En el tan comentado tema de la educación en México, de su Secretaría y su Sindicato no hablaremos, pues esa materia está rebasada para mi entendimiento, solo diré que, de acuerdo al calendario escolar son 200 días los que se programan para clases; esto quiere decir que hay 165 de descanso o vacaciones, o 166 en el caso del año bisiesto, que es este 2016. Los 200 días están entre la última semana de agosto y la mitad de julio. Las vacaciones de verano son la segunda mitad de julio y casi todo agosto, dos semanas en Navidad y otras dos en la Semana Santa… el que sean festividades religiosas es una mera herencia de nuestro pasado virreinal pues, bien lo sabemos, la educación, de acuerdo a la Constitución es además de obligatoria y gratuita, laica.
Soy de la generación transicional, por decirlo de algún modo, comencé a vivir en el ámbito manual y desde hace unos 30 años todo pasó a lo virtual (tú me conoces a mi virtualmente, por ejemplo). A la primaria asistí en la segunda década de los años sesenta del siglo XX, por lo tanto me tocó el otro calendario escolar, ese que comenzaba en febrero y concluía en noviembre, los meses de frío eran los de las vacaciones a diferencia de lo que ocurre en la actualidad y la razón por la cual antes se asistía a la escuela en distintas fechas es, claro está una herencia del periodo virreinal que vivieron nuestros antepasados, aquellos pocos, muy pocos que tuvieron acceso a la educación.
Leyendo un curioso libro, el de las Constituciones de 1775, veo cómo estaba organizado el calendario escolar en ese tiempo, pleno siglo XVIII y sus rebuscados tintes barrocos. El calendario escolar lo regía, (claro es) el calendario litúrgico y eran los Santos y sus festividades los que lo determinaban. En buena medida estamos hablando de los mismos 200 días, pues entonces se comenzaba a mediados de octubre y concluía en los primeros días de septiembre, las fechas eran, al inicio el día de San Lucas, 18 de octubre, concluyendo el 8 de septiembre, la Natividad de Nuestra Señora. Las clases no comenzaban nomás así, sino que el día del evangelista San Lucas “hay misa solemne en la capilla de Escuelas, y después de ella da principio las lecciones el Catedrático de Retórica, con una lección latina.”
Debo aclarar que estas Constituciones eran para la Real y Pontifica Universidad de México, supongo que los colegios que había entonces se regían por este mismo calendario. El inicio del largo reglamento nos dice de los Santos Patrones. Es el Título I, Constitución I: “Primeramente ordenamos, que esta Universidad tenga por Patrones especiales a los Gloriosos Santos San Pablo Apóstol y Santa Catarina Mártir, como hasta aquí los ha tenido, las festividades en el tiempo, y forma”. Ya desde entonces se usaba el término tan oído en declaraciones oficiales en la actualidad, eso del “tiempo y forma”… Pero, luego, la letra chiquita dice: “Son también Patrones los Gloriosos Santos, Ínclito Mártir San Juan Nepomuceno, San Luis Gonzaga; la festividad del primero celebra el Tridentino Seminario el día 16 de Mayo, y la del segundo el Real de S. Ildefonso en 21 de Noviembre, en ambos días se gana Indulgencia en la Capilla de la Universidad, donde se hacen dichas fiestas, y sus costos corren de cuenta de ambos Colegios”.
Otra de las curiosidades que había era la de que, el día de San Martín Obispo (11 de noviembre) era el día de la Jura del Rector, es decir, cada año había elección de rector en la víspera de San Martín, y el día 11 luego de una solemne misa al Espíritu Santo, se hacían las votaciones para elegir al nuevo rector o, en todo caso, para hacer la reelección. Esto nos recuerda la otra tradición, en materia civil, de que las votaciones para Alcaldes y Regidores de las ciudades y villas de españoles se hacían luego de la misa del Espíritu Santo, pero el día 1° de Enero, pues se creía que el Espíritu Santo iluminaría a los convocados para hacer la elección correcta. En el caso de la Universidad, en la víspera se hacía una comitiva que iba a por el candidato (quizá los candidatos) para llevarlos en solemne procesión a oír misa y luego continuar con las votaciones.
Más curiosa aún era la misa de Santa Catarina Mártir (25 de Noviembre) pues en la víspera un comité de principales de la Universidad iba a las 14 horas a la casa del rector para que él montara un caballo y llegar así a la celebración, se le regresaba con la misma formalidad y al día siguiente, día de la Santa, volvía a ocurrir lo mismo, pero se iba por el Virrey el cual asistía a la misa de la Santa Patrona de la Universidad.
Título XXII.- “Ordenamos, que se guarden por días festivos todos los que la ciudad guardare, y los días desde la víspera de Pascua de Navidad hasta el de Pascua de Reyes, y el Lunes y Martes de Carnestolendas, y el Miércoles de Ceniza, y desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Quasimodo inclusive, los tres días de las Rogaciones, y el Jueves solo de la Octava de Corpus Christi, y la víspera de San Andrés Apóstol, que es la fiesta de su Majestad, las nueve fiestas de Nuestra Señora, Santa Lucía, los seis doctores de la Iglesia, las dos cátedras de San Pedro de Roma y Antiochia, San Martín Obispo, y las demás fiestas de la Universidad celebrare conforme a estas Constituciones y el Jueves de la Semana que no hubiere fiesta sea asueto”.
Esto sí que hay que analizar fecha por fecha. Dice primero de los días festivos que la ciudad tenga. Estos eran: Los 9 días en que había misas de Canon en honor a los Apóstoles, son nueve porque en tres de ellas se conmemoran a dos Apóstoles simultáneamente y eran misas no solo de la ciudad sino universales. Las diecinueve misas que la ciudad celebraba, además, eran las de La Circuncisión, San Sebastián, La Conversión de San Pablo, San Blas, San Felipe de Jesús, el Ángel Custodio, San José, la Santa Cruz, San Marcos, San Juan Bautista, Santa María Magdalena, Santa Anna, San Ignacio, Santo Domingo, La Transfiguración, San Lorenzo, San Hipólito y San Roque. Tres días más eran los de Carnestolendas, que son Lunes y Martes de Carnaval, así como el Miércoles de Ceniza.
Llama la atención una fiesta que no se celebra más en México, la de Quasimodo, seguramente asocias el nombre con el del Jorobado de Nuestra Señora, pero no es así, ocurre que la antigua tradición marcaba que el domingo posterior al de Resurrección el cura salía en un carro muy adornado, llevando el cáliz con las hostias consagradas para llevarlas a los inválidos y enfermos y el nombre proviene del latín “así como los recién nacidos” que era la forma en que comenzaba el oficio “quasi modo geniti infantes”. Los tres días de rogaciones son los asociados al rito de cosecha que se hacía tres días antes al Jueves de la Ascensión. Las 9 fiestas de Nuestra Señora eran: Presentación, Concepción, Expectación, Purificación, Anunciación, Visitación, Nieves, Asunción y Nativitas. Me llama la atención que se incluya a Nuestra Señora de las Nieves, ¿será porque ella hizo nevar en pleno verano?. En cuanto a los 6 Doctores de la Iglesia, me confunde un poco, pues se habla normalmente de 4: San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino, San Gregorio y San Agustín; los otros dos son San Buenaventura y San Pedro Nolasco. Otra triada de fiestas la vemos al inicio de Noviembre con Todos Santos, Fieles Difuntos y Aniversario de Vigila, este último concepto se refiere a la misa especial que se hacía el día 3 de ese mes en honor a los alumnos y maestros fallecidos.
Al hablar de “días de Guardar” debemos entender que guardar quería decir no actividad, que solamente se asistía a misa y no se trabajaba, eran 86 las festividades, a ello aunemos los 39 días que se daban de vacaciones entre la Natividad de la virgen y San Lucas y los 40 domingos que los diez meses de clases tienen, llegamos a un total de 165 días…. Exactamente los mismos que existen en la actualidad. Claro es, en muchas días se suspenden las actividades por la Constitución, el Trabajo, la Independencia, la Revolución en nuestros días y ya la cosa de los santos, pasó a otro nivel, tanto es así que los días de Guardar en la actualidad se limitan a las Fiestas de Precepto, que son cuatro solamente: el 1° de enero, el Jueves de Corpus, el 12 de diciembre y el 25 de diciembre.
1.- Constituciones de la Real y Pontificia Universidad de México. Imprenta de Felipe Zúñiga. México, 1775.
Muy interesante y completa la información. Gracias por compartir
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