Ahora vamos al Centro Histórico de la Ciudad de México en busca de detalles de la arquitectura porfiriana, enfilamos a la Alameda, paseo por excelencia en ambos periodos para ir descubriendo esos detalles.
Vemos el primero, se trata de este medallón en el que hay dos letras TA entrelazadas con una cruz de Santiago, se trata de la que fuera el acceso principal a la residencia del Señor Ignacio Torres Adalid, la M es por el apellido de su esposa Rivas-Mercado. Hay algo que seguramente has notado, que a cada lado aparecen las cornucopias, esos cuernos de la abundancia de los que se esparcen algunas flores y frutas.
Notamos una pera, una granada, en la siguiente imagen vemos una manzana... todo eso era una suerte de lenguaje "secreto" que al finalizar el XIX estaba muy de moda, en el tomo 4 de Seis siglos de historia gráfica de México, Gustavo Casasola dice que: "El lenguaje de las frutas y sus raíces tienen su origen en los siguientes significados: Granada, estrecha unión. Durazno, declaración de amor. Manzana, discordia. Naranja, generosidad. Pera, yo os amo. Uva, alegría y templanza".
Parece que en estecaso vemos, entre otras, una piña.
Aquí me cuesta trabajo identificar, ¿un mamey? De ser así, el autor dice que es la representación de la resistencia.
Peras y manzanas.
Entre otras, aparece un racimo de uvas.
El actual Palacio de la Autonomía.
No sé si a esta parte le podamos decir mansarda.
Las caras con la más pura línea clásica son comunes en los dinteles.
Con el Decó y Nouveu se pasaría a esto.
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