sábado, 2 de agosto de 2014

La Zona Arqueológica de Yaxchilán, vista por El Bable.

   Hay que levantarse muy temprano, a las 4 o antes, dependiendo que tanto tiempo te lleve despabilarte, tomar un baño, vestir (dependiendo de la época en que hagas la visita será el short o los pantalones largos) y, si te hospedas en el centro de Palenque, y, como yo, que lo primero que buscas es un café para comenzar el día, caminar hasta el Oxxo que es lugar seguro en donde lo encontrarás a esa hora. Procura llevar agua, repelente, chamarra, chumpa o rompevientos y un espíritu abierto para recibir cantidades extremas de buenas cosas. Así comienza el viaje a Yaxchilán.

   Hacerlo de forma individual, así como me gusta realizar mis viajes, es prácticamente imposible dada la lejanía del lugar. Es necesario contratar en una agencia de viajes la excursión de todo el día que, en este caso será literal, pues comienza a las 5:30 de la mañana en que te recogen del hotel, para regresar a las 7 de la tarde. A las 6, ya cuando todos los turistas están a bordo del vehículo enfilamos rumbo sur por la carretera 199 que va a Ocosingo pero, unos kilómetros más adelante tomamos otra la 307 que va en dirección oriente a La Trinitaria, luego de una hora de camino se hará la primera parada, es hora del desayuno, hay de todo y es servicio buffet.

   Seguirá algo así como una hora y media de carretera, se cruzará por paisajes que van de la más exuberante vegetación con ríos, montañas, infinidad de árboles, a las partes más devastadas de la selva. Cruzaremos varias aldeas y, al menos, un par de puntos de revisión del ejército que, siendo el vehículo de placas turísticas, serán muy breves esas paradas. Enfilamos más adelante por una carretera estatal al embarcadero que se llama Frontera Corozal, o Frontera Echeverría, podrás usar el nombre que más te agrade... por obvias razones todos se refiere al punto como Corozal. Allí podrás estirar las piernas y, para hacer más eficiente el servicio, de una vez eligirás el plato fuerte de tu comida. Es hora de embarcarse.

   Una hora de navegación, río abajo, por el Usumacinta atravesando por los paisajes más bellos que te imagines y llegaremos al embarcadero de Yaxchilán, el guía se encargará de los trámites de ingreso a la zona, allí hay un baño, y (si es que eres muy susceptible a los insectos, es el momento de rocirate), estamos listos para ver uno de los sitios arqueológicos más impactantes de México: Yaxchilán.

   Sale de sobra que te de una reseña del lugar, mejor te sugiero entrar en el portal del INAH y leer allí la interesante y completa historia de la ciudad de las "Piedras Verdes": Yaxchilán.














































   Luego de una hora y media de recorrer el sitio estamos listos para regresar al embarcadero, navegar por poco más de una hora, pues esta vez vamos contra la corriente, llegaremos de vuelta a Corozal para comer, poco tiempo habrá para reposar pues el viaje continua, ahora rumbo a Bonampak.

   Aquí en esta omega es en donde la sabiduría maya ubicó el sitio estratégico para levantar la ciudad de Yaxchilán.

   Esta toma satelital se hizo, evidentemente, en tiempo de secas, razón por la cual se observan los playones a cada lado del río Usumacinta, esa hilera larga que ves del lado izquierdo es la pista de aterrizaje y las casas de los vigilantes y personal de INAH.

  Y allí está, vista desde el cielo, la Plaza Central de Yaxchilán, uno de los lugares más impresionantes de la civilización maya.

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