Arquitectónicamente todos los templos que hay en México son interesantes, más aun los virreinales y con mayor razón cuando guardan una historia. En el que hoy vemos la hay pues adquirió el título de Basílica Menor, dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. Sen encuentra en San Luis Potosí, al final de una calzada que seguramente en estos días mostró su mejor cara en términos de fiesta y devoción y transcribo aquí parte de su historia:
"Más de medio siglo después de la aparición de la aparición de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, empezó á rendírsele culto en un altar de la Iglesia de San Francisco del pueblo de San Luis. Trajo de México una imagen el R P. Fra y Juan de Lazcano, quien la dejó en dicho templo cuando pasó á Zacatecas á recibir el cargo de Provincial de la orden de franciscanos. Contábanse entre los muchos devotos de la Virgen de Guadalupe en el pueblo de San Luis, Don Gaspar Núñez v Don Francisco de Castro Mampaso, el primero vecino medianamente acomodado, y el segundo Tesorero oficial real de la Caja del Rey. El señor Castro Mampaso, en unión de otros vecinos, proyectaba la construcción de una ermita dedicada a la Virgen de Guadalupe, lo que sabido por el Sr. Nuñez quiso contribuir á esa obra piadosa con el terreno necesario para la fábrica y sus dependencias Al efecto otorgó poder á favor de dicho señor Mampaso para que éste extendiera una escritura de donación de ese terreno á los mayordomos que se entendieran con la construcción de la ermita ó Santuario. La escritura es de 14 de Diciembre de 1654 y como para esa fecha había reunidos algunos fondos, es de creer que en el mismo mes ó á principios de 1655 comenzó á levantarse la repetida ermita.
"El señor Mampaso murió á mediados de 1655, y en su testamento dejó ordenado que de sus bienes se hicieran los gastos necesarios hasta que se concluyera la ermita y se llevara á ella, con toda solemnidad, la imagen de la Virgen de Guadalupe que estaba depositada en la iglesia parroquial. Esta imagen fué traída también de México por el señor Mampaso, y terminada la construcción de la ermita á fines de 1661, fué colocada en ella el 19 de Enero de 1662 donde se le tributó culto hasta que comenzó la construcción del nuevo Santuario. Con motivo de este nombramiento se cambiaron algunas comunicaciones el Ayuntamiento y el Guardián de San Francisco, negándose este prelado con energía á reconocer como patrono al cuerpo municipal y aún á admitir que tomara participio en la función del 12 de Diciembre, alegando que era ya de costumbre que esa festividad se solemnizara por los religiosos de su convento, y que aunque se llegara á terminar la construcción de la ermita, al mismo convento le correspondía dirigir el culto en ella; pero como el señor Mampaso tuvo cuidado de recabar para todo las licencias del ordinario, no surtió ningún efecto la oposición del Guardián de San Francisco, y la obra terminó bajo la dirección del Ayuntamiento ejerciendo esta corporación el patronato que le fué encomendado.
"En 1737, á virtud de haberse declarado en México día festivo el 12 de Diciembre y de haber proclamado patrona de la ciudad á la Virgen de Guadalupe, se hizo lo mismo en San Luis y en otras poblaciones del Virreinato.
"Desde ese año fué ya más solemne el culto á la Virgen de Guadalupe, tomando participio en las fiestas del 12 de Diciembre que el Ayuntamiento hacía, todos los pueblos suburbios y algunas de las poblaciones y haciendas inmediatas á la ciudad. En aquella época no existía la calzada ni estaba siquiera despejado el camino para la ermita. Se iba á ella volteando los varios callejones que formaban los solares y terrenos de sembradura cercados con órganos y árboles del Perú, los cuales solares y terrenos empezaban desde la espalda del antiguo templo y convento de la Merced. En los días del novenario de la Virgen de Guadalupe, y particularmente los días 11 y 12 de Diciembre todos esos callejones eran adornados al estilo que todavía se usa en nuestros barrios, pero contribuían á ese adorno todos los de la ciudad de suerte que durante los nueve días se esmeraban los vecinos de ella para llevar los mejores atavíos de sus casas y familias. La ciudad se engalanaba toda, ostentando los balcones y ventanas los más ricos cortinajes y los abrigos más costosos de las grandes señoras. He visto una orden del Alcalde mayor fechada á principios del siglo pasado en a que prevenía, que debiendo celebrarse el 11 y 12 de Diciembre las vísperas y función de la Virgen de Guadalupe en su ermita á Extramuros de la ciudad, todos los habitantes de ésta y de sus barrios adornaran con sus mejores paños las ventanas y puertas de sus casas, y la noche del día 11 encendieran fogatas en las puertas de sus mismas habitaciones. Esta era la iluminación pública que entonces se usaba" (1).
Fuente:
1.- Muro, Manuel. Historia del Santuario de Guadalupe en San Luis Potosí. Tipografía Dávalos. San Luis Potosí, 1894. pp. 5-9
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