jueves, 10 de febrero de 2011

El kilómetro 84 de la carretera Cabo San Lucas-Todos Santos, en Baja California Sur

Con la intención de no saturarnos en el apasionante tema del Camino Real de Tierra Adentro, hoy recorremos apenas algunos kilómetros de otro camino, un poco más al norte y más al oeste, la Carretera Federal 19 que va de Cabo San Lucas a La Paz, vía Todos Santos, es decir, por la parte del Océno Pacífico, en donde, precisamente en el kilómetro 84 es por donde más se aproxima y es allí que hay la posibilidad de entrar a una gigantesca playa la cual, desde que la descubrí, hace ya una buena docena de años, ha sido uno de mis lugares favoritos y hacia allá nos fuimos a pasar el día, luego de un mes de no parar en la labor a la que ahora me dedico.

La punta sur de la Península de Baja California ha crecido mucho en el número de habitantes, se ve ya una buena cantidad de casas en luagres que hace poco estaban totalmente deshabitados, todo esto, como todo en la vida es para bien y para mal, eso del mal lo dejaremos para mejor ocasión pues con las imagenes que ahora te comparto te darás cuenta de que si algo se respira por acá es aire limpio y lo que se ve es belleza pura hacia todos lados.

La carretera está siendo ampliada a cuatro carriles, quizá para mediados de este 2011 esté ya terminada, por ahora se transita en un doble carril y el tráfico es continuo pues como toda la mercancía que llega por barco a Los Cabos entra por Pichilingue, el puerto de La Paz, esos tráilers transitan por esta parte de la carretera que es más plana, por el lado del mar de Cortés se cruza la sierra y se vuelve más lento el paso.

Nadar aquí es punto menos que imposible, la corriente del Pacífico entra con mucha fuerza. En esta época del año, el invierno, lo más común es ver las ballenas, o, mejor dicho ver los "chisguetes", o más técnicamente: aspersiones que hacen. Fue sorprendente ver varias familias, al menos una docena de especies, el océano se veía como fuente danzarina, por así decirlo, en dode brotaba agua por aquí por allá... espectáculo inolvidable que, si tienes la oportunidad de volver a verlo, igual te captura por su singularidad.

Creo sabes que prefiero los lugares solitarios, si bien, me meto en esas monumentales peregrinaciones o en los atiborrados tianguis y mercados del centro del país, siempre el estar solo en contacto con la naturaleza es reconfortante y aquí en esta parte de México es una auténtica experiencia, es, para presumírtelo, una abundancia de belleza.

Naturaleza viva, naturaleza explosiva, naturaleza contrastante, naturaleza única... y lo que le quieras agregar, también.





Este año que recién terminó, el del Bicentenario, me dicen que no fue de mucha lluvia por estos rumbos, a diferencia de lo sucedido en la otra parte del país en el que si hubo algo, eso fue abundante lluvia. Es por eso que me sorpenden estas escenas. Ver en la playa, de pronto, entre colinas de arena, como crecen plantas que muestran su verdor con el rocío del agua marina que les llega permanentemente.

Y, así como dicen que en Aruba, isla caribeña en la cual nunca he estado, crecen árboles que no van precisamente hacia arriba sino hacia un lado debido a la fuerza constante del viento, encontramos aquí, en el kilómetro 84 algo similar. De lo mas curioso.

Y ahora sigamos en este recorrido por la Carretera 19, tan solo 15 kilómetos más adelante, considerando que el kilometraje se va contando de norte a sur, es decir, de Todos Santos hacia Cabo San Lucas. Pues bien, llegamos al kilómetro 69, número difícil de olvidar. Allí lo que encontramos en mitad de una "jungla" de catus es un bar muy particular, de entrada el nombre no te atrae, al menos a mí no, pues me daba la impresión de un Sport Bar muy al modo norteamericano, sitios que, por cierto, son de mi total desagrado, pero la sorpresa fue que es totalmente otro mundo. Te lo muestro:

Ahora como estamos en mitad del invierno, y hemos sentido el golpe de algunos frentes fríos, estos provocan unas nubes que son algo así como pinceladas... pinceladas divinas de la propia naturaleza.

Y si combinamos naturaleza, pinceladas y un adecuado ángulo para la fotografía, con este tipo de cosas nos encontramos en el lugar...

Recordemos que por acá estamos más cerca de los Estados Unidos que del centro de México y la afluencia de turistas nos llegan de ese país, es por esos que de pronto topamos con este tipo de detalles que nos recueda que además del peace and love, hay... guerra.

Este tipo de sillas y de pantallas son muy comunes por el rumbo de Todos Santos, están hechas de unas varas que por acá son abundantes y se les ha ido dando forma en muebles que las vuelve características de la zona.

Y voletar para un lado y encontranos con pequeñas colinas y miles y miles de cáctus...

y voltear para el otro y toparnos con el toque humano que desconcierta en una extraña armonía con la naturaleza...

...y bebernos deliciosos tragos, precisamente cuando el tiempo va pasando despacio y nos comenzamos a dar cuenta de que, voltear a ver con atención a la naturaleza es lo más relajante que podemos encontrar...

...nos damos cuenta de que estamos en el lugar indicado. El lugar ideal para tus vacaciones.

Y a las pruebas me remito.






1 comentario:

  1. excelente lugar, yo vivo en san lucas y espero darme mi vuelta por ese lugar

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