Fascinante es caminar por las calles del México viejo, como en una ocasión calificó un autor, Luis González Obregón, a lo que ahora conocemos como Centro Histórico. Mismas calles que otro personaje, Charles Joseph Latrobe, definió como "la ciudad de los palacios". Y en esta ocasión nos vamos en búsqueda de patios. En algunos edificios que han sido transformados en vecindades y sumamente degradados, en otros se han instalados oficinas y talleres que dan un muy ligero mantenimiento a las estructuras, unos más han sido dignificados totalmente y son restaurantes, hoteles o espacios culturales. En todos a los que tuvimos acceso vemos un atractivo extraordinario que, tan solo estar allí, nos hace pensar en docenas de historias y anécdotas que de seguro ocurrieron en esos lugares hace algún tiempo, veamos:
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