La vida es un gran baile: De regreso a Cancún.

    Estoy de vuelta en este, mi hogar temporal, en Cancún. Aunque, pensándolo bien, desde hace siete años no he tenido lugar fijo; pensándolo más a fondo, desde que me fui a la Universidad en Guadalajara dejé de tener un lugar fijo y, desde entonces, ha sido un continuo ir y venir. Cosa que no me cansa, al contrario me reconforta cada vez más. La óptica cambia cada día, cada día hay más por descubrir, hay más detalles que la naturaleza crea y nos deja ver, a quienes buscamos el ángulo adecuado, cuan magnífica puede ser. Y cuando llegamos al sitio en donde clima, abundancia de agua y algunos pocos cuidados por parte del hombre, llegan a producir escenas que, poniéndole la debida atención son insuperables, escenas que nos confirman eso de la frase de que "la vida es un gran baile".... vamos a bailar, mira: