miércoles, 2 de diciembre de 2015

De expósitos y las sorpresas que guardan los libros parroquiales

   Te contaré esta vez lo que actualmente estoy haciendo. Desde hace seis años, casi siete, simultáneamente a cuando comencé el blog, las dudas que tenía en torno a Salamanca, su historia y, específicamente, la historia de sus haciendas, la fui anotando, las fui averiguando y fuera de unos cuantos datos aislados no logré más. Había personas que, al comentarles de tal o tal hacienda me decían que eso no es cierto y que nunca había existido una hacienda con tal y cual nombre, seguí lo más profundo que posible en sitios electrónicos en bibliotecas digitalizadas y luego continué en el Archivo Histórico de Salamanca, allí di con algunos datos que más bien me crearon más dudas a las que ya tenía. La cosa siguió y mientras leía sobre Aguascalientes, Zacatecas, Hidalgo, el estado que fuera, tarde que temprano aparecía una relación, un personaje, un nombre que me iba diciendo que la historia de Salamanca era mucho más rica de lo que imaginaba, fue entonces que decidí dedicar más tiempo a investigar más y más. Estos días que no tuve acceso a Internet los aproveché para comenzar a dar forma a todos los apuntes que tengo en media docena de cuadernos... eso ya lo logré, los apuntes están ya en orden, al menos  lo que el siglo XVI y XVII se refiere y ahora estoy "hilvanando" los datos dispersos que hay del inicio del XVIII, para ello me di a la tarea de leer, uno por uno, los registros bautismales, allí hay mucha información: nombres, lugares, puestos, personas destacadas y he dado con dos registros que me han conmovido enormemente. Del asunto de los Expósitos ya había tratado en una entrada que hice en "el otro blog", pensaba con cierta pendeja inocencia que esos "Hijos de la Iglesia" ocurría solo en la ciudad de México y en la de Guadalajara, pero no es así, por Salamanca se mantenía el mismo porcentaje, 25, en ocasiones 30% del total de nacimientos en la villa era de niños expuestos, es decir, fuera de matrimonio. Ahora que estoy en el inicio del siglo XVIII, veo que la tendencia es la misma, montones de expósitos, una buena parte, creo la mayoría, asociados a mulatas. Y de los desagarradores casos de los HPNC, por sus siglas en español de "hijo de padres no conocidos, te comparto estos dos:

  "En el año del Señor del Mil Setecientos y Ocho, en Dos de Enero,  yo, el infrascrito Cura, Bauticé Solemnemente a un infante de diez y seis días de nacido, puse por nombre Fernando, al parecer mulato, expuesto en una milpa en donde lo halló Bernarda de la Cruz, loba, viuda de Joseph de Navarro, vecina del Cerro Blanco, la cual lo cría. Fue su madrina Josefa de la Cruz, mestiza casada con Bartolomé de Santiago, mulato, vecino de dicho puesto y lo firmé".

  "En el año del Señor de Mil Setecientos y Trece años, en Diez y Ocho días del mes de Abril, en la Iglesia Parroquial de la Villa de Salamanca, yo, el Bachiller Don Joseph Pérez Conejo, de licencia parroquial, bauticé solemnemente a una infanta, a quien puse por nombre Manuela María de cinco días de nacida, expuesta en manos de Isidro Muños, español, que se la dieron en el camino y es vecino de la Villa de León, el cual fue su Padrino y advertí su obligación y parentesco espiritual, al parecer mestiza y para que conste lo firmé".

  En los libros parroquiales era imprescindible anotar la "categoría" de la persona, por categoría se  entiende su raza, pues en Nueva España una de las cosas relevantes era eso que se llamaba "pureza de sangre" que era el ser de familias católicas y, además de no tener sangre de negro o de indio, así, a ese nivel se manejaban las cosas, un sistema de castas rígido que... (origen de la corrupción) con ciertas prebendas (mordidas) en ocasiones se evitaba.

1 comentario:

  1. La Historia de la Humanidad va ligada a las "categorías" y "castas" de las personas lamentablemente. Como siempre, muy interesantes tu pensar e indagaciones. Gracias Benjamin.

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