México 1900. Nuestras abuelas y tías nos han contado como era que antes al novio lo veían de lejitos o, en el mejor de los casos, por la ventana o el balcón de la casa, barandal de por medio y un padre que no veía con buenos ojos que su hija fuera cortejada.
México, 2013. Por todos lados, pueblos, ciudades medianas o grandes ciudades. La escena se volvió cotidiana. Las parejitas entregadas en abrazos, besos y caricias, al mediodía o a la hora que sea en el lugar que sea.
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