Tengo la gran oportunidad de visitar el Palacio Legislativo de San Lázaro, ese que conocemos mejor por el nombre de Cámara de Diputados, así que voy para allá. En e Metro es la forma más fácil de hacerlo, más aun en el Metrobús, es cosa de saberse bien las calles de la ciudad de México y todas esas "características" que se van desarrollando en torno a las estaciones del servicio público de transporte, las cuales incluyen el saber bien si caminar hacia la izquierda o la derecha, la de ver más allá de los cientos de toldos que cubren las entradas del metro y que ocultan las señalizaciones. Llegamos al recinto. Encontramos la puerta de acceso, sigue ahora el protocolo de registro. Tengo ya la credencial que me autoriza a entrar.
Procuro llegar antes de mi cita pues tengo la intención de recorrer el edificio, del cual lo más conocido es, sin lugar a dudas esa combinación exquisita de materiales que dan la idea de la bandera nacional, el verde del metal, el blanco del mármol y el rojo del tezontle. Al centro el escudo nacional, obra del guanajuatense José Chávez Morado.
"La construcción, que fue promovida por el entonces presidente José López Portillo, formaba parte de un enorme programa de desarrollo y obras públicas del gobierno, en un momento de gran bonanza petrolera para México, comenzó en septiembre de 1979, según planos y proyecto de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez (en ese momento Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas), Jorge Campuzano y David Suárez". Fue formalmente inaugurado el 1 de septiembre de 1981, con motivo del 5o. Informe de Gobierno de López Portillo.
"El Palacio Legislativo de San Lázaro fue sede ininterrumpida de la Cámara hasta el 5 de mayo de 1989, cuando fue consumido por un incendio. Esto obligó a su restauración, la cual el presidente de México Carlos Salinas de Gortari encomendó al arquitecto mexicano de sangre real Manuel De Santiago-de Borbón González Bravo. Durante su restauración se trasladó el recinto legislativo a la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
El palacio del Congreso del gobierno de México restaurado por el reconocido arquitecto Manuel De Santiago-de Borbón González Bravo, fue reinaugurado por el presidente Carlos Salinas de Gortari el 1 de noviembre de 1992 con su 4o. Informe de Gobierno. El motivo del incendio fue objeto de varias sospechas, pues en los sótanos del edificio se encontraban resguardados los paquetes que contenían las boletas electorales de las Elecciones de 1988, que un sector de la oposición consideraba fraudulentas. El incendio no alcanzó la paquetería electoral, aunque ésta sufrió finalmente el mismo destino, varios años después, con el aval de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional". (Extractos de Wikipedia)
No sé cuántas intervenciones más habrá tenido el edificio desde 1992, han pasado 22 años y ahora está siendo restaurado por la firma del autor original, el despacho Ramírez Vázquez y Asociados. Hay algo que me parece sumamente representativo en el diseño del edificio y es el uso de la X, que me remite a dos cosas, una, lo dicho en el poema del México creo en ti.
México, creo en ti,
Porque escribes tu nombre con la X
que algo tiene de cruz y de calvario:
porque el águila brava de tu escudo
se divierte jugando a los “volados":
con la vida y, a veces, con la muerte.
Y lo otro a lo que me remite es, también, a una obra de Ramírez Vázquez: el Pabellón mexicano de la Exposición Universal de Sevilla en 1992.
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