En torno a los personajes históricos siempre se han tejido historias, el Padre de la Patria no sería la excepción. Una de las historias que se han vuelto leyendas son las relacionadas a los árboles en donde -se dice- ofició misa a lo largo de lo que conocemos como Ruta de Hidalgo. Leyenda es pues la historia nos dice otra cosa.
Miguel Hidalgo no oficiaba desde antes de que comenzara el movimiento de insurrección, el 16 de septiembre de 1810 fue un domingo y hay la creencia de que, como no pudo oficiar la misa dominical ese día en su parroquia de Dolores, lo hizo en la primera escala, que fue en la Hacienda de La Erre.
Se dice que fue a la una de la tarde cuando, quitándose el crucifijo que colgaba de su cuello, lo coloca en una de las ramas de este mezquite que vemos ahora, y oficia una misa para luego continuar por el camino de herradura hacia Atotonilco y de allí a San Miguel el Grande.
Otro árbol que, en la Hacienda de Burras, municipio de Guanajuato, tiene la misma historia es el mezquite en el que se cree fue cobijo de Hidalgo, no propiamente que haya oficiado debajo de él, antes de continuar a Graditas, era el 28 de septiembre. Luego tenemos los pinos en el Monte de las Cruces, dentro de la sierra de Cruces, en donde se cree ofició una misa antes de comenzar el enfrentamiento con los realistas el 30 de octubre.
La ruta nos lleva a Aculco, en donde, muy cerca de ese pueblo, hay un "Palo Bendito" en donde se vuelve a creer el cura Hidalgo ofició de nueva cuenta antes del enfrentamiento con los realistas. De ahí serán otros árboles los que se asocien con Miguel Hidalgo y el inicio de la Guerra de Independencia, pero esos están más al norte. En Juchipila, Zacatecas, en donde estaba El Guamúchil de Hidalgo.
En su primera escala en lo que hoy es Durango, hay un árbol más que se dice fue cobijo de Hidalgo. En Monclova, Coahuila está El Tronco de Hidalgo. En Álamo de Viesca, Coahuila, hay un árbol más que se asocia con Miguel Hidalgo. En La Cruz, Chihuahua, está El Mezquite de Hidalgo.
El mezquite en La Erre, ha sufrido todo tipo de agravios, un rayo, un incendio y, claro es, el paso del tiempo...
En 2016 la parte seca se vino abajo...
Es en La Erre en donde Hidalgo dijo aquello de que "hay que ponerle el cascabel al gato."
En estas condiciones está el sitio histórico.
Esta es la estela número 2, de las 260 que se colocaron en el Sesquicentenario, en 1960, para marcar la Ruta de Hidalgo, si te interesa verlas todas, por aquí comienza el recorrido.
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