Salamanca, 1920.- Lo de la grafía es un arte, eso lo sabemos bien, y mis buenos amigos Diseñadores Gráficos, estarán de acuerdo en que si algo magnífico hubo en el México Porfiriano, eso fue, -entre otras cosas- los diseños de letras que a la moda de la época, marcada por el decó produjeron maravillas, pero, lo que a ello continuó sin recovecos del mencionado estilo, dan paso al modernismo en la época en la que aun el posmodernismo ni siquiera se intuía. Y para ejemplo claro de esto último tenemos los letreros que todas y cada una de las Estaciones del Ferrocarril tenían como identificación, en ellas, a la izquierda marcaban el punto inicial de la vía y a cuántos kilómetros se encontraba del punto que, al centro y con estas magníficas letras mencionaba mientras que, a la derecha decía el punto final de la vía y sus respectivos kilómetros a los que se encontraba.
Salamanca, 2016. Pues ocurrió -malamente- que a alguien se le ocurrió cambiar el letrero, o mejor aun, retocarlo, y los resultados fueron... deplorables. ¿En qué país vivimos?
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