martes, 5 de agosto de 2014

El antiguo colegio Jesuita en el puerto de Veracruz.

    La verdad me sorprendió mucho ver, de pronto, caminando por una calle del puerto de Veracruz, el letrero de la calle Zaragaoza indicando que anteriormente el nombre con que conocía era el de La Compañía en clara mención a que por ahí se localizaba el asentamiento de la orden de los padres de la Compañía de Jesús en un sitio estratégico de la Nueva España, pues el puerto era el punto de acceso a todos aquellos que venían de Europa y, luego de la Pragmática Sanción, cuando fueron expulsados los jesuitas de todas las posesiones de la Corona española, sería el punto de concentración para de aquí zarpar rumbo a Cádiz y de allí a distintos puntos de Italia. Buscando más sobre los jesuitas en Veracruz encuentro que:

   "La ciudad de Veracruz fue el primer punto que los jesuitas tocaron al llegar a Nueva España en 1572; pero a pesar de la importancia del puerto como centro de reunión de marineros, comerciantes y aventureros que a la Colonia llegaban, la Compañía mantuvo durante mucho tiempo sólo una residencia. Su principal tarea fue la de auxiliar en lo tocante a las cosas divinas a los vecinos y a la numerosa población flotante que en la ciudad había.
   Dos pudieron ser las causas por las que la Compañía negó los estudios de gramática durante el resto del siglo XVI y el primer cuarto del XVII. La primera, ausencia de fundador para el colegio; la segunda, los vaivenes de la ciudad que afectaron a la residencia.

    "Instalados, primeramente, en el primitivo asiento de la ciudad, los jesuitas se vieron obligados a mudar la casa cuando en 1600 la ciudad se cambió al lugar que ahora ocupa; pero, quizá por ignorancia del terreno eligieron un lugar arenoso y de difícil acceso por lo que en 1607 se trasladaron a un punto más céntrico. Tampoco en esta ocasión les acompañó la fortuna porque el voraz incendio que devoró a la ciudad en 1619 arruinó a la residencia. Varios barriles de pólvora que estallaron en la tienda de un comerciante vecino volaron y prendieron fuego a casa e iglesia. Entonces los jesuitas volvieron a mudarse y se ubicaron a un costado de la iglesia mayor.

    "Parecía que las vicisitudes de la residencia terminarían al finalizar la década de 1630 cuando Constanza Prieto y su hijo, el canónigo de Puebla, Fernando de la Serna Valdés, la dotaron con una hacienda de ganado menor valuada en 45 000 pesos y les prometieron para ellos, después de que murieran "una gruesa librería". Otorgada y aceptada la donación, el 22 de febrero de 1639, se transformó en colegio que abrió en octubre de ese año escuela de párvulos y estudios de gramática.
   A poco tiempo, Juan de Palafox ,.recién llegado a gobernar el obispado de Puebla, a cuya jurisdicción pertenecía Veracruz, obtuvo que el colegio impartiera una cátedra de teología moral, pero el obispo exigió, también, la parte que por derecho correspondía a la cátedra por la donación y éste fue el motivo por el cual se agriaron las relaciones de Palafox con la Compañía. Al negarse los jesuitas a entregarla, la dote fue embargada y el colegio se vio obligado a suspender la cátedra de moral, pero no la escuela de párvulos y el estudio de gramática.

   "Ninguna noticia conservamos sobre los estudios de gramática en los años que faltan para concluir el siglo XVII. Sabemos, en cambio, como sucesos relevantes en la historia de Veracruz, que durante el mes de mayo de 1683 la ciudad fue saqueada  por los piratas Lorenzo Graff, mejor conocido por Lorencillo, y por Nicolás Agramont; por otra parte, el vómito negro, que había sido introducido a la Nueva España por un cargamento de esclavos, diezmó en 1699 a la población de la ciudad. En el colegio de la Compañía murieron siete socios y, entre ellos, los sucesivos maestros de gramática: Tomás Véles y Juan José de Arragócez". (1)

    La historia de la Compañía en el puerto de Veracruz continuará con altibajos, luego serán todos concentrados para esa embarcación sin regreso cuando fueron expulsados de la Nueva España, dejando para México el enorme legado que son muchas de las actuales Universidades en que la juventud mexicana se sigue preparando.

   "En la calle de Zaragoza hasta la calle de Landero y Coss y de Mario Molina hasta Aquiles Serdán se ubica el antiguo convento de la Compañía de Jesús, considerado de los más antiguos edificado en mampostería (piedra). Explicó que al ser expulsada la Compañía de Jesús en la época de Carlos III, en el siglo XVIII, lo toman los Agustinos y está convertido en una bodega en manos de particulares..." (Nota del Periódico El Dictamen).

    Las imágenes que ves, las tomé por la calle en donde me indicaron que estuvo el colegio jesuita, no encontré mucho, por no decir que nada de ello. Las otras son las de la maqueta en el Faro Juárez, en donde se muestra el puerto cuando estuvo amurallado en la segunda mitad del siglo XVIII.

Fuente:

1.- Osorio Romero, Ignacio. Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767). UNAM, México, 1979. pp.337-339.

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