martes, 12 de noviembre de 2013

El templo de San José en Teocaltiche, Jalisco.

   Leo a don Victoriano Salado Álvarez: "Pienso que mi abuelo nacería en 1799 o 1800, pues aseguraban las crónicas que contaba once o doce años cuando la familia entera, así como todo el pueblo, tuvieron que huir a Aguascalientes. La causa de esta hégira tremenda fue que el Cura Chicharronero (nombre que no registra don Elías Amador entre los "insurgentes apodados", pero que sí trae don Agustín Rivera) quemó el lugar y expulsó sin piedad a los moradores, en 1811. Según creo, en 1817 ocurrió el temblor que derribó la parroquia, la cual inmediatamente empezó a reconstruirse. La iglesia de San José, que parece había sido de padres Oblatos, la sustituyó como matriz y el Santuario de Jesús Nazareno siguió siendo la iglesia mejor del contorno". (1) 

   Andamos por Teocaltiche, es domingo y el templo de San José, finalmente, logró verlo por dentro. Desde la calle notamos su estilo sobrio, sencillo en su fachada, con una espadaña que armoniza y da buena proporción cuando lo vemos desde media cuadra antes. Me comentan que fue levantado por los padres hospitalarios de Oblatos, esa orden religiosa de la que tenemos poco conocimiento y que fue una de las tantas que llegaron a México en tiempo colonial. Los otros hospitalarios fueron los Hipólitos, los Camilianos, los Betlemitas, los Teatinos y los Juaninos. Leo en Wikipedia: "En el seno de la Iglesia Católica se denomina oblato a aquel creyente que, sin profesar los votos de una orden religiosa, sin dejar de ser laico, se ofrece a Dios y se compromete a cumplir parte de los compromisos de los religiosos de alguna orden".

   La orden de los Oblatos fue fundada por San Carlos Borromeo, nacido en 1538 en el seno de una acaudalada familia, siendo el segundo hijo, es ofrecido a la iglesia, como se acostumbraba en esa época, ya a los 22 años tenía el título de Cardenal. "Carlos Borromeo es uno de los más grandes obispos de la historia de la Iglesia, grande por su caridad, grande por su doctrina, grande por su apostolado, pero grande sobre todo por su piedad y devoción. “Las almas – solía decir – se conquistan con las rodillas”, es decir, con la oración y oración humilde. San Carlos Borromeo fue uno de los mayores conquistadores de almas de todos los tiempos. Nació en Arona en 1538 en la roca de los Borromeo, señores del Lago Mayor y de las tierras rivereñas. Era el segundo hijo del conde Gilberto y por tanto, según el uso de las familias nobles, fue tonsurado a los doce años. El joven tomó la cosa en serio, estudiando en Pavía dio de inmediato muestras de sus dotes intelectuales. Llamado a Roma, fue hecho cardenal a los 22 años". Para seguir leyendo esta biografía, entra aquí.

   San Carlos Borromeo nació en 1538, murió en 1584, su gran fortuna la ocupó en hacer obras pías, una de ellas, la creación de hospitales. Vivió solamente 46 años, no encontramos datos de cuando la orden religiosa por él creada llegó a Nueva España. Tuvieron presencia en Guadalajara, el sitio donde se alojaban lo ocupa en la actualidad la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. A Teocaltiche se cree llegaron en la última década del siglo XVII,

  "Al caer la tarde del 22 de diciembre de 1728 llegó a Teocaltiche (don Nicolás Carlos Gómez de Cervantes y Velázquez de la Cadena, Obispo de Guadalajara), donde se le hizo un gran recibimiento, habiendo salido a encontrarlo en el camino el Sr. Cura interino Br. Matías Álvarez Tostado, el R.P. Comendador de la Merced y demás religiosos de esa comunidad redentora de cautivos, los miembros del clero secular, el Teniente de Alcalde Mayor y demás funcionarios públicos; los principales hacendados de la comarca y vecinos principales del lugar seguidos de un gran concurso de fieles.

   "La población de Teocaltiche había ascendido en esa fecha a más de seis mil habitantes, pues según el padrón parroquial que le fue mostrado al señor Obispo había en el lugar 5,956 personas de confesión y comunión. En ese tiempo se hallaba establecida en Teocaltiche una nueva comunidad reigiosa, que tenía a su cargo el templo de San José, la de los PP. Oblatos de San Carlos Borromeo, que tenía a su cargo el templo de San José, según se hizo constar en el auto de visita respectivo". (2)

   Sucedería que, seguramente como consecuencia de la erupción del volcán el Jorullo, que la Parroquia de San Pedro de Teocaltiche sufre daños irreparables, por lo tanto es trasladada la sede al templo de San José mientras se construía la nueva. Muchas cosas sucedieron en ese tiempo, una que, precisamente para el 11 de noviembre de 1774, luego de ser sacada en procesión la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, y concluir con ello los movimientos sísmicos, es jurada como Patrona de Teocaltiche, razón por la cual, seguramente, se quedó la escultura de San Pedro que vemos en la parte alta del altar mayor, en el templo de San José, que tal vez era la que ocupaba el sitio principal en la parroquia original.

  Los Padres Oblatos salieron de Teocaltiche en 1736, dato que aparece en una relación hecha por las autoridades civiles, luego de la Consumación de la Independencia, el 20 de mayo de 1826, en donde solicitan al Arzobispado de Gudalajara que las instalaciones ocupadas por los Oblatos les sean cedidas: "Las razones en que se funda para persuadirse que la tal casa está aplicada a obgetos de veneficencia son, que haviendo sido hasta el año de 1736 de Sacerdotes oblatos no pudiendo subsistir dichos padres por falta de congreso..." (3)













Fuentes:

1.- Salado Álvarez, Victoriano. Memorias. Tiempo Viejo-Tiempo Nuevo. Editorial Porrúa. México, 1985. p.21

2.- Dávila Baribi, J. Ignacio. Bosquejo histórico de Teocaltiche. Librería Editorial San Ignacio de Loyola. México, 1945. p.264

3.- Archivo Histórico del Arzobispado de Guadalajara. Documentos de Teocaltiche Caja s/n. 1820-1830.

1 comentario:

  1. HUMBERTO ORNELAS REYNOSO25 de noviembre de 2013, 12:24

    FELICIDADES, ES LOABLE QUE USTED, SIN SER DEL PUEBLO, HAYA DESVELADO CON PROFUNDIDAD DATOS DESCONOCIDOS DE SAN JOSE, Y POR CONSECUENCIA DE LA HISTORIA DEL PUEBLO.

    ADEMÁS SUS FOTOGRAFIAS COMPLEMENTAN EL TEXTO, QUE OJALÁ EL H.AYTO DE TEOCAL LES DÉ DIFUSIÓN.

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