miércoles, 13 de noviembre de 2013

Una capilla franciscana en ruinas en Santa Elena, Yucatán.

  Al andar por el Estado de Yucatán, una de las cosas que nos complica ligeramente ese andar es el reconocimiento de los nombres de sus poblaciones. La razón es fácil, sucede que de los 106 municipios que conforman el Estado, solo 5 de ellos están en español, el resto en el antiguo nombre maya. Estamos en Santa Elena, uno de esos poco que, junto  San Felipe y Progreso, Mérida y Valladolid, se nos vuelven de fácil lectura, hay un sexto: Río Lagartos, para dejarnos en un rotundo 100 la ancestralidad maya.

  Nohcacab fue el nombre original de este sitio, la razón por la cual pusieron el nombre de la Santa la desconozco pero, quizá fue debido a que ellos, los franciscanos en su incursión evangelizadora al sureste de México, llegaron el 18 de agosto, día en que la Iglesia Católica la celebra. Y, dentro de las suposiciones que estoy haciendo, quizá se veneró a la Santa en esta capilla. Datos no hay. La evangelización en Yucatán se dio en ascenso, esto es, visto geográficamente, pues luego de Campeche siguieron a Yucatán, por lo tanto, por el rumbo de Santa Elena fueron los primeros templos católicos que se erigieron. Quizá este que ahora vemos fue de los primeros.

  Notamos que las ruinas de este templo están un poco más arriba que el nivel de la calle, seguramente deshicieron un templo maya para conservar solo la plataforma y levantar allí el templo. Luego de un tiempo, quizá siglo y medio, en 1779, se construyo un templo de grandes dimensiones, dedicado a San Mateo, ese lo veremos más adelante.











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