Increible pero cierto... hace tiempo, muchos años, oí por ahí que en México hay la posibilidad de que cada cerro sea una pirámide. En ese entonces me pareció exagerado e increible que algo así sucediera pues, al igual que la mayoría de los mexicanos que recibimos la primera educación en la década de los sesenta del pasado siglo, entendíamos por zonas arqueológicas, por ende civilizaciones antiguas, las de Teotihuacán, Chichén Itzá, Uxmal y Tula; ni idea tenía de que había un considerable número que rebasaba totalmente la idea y ni quién se atreviera a decir que en Guanajuato existieran vestigios arqueológicos. Sin embargo, en niveles altos de intelectualidad, sí se sabía de esto pero, estábamos en el momento en que apenas se comenzaba con el rescate arqueológico en Teotihuacán y era tanto lo que allí se tenía que hacer, que, el hecho de localizar una, se dice, de las ciudades prehispánicas más grandes del Bajío quedó bajo el lamentable caso de la "cosa juzgada", es decir, se dijo, se denunció, pero no se hizo nada.
Esta denuncia se efectuó por parte de (mi paisano) don Pedro González en 1895 ante el Congreso de Americanistas celebrado en la ciudad de México en donde la ponencia por él presentada tenía el atrayente título de "Objetos Monumentales Antiguos del Estado de Guanajuato". Allí don Pedro obsequió a los participantes una muy interesante publicación que me imagino era como una especie de revista, más que un libro, pues solo consta de 20 páginas -tengo copia de ella-, en donde aparece una fotografía de la zona cuando había sido ya destruido alguno de los cuerpos con cuya piedra se construyeron las trojes de la Hacienda de San Nicolás, pero quedaban más, él contaba 7. Pero no solo mostraba a éste sitio del que estamos viendo las pocas fotografías que pude tomar en mi reciente visita, sino que don Pedro da a conocer la pirámide de Pukiato, cerca de Moroleón y una más en Uriangato; ambas, poblaciones localizadas en el centro sur del estado, a un costado de la carretra Salamanca-Morelia. En esta fotografía vemos lo que fue la explanada, se dice de un juego de pelota. En la actualidad es un campo de futbol llanero, al fondo se aprecian claramente tres de las pirámides.
Esta denuncia se efectuó por parte de (mi paisano) don Pedro González en 1895 ante el Congreso de Americanistas celebrado en la ciudad de México en donde la ponencia por él presentada tenía el atrayente título de "Objetos Monumentales Antiguos del Estado de Guanajuato". Allí don Pedro obsequió a los participantes una muy interesante publicación que me imagino era como una especie de revista, más que un libro, pues solo consta de 20 páginas -tengo copia de ella-, en donde aparece una fotografía de la zona cuando había sido ya destruido alguno de los cuerpos con cuya piedra se construyeron las trojes de la Hacienda de San Nicolás, pero quedaban más, él contaba 7. Pero no solo mostraba a éste sitio del que estamos viendo las pocas fotografías que pude tomar en mi reciente visita, sino que don Pedro da a conocer la pirámide de Pukiato, cerca de Moroleón y una más en Uriangato; ambas, poblaciones localizadas en el centro sur del estado, a un costado de la carretra Salamanca-Morelia. En esta fotografía vemos lo que fue la explanada, se dice de un juego de pelota. En la actualidad es un campo de futbol llanero, al fondo se aprecian claramente tres de las pirámides.
En esta otra toma vemos al centro el torreón de la Hacienda de San Nicolás, la hice desde la explanada, fue un poco a la carrera debido a que me advirtieron de que las personas que viven encima de la zona arqueológica no les agrada que "extraños" lleguen a fotografiar su patrimonio.
"Las pirámides más notables de Guanajuato, hasta hoy desconocidas, están a 5 kilómetros al Sur del Pueblo de San Bartolo, distante de la Villa de Apaseo 20 kilómetros al E.S.E., y á igual distancia pero con opuesto rumbo de la ciudad de Querétaro. Llevan el nombre otomí de Tzché (agua fría) por un manantial que tiene cercano, conociéndose también en San Bartolo por los Cerritos.
Siete pirámides levantadas dentro de un pequeño perímetro marcan al parecer las épocas en que se formaron. Tres hacen el grupo principal: la mayor al Oriente y dos, un poco más chicas, á los lados del Norte y Sur, dejando en el centro una plaza abierta que mira hácia el Poniente. Otras tres pequeñas siguen a corta distancia de aquellas sin rumbo escogido y la última, grande como la primera, está al Poniente, detrás de una finca de campo arruinada, por donde pasa la carretera que de Querétaro se dirije a Apaseo el Alto ó San Andrés del Paso, nombres del pueblo". (1)
Aquí vamos bajando del cerro en donde se encuentran las pirámides, notarás su estratégica ubicación, dominando todo ese valle. Para que te des una idea de donde andamos, las partes que se ven con construcciones de lámina plateada, son las modernas trojes y silos que por el rumbo abundan, es la carretera libre Celaya-Querétaro y al fondo, los cerros que se ven azules, por allí es donde pasa la autopista que va, en el mismo tramo, de Querétaro a Celaya. La razón por la cual digo que es el sitio arqueológico de Guanajuato es en base a lo que comenta el cronista de Apaseo el Alto, Francisco Sauza Vega:
"En 1976, Gloria Blanca Tomé del INAH, presentó un proyecto para la restauración y rescate de la zona arqueológica, el cual se transcribo a continuación. "El sito de San Bartolo Aguacaliente se encuentra ubicado en el Ejido San Vicente, cercano a la población de San Bartolo Aguascalientes, en el municipio de Apaseo el Alto, Guanajuato a 1850 msnm. Dentro de los sitios arqueológicos del Estado de Guanajuato este sitio resalta de manera importante por ser uno de los más grandes del Estado; por la diversidad y dimensiones de sus edificios, más de diez basamentos, con seis patios ceremoniales cerrados por estructuras.
Este complejo se encuentra en las cercanías del Río Lerma, que es uno de los ríos que marcan la frontera entre Mesoamérica Nuclear y Mesoamérica Marginal. Este lugar inicia su proceso de formación en el siglo XII d.C., debido a la destintegración de la máxima frontera, cumpliendo una función mediadora por ser aparentemente el punto de enlace entre las culturas que indistintamente se desarrollaron tanto en Mesoamérica Nuclear como en Mesoamérica Marginal. Hacia el siglo XVI d.C., parece ser que esta frontera está completamente establecida. Por lo tanto, la ubicación geográfica del mencionado sitio tendría una posición determinante en el límite centro de Mesoamérica Marginal..." (2)
Aquí vemos dos de las pirámides que forman el conjunto central, esas que don Pedro menciona como agrupadas y, continuamos leyendo a Sauza Vega: "Esta zona arqueológica ha sido practicamente inexplorada; sólo ha sido citada en 1926 por Moisés Herrera como "Tzché" y por Beatriz Braniff en 1965 con el mismo nombre. Esta zona muestra actualmente un constante deterioro y destrucción; la piedra se usa en la construcción de cercos, corrales y casa habitación de los vecinos. Los basamentos piramidales escalonados se derrumban cada día, solo se aprecian varios pisos superpuestos que quedaron al descubierto después de consecutivos saqueos. Ojala en un futuro no muy lejano se logre el apoyo de las autoridades para el rescate de esta zona, que guarda en sus entrañas gran parte de nuestra idiosincrasia, cultura y tradición". (3)
Para conocer la zona arqueológica de Peralta, entra aquí:
Esta sería la pirámide más alejada del conjunto central. La que menciona don Pedro González cercana a la carretera, la podremos ver en un artículo que más adelanete publicaré, en donde verás una serie de fotografías impresionantes. Lo que aquí es alarmante es la cercanía del banco de extracción de piedra caliza y todo indica que no habrá acción alguna; las razones son varias. Te contaré que a ese sitio llegué pidiendo el tradicional "aventón" que aun en algunas partes de la bella provincia mexicana se sigue dando... solo que ahora americanizado con el nombre del "rái" o, más agringado aun: "ráite". A la persona que me dio ese aventón le dije que iba a los cerritos, ¿cuáles? me pregunto. Donde están las pirámides, le dije... ah, ¿viene usted de México? fue la siguiente pregunta. No, soy de Salamanca... ah, ok, pues mire, allí están. ¿Y es este el rancho de San Vicente?, pregunté. No, ese está allá, y me señaló debajo de donde terminaba la explanada. Oiga, ¿va a tomar fotos? sí le dije. Ah, pues tenga cuidado, pues los de aquí se enojan. Pero si yo no soy de Antropología, le respondí. Ah... sí de allí es de donde han venido...
La conversación se hizo... para no reproducirte el diálogo, solo te comento que, de acuerdo a lo que entendí, el sitio ha querido ser rescatado por INAH, han tenido juntas con los ejidatarios de San Vicente, se les ha ofrecido a cambio del desalojo de la zona núcleo, la perforación de pozos de agua, que por cierto son costosísimos por la profundidad que deben excavar, cosa que no se logró porque surgió la duda: ¿y quién pagará la luz para las bombas? A los ejidatarios los llevaron a conocer el proyecto de rescate de la zona arqueológica de Peralta, en el cercano municipio de Abasolo; el cual a mi juicio es una auténtica maravilla, pero, ellos, cuando se entrevistaron con los ejidatarios de Peralta, les dijeron que eran puras mentiras, que no cumplen nada... así que, el arreglo no se dio.
Para concluir solo te digo que esta fue una plática informal, yo no estuve presente en las mesas de discusión, simplemente te cuento lo que a mi me contaron... así las cosas por el bello Bajío guanajuatense.
Fuentes:
1.- González, Pedro. Algunos puntos y objetos monumentales antiguos del estado de Guanajuato (varios desconocidos). Presentado al XI Congreso de Americanistas. Imprenta del Estado a cargo de Justo Palencia. Guanajuato, 1895.
2.- Sauza Vega, Francisco. Apaseo el Alto. Una historia con futuro. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, 2003.
3.- Sauza Vega. op. cit.
Varias notas periodísticas se han publicado sobre el sitio de Tzché:
Para conocer la zona arqueológica de Peralta, entra aquí:
Desalentador en verdad lo que pláticas. Ya que así como dices es algo que debería rescatarse de la desaparición pero entrampadas las negociaciones resulta díficil ver algún buen futuro. Gracias amigo Benjamín.
ResponderEliminarAntes que nada permítame hacerle llegar un cordial y sincero saludo, además de mi más grande reconocimiento por el gran trabajo que realiza en este blog. Tal vez usted no lo sepa, pero Vámonos al Bable ya es referencia obligatoria para quienes nos interesamos en el pasado, presente y futuro de nuestro querido Bajío. Ojalá más adelante pueda hacer un artículo sobre el enigmático Cerro de Culiacán, del cual hasta le puedo hacer llegar con gusto un ejemplar del libro de investigación arqueológica que se ha escrito sobre el mismo.
ResponderEliminarEsperamos con ansia la segunda parte de este artículo sobre Tzche, me intrigan mucho las imágenes que ha prometido.
Enhorabuena y siga usted adelante, que aún quedan muchas historias por contar de este maravilloso estado.
Asiduo Lector:
EliminarMuchas gracias por el comentario. En cuanto a las imagenes que me refiero, estas ya las publiqué, en ellas se aprecian los "cerros" que hay entre los Apaseos y Querétaro que se pueden ver desde la carretera, sea la libre que la autopista. No recuerdo bien qué título le puse a ese artículo pero ya están aquí. Ahora bien, sobre el Culiacán tengo ya varios artículos publicados, en cuanto me sea posible ubicarlos te podré los enlaces, no se cuándo lo podré hacer, pues por ahora no tengo computadora en casa y se me dificulta un poco la busqueda.
Aquí el enlace con las fotografías de los que creo son los cues entre Apaseo y Querétaro:
Eliminarhttp://vamonosalbable.blogspot.mx/2012/05/en-el-dia-de-la-santa-cruz-recordemos.html
Saludos
principalmente mucho gusto sr. Arredondo soy originario del municipio d Acambaro gto. me gustaria comentarle que en 1974 yo tenia 12años al igual q mi amigo carlos el y yo soliamos ir al cerro del “chivo“ q esta ubicado enseguida del fraccionamiento loma bonita bajando el puente d piedra ibamos a escarbar a escondidas sin permiso y temor a nuestros padres..pero cada vez q ibamos(2 ó 3 veces x semana) regresabamos con "monitos y flechitas“ pero siempre se las llevabamos a un doctor del pueblo el cual siempre nos dijo q no dijeramos nada a nadie!! ahora q estoy viejo realizo q ese sitio arqueologico quedo olvidado o tal vez algún “influyente"
ResponderEliminarse aprovecho, pues los monitos" estaban a flor d tierra no eran dificil d encontrar pero casi nadie subia pues el lugar era muy conocido por la abundancia variada de vivoras clasificadas peligrosas..recuerdo q por la parte frontal del cerro habia una cueva grande plagada d murcielagos a la cual le nombrabamos la cueva d la "condesa“ la cual tenia una especie como d "tuneles" subterraneos muy obscuros y nos daba miedo entrar! y por la parte posterior se miraban como pilares d roca al cual mi amigo carlos y yo le nombrabamos la entrada al templo de las vivoras por los dibujos d serpientes en las rocas..ahorA an pasado muchos años y e pensado en algun dia regresar..pues amo my pueblo mi family y sobre todo my cultura..te extraño mucho my mexico querido..PS.si algún dia alguién decea investigar este sitio les deceo la mejor d las suertes para rescatar algo d este patrimonio nacional..sincerily
j&b.
Sr. Arredondo: Lo felicito y le doy gracias por el trabajo tan interesante q realiza, espero seguir leyendo sobre ello muy pronto.
ResponderEliminarAmigo anónimo tu relato es muy interesante, yo soy de Querétaro y me gusta conocer ese tipo de lugares, ojalá todavia exista y algún día pueda conocerlo.
Gracias.
¡Hola, buenas tardes Sr. Arredondo!
ResponderEliminarEs una enorme aportación el trabajo de investigación que usted realiza, en éste caso el tiempo, dedicación y esfuerzo para abordar un tema que casi nadie -además de usted y Francisco Sauza - se ha atrevido a realizar.
Es un orgullo el que está cimentado en éstas construcciones y la historia que ellas se encierra; y personas como usted, que desentrañan los secretos de las mismas merecen reconocimiento por traernos la información que muchas veces no conocemos aunque la tengamos a unos pasos de nosotros.
Le escribe un Apaseoaltense orgulloso de su tierra, y quien le agradece por su labor, y por interesarse en un Municipio como el nuestro. Estoy ahora organizando un proyecto en el que intento continuar ésta búsqueda que usted ha comenzado, espero poder salir adelante con mi proyecto y compartir con los nuestros y con los visitantes el esplendor de nuestros pueblos guanajuatenses.
¡Saludos!
Me gustaría que hubieran seguido con el proyecto, todos los días me imagino como serían las pirámides en su máximo explendor, por mi parte me encanta ir con mis hijos a lo que los de San Vicente llamamos los cerritos.
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