Estos no son precisamente los mejores ejemplos de caligrafía que he visto en los archivos históricos, he visto piezas verdaderamente excepcionales. Y todo esto viene a colación porque, recordando por un lado, aquellos tiempos de mi cátedra, en el que de pronto quedé atónito pues, estando en una Universidad, los papeles que mis alumnos me entregaban (los exigí a mano) eran... como de primaria. Algo increíble que, luego entendí que era sí en nuestros días... lamentablemente.
Si algo me gustaba cuando cursaba la primaria, eran esas clases, y más que clases, los cuadernos de Caligrafía... un día, hace poco, pregunté en una papelería si todavía existían los cuadernos de doble ralla: me dijeron que no. Entendí entonces la razón por la cual no hay ese arte en la actualidad. Y, hablando de arte, aquí van unos ejemplos... no los mejores, pero ejemplos al fin.
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