios. Lo que vemos en la imagen es el templo del convento franciscano de San Antonio, construido en el siglo XVI. Ticul es la entrada a la zona conocida como Ruta Puuc, y de allí se puede integrar a la Ruta de los Conventos. Con estos datos te darás una idea de lo mucho que hay que ver por ese lugar. Cuando lo visité iba con un objetivo específico: el de averiguar si quedaban restos de lo que fue una mítica, digo yo que mítica, población que llevó por nombre Villa Carlota. Pensé que la Emperatriz, cuando pasó por aquí, rumbo a Campeche, había hecho una parada en Santa Elena, población que cambió por un par de años su nombre al de Carlota, pero no fue así, de lo que hay allí es solo una placa conmemorativa que, dentro de los festejos del Bicentenario se colocó. La historia es interesante, la puedes leer aquí.

   Aquella vez me hospedé en Oxzkutzcab, un pueblo tranquilo en donde hay gran producción, entre otras cosas, de cítricos, interesante de conocer y de magnífica ubicación para recorrer a profundidad la zona, así que, un día salí rumbo a Ticul para de allí continuar a Santa Elena. Caminando por el centro de Ticul comienzo a observar estupendas esculturas decorando toda la zona centro, pero no eran las habituales esculturas de héroes de bronce y lo que ello conlleva, sino las reproducciones de las deidades mayas, toda una lección de arte y cosmogonía se expone en la vía pública.

   "Como muchos pueblos del mundo, el maya necesitó y construyó un cuerpo de creencias religiosas para explicar el origen y la estructura del cosmos, así como para justificar el papel que la humanidad juega en el mantenimiento del orden en esa realidad. Ante la imposibilidad de explicar las causas que producen los más diversos fenómenos naturales crearon un mundo imaginario formado por seres sobrenaturales. A ellos se les otorgó el don de crear todo cuanto existe, las expresiones materiales y las espirituales. Algunos son polivalentes (poseen aspectos positivos y negativos), multifacéticos (tienen varias advocaciones y se representan de diversas maneras) y poseen el don de la ubicuidad y la omnipresencia (ocupan todos los rumbos y niveles del cosmos). (Revista Arqueología Mexicana No.88)

   Es bueno llevar una guía, o saber bien los atributos que cada deidad ostenta para fin de identificarlas mejor. La única que reconozco bien es Ixchel, la anciana jorobada que carga un cántaro, pero la confundo con Itzamná, el creador. Por allí debe de estar la Nal, dios del maíz, y Yum Kimil, el señor de la muerte, es cosa de ser buen observador...





















2 comentarios:

  1. muy binitas fotos ni yo que collabore haciendo la mayoria de los rostros ,saludos benja tu amigo el escultor rolando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rolando, solo te puedo decir que son bellas todas las esculturas, lo interesante sería que nos identificaras cada una de ellas, yo solo reconozco a Itzamná con su joroba, ¿y las demás?

      Eliminar